Los responsables de la patronal CEOE han
aprovechado la publicación de los datos de afiliación y paro registrado para
emitir un duro comunicado en el que presentan una enmienda a la totalidad a la
política económica del Gobierno.
2
de septiembre CincoDias
Lejos de compartir el diagnóstico positivo del
Ejecutivo sobre la marcha del
mercado de trabajo, los empresarios han asegurado que la pérdida de casi
190.000 cotizantes "confirma la tendencia a la desaceleración del mercado
laboral" y auguran que España vislumbra a una importante crisis económica.
Sin embargo, el Gobierno insiste en destacar que
es habitual la destrucción de empleo de agosto por la estacionalidad y que, aún
así, el comportamiento del pasado mes fue mejor que el fin del verano de años
anteriores a la pandemia.
Este argumento no convence ni un poco a los
empresarios, muy al contrario,
desde esta organización empresarial argumentan que llevan advirtiendo de la
desaceleración de la ocupación desde que en abril se alcanzara el mayor ritmo
de creación interanual de empleo (5,1%) para descender progresivamente mes a
mes hasta el avance del 3,5% registrado en agosto pasado respecto al mismo mes
del año anterior. Esta ralentización en el ritmo de avance de la afiliación
"refleja el proceso de moderación de la actividad económica que inevitablemente
afectará al empleo", vaticinan los empresarios.
De hecho, junto a esta advertencia, a los patronos
les preocupa otro dato, el que muestra una fuerte destrucción de empleo a
finales de agosto. El mes pasado terminó con 409.429 cotizantes menos que el
último día hábil de julio, la cifra más alta en este periodo desde 1982. Esto
supuso, además, doblar la destrucción media de empleo en ese periodo de los
últimos quince años, han denunciado otras fuentes empresariales. En este punto,
sin embargo, desde el Ejecutivo han asegurado hoy que se traba de cifras
habituales y que, detrás de este fuerte recorte podría estar una "inmensa
bolsa de contratos temporales" que las compañías han dejado agotar antes
de hacer contrataciones con la nueva normativa.
Pero nada de esto tranquiliza a los empresarios
que a la luz de todas estas cifras han alertado de que "como ya vaticinan
algunos servicios de estudios, la economía española se asoma a una importante
crisis, en la que la merma de la competitividad de las empresas y el estrechamiento
de sus márgenes podrían desembocar en un deterioro aún mayor del empleo en el
medio plazo".
Para evitar llegar a esta situación, la
organización patronal reclama al Gobierno que actúe más decididamente sobre los
factores que están ejerciendo la actual presión inflacionista y compensen su efecto entre los sectores que más
están sufriendo, como el de la industria. Junto a ello, recuerdan que el fuerte
encarecimiento de los precios hará que la recaudación tributaria termine
"en máximos históricos" por lo que sugieren que estos ingresos
públicos extra se destinen a "reducir la factura del IRPF en favor del
bolsillo de los ciudadanos y de las empresas, como ya están explorando ostros
países, entre ellos Alemania". Con este dinero también proponen compensaciones
a las rentas más bajas y mayores impulsos a la formación de los trabajadores.
Los anuncios sobre el salario mínimo, una
injerencia
En este comunicado, los empresarios también han
contestado largo y tendido a las acusaciones vertidas en los últimos días por
la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, acusando a la patronal de bloquear los
convenios colectivos para no aplicar subidas salariales y de haber abandonado
las negociaciones para un pacto salarial antes del verano.
"CEOE nunca se ha levantado de ninguna mesa.
En todo caso, tras sucesivas propuestas empresariales para cerrar un acuerdo
salarial antes del verano, no fue posible alcanzarlo por la exigencia de los
sindicatos de introducir cláusulas para ligar los salarios al IPC, algo
--añaden--que por responsabilidad no podíamos asumir", indica la nota de
la gran patronal.
Así, rechazaron también las acusaciones de Díaz
sobre que los empresarios están paralizando la negociación colectiva,
asegurando que "en contra de lo que escuchamos en los últimos días, se
desenvuelve en los parámetros habituales en épocas de dificultad". En este
sentido, explicaron que, si los contextos de crisis dificultan la negociación
de los convenios, más aún la dificultan "los anuncios sobre subidas
desmedidas del salario mínimo interprofesional". Según indican, estos
anuncios son los que más bloquean los convenios "porque impactan en las
tablas salariales, representando en la práctica una injerencia en la
negociación colectiva", concluyen.