Los países de
la Unión Europea (UE) y la Eurocámara llegaron este jueves a un acuerdo para
regular por primera vez en el mercado comunitario todas las criptodivisas,
desde su autorización y supervisión hasta los requisitos de transparencia con
el consumidor y su impacto ambiental.
1 de Julio Fuente Expansión
"Este
reglamento histórico pondrá fin al salvaje oeste criptográfico y confirma el
papel de la UE como creador de estándares para temas digitales",
destacó en un comunicado el ministro francés de Economía, Bruno Le
Maire, cuyo país ostenta la presidencia de turno de la UE hasta este
jueves.
La Regulación
del Mercado de Criptoactivos (MiCA, por sus siglas en inglés) busca
poner orden en el mercado de unos activos cada vez más usados como medio de
pago o inversión, pero que no están sujetos a ninguna de las reglas ni
garantías por las que se rigen los servicios financieros tradicionales.
"La UE
es la primera en introducir reglas integrales sobre criptografía, espero que
otros las sigan", dijo en su cuenta en Twitter la comisaria de
Servicios Financieros, Estabilidad Financiera y Unión de los Mercados de Capitales, Mairead
McGuinness, que presentó esta iniciativa el 24 de septiembre de 2020.
Así, las nuevas
normas están destinadas a afrontar los retos que plantean en materia de protección
del consumidor, privacidad, blanqueo de capitales, financiación de actividades
ilegales e incluso riesgos para la estabilidad financiera en
el caso de las monedas estables -criptomendas vinculadas al valor de un activo
tradicional como una divisa o una materia prima-.
"MiCA es un
éxito europeo" y "será un estándar global", se felicitó el
negociador del Parlamento Europeo, Stefan Berger.
La UE pone
así los criptoactivos, los emisores de criptoactivos y los proveedores de
servicios de criptoactivos bajo un marco regulatorio.
La regulación
prevé que para operar en la UE los proveedores de servicios de
criptodivisas deban tener presencia física en el continente y recibir
autorización previa de las autoridades nacionales, según apunta la agencia
Efe.
Al mismo tiempo
se introducen requisitos sobre la información que deben proporcionar a
los inversores sobre el uso que harán de sus fondos, sus obligaciones
o los riesgos de la inversión.
Las
disposiciones clave acordadas por los negociadores para quienes emiten y
comercializan criptoactivos (incluidos tokens de referencia de
activos y tokens de dinero electrónico) cubren la transparencia, la
divulgación, la autorización y la supervisión de las transacciones.
Los
consumidores estarán así mejor informados acerca de los riesgos, costos y
cargos.
Además, el nuevo
marco legal apoyará la integridad del mercado y la estabilidad
financiera al regular las ofertas públicas de criptoactivos.
El texto
acordado incluye medidas contra la manipulación del mercado y la prevención del
blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y otras actividades
delictivas.
Por ello, MiCA
cubrirá los criptoactivos que no están regulados por la legislación de
servicios financieros existente.
Para
contrarrestar los riesgos de blanqueo de capitales, la Autoridad
Europea de Valores y Mercados (ESMA) debe establecer un registro
público para los proveedores de servicios de criptoactivos que no cumplen y que
prestan servicios en la Unión Europea sin autorización.
Se ha impuesto
así la opción de una supervisión europea pese a la presión de algunos
países para que la vigilancia quedase en manos de las autoridades nacionales,
lo que hubiera dejado más margen para que los Estados compitan entre sí por
atraer a proveedores de criptodivisas a su territorio.
Por contra,
como los tokens no fungibles (NFT) son únicos
(entradas de cine o elementos de videojuegos, por ejemplo) y, a diferencia de
las criptomonedas, no se comercializan ni intercambian en equivalencia se
quedan fuera del alcance de MiCA. Sin embargo, dependiendo de su desarrollo,
las reglas prevén una reclasificación como instrumentos financieros o como
criptoactivos sujetos a MiCA.
Para reducir
la alta huella de carbono de las criptomonedas, los principales actores
deberán divulgar su consumo de energía, cuyas normas técnicas deberá preparar
la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) para proporcionar al mercado
una guía clara.
Los proveedores
de servicios de criptoactivos deben poner a disposición del público, en un
lugar destacado de su sitio web, información sobre su impacto ambiental y climático y
enviar esta información a su autoridad nacional competente, que informará a
ESMA.
Las
criptodivisas tienen un gran impacto medioambiental puesto que los mecanismos
que utilizan para validar las transacciones requieren mucha energía y generan
altas emisiones contaminantes y deshechos electrónicos, en particular el
proceso conocido como "proof of work" que utilizan
criptodivisas como el Bitcoin puede tener un consumo energético equivalente al
de un país pequeño.
El acuerdo
debe ser ratificado formalmente por los Estados miembros y la Eurocámara para
entrar en vigor, tras lo cual habrá un periodo de transición hasta que las
normas empiecen a aplicarse.