El azúcar se dispara el 50,6%, la leche el 37,3% y
el aceite de oliva el 35,2%. El IPC general se modera en diciembre hasta el
5,7% interanual y la tasa subyacente sube al 7%
13
de enero CincoDias
Los
precios cerraron 2022 con un incremento del 5,7% interanual, la menor
tasa registrada en el conjunto del año, con
lo que la tasa media se estableció en el 8,4%. De esta manera, el Instituto
Nacional de Estadística (INE) recortó en una décima su estimación inicial del
dato de IPC de diciembre, que arroja un descenso de 1,1 puntos en la tasa
interanual respecto a la cifra del mes anterior.
La sorpresa la dio de nuevo la tasa subyacente, aquella que no tiene en cuenta precios de
combustibles ni alimentos frescos, que aumenta, por el contrario, siete décimas
hasta alcanzar una tasa del 7%, una décima más de lo previsto hace dos semanas
y el registro mayor desde noviembre de 1992.
Sin embargo, el dato que arroja más preocupación es el de los precios de los
alimentos, que se dispararon un 15,7% interanual, la tasa más alta desde el
inicio de la serie histórica en enero de 1994.
Esta evolución alcista, que se venía observando
desde los meses de verano, ha sido en gran medida el detonante que provocó que
ante el sobrecoste de la cesta de la compra, el Gobierno decidiese en diciembre
pasado que una de sus medidas para hacer frente a la crisis, fuese una rebaja
del IVA en los alimentos básicos desde el pasado día 1 de enero, para dar un
respiro a aquellos consumidores de menor capacidad de compra.
Dentro
de los 20 productos básicos que componen la cesta de la compra de una familia
media española, destaca la evolución del precio del azúcar, con un
incremento del 50,6% interanual, seguido del aumento del 42,3% de la
mantequilla y del 37,3% de la leche entera. Productos tan comunes en España y
el principal integrante de la denominada dieta mediterránea como es el aceite
de oliva, experimentó un aumento superior al 35%, mientras que los huevos se
aproximan al 30%. Las patatas, el arroz o el queso se mueven con incrementos de
precios superiores al 20%, mientras que las carnes y legumbre se mueven en
torno al 13%.
Por el contrario, transporte, apartado en el que se incluyen las gasolinas, resta nueve
décimas al IPC interanual, y vivienda, donde se encuadra la luz, cinco y media.
Sin el impacto de estas partidas, los precios habrían acelerado levemente en el
mes.
Desde los máximos de julio, un 10,8%, la inflación ha bajado casi a la
mitad, con una serie de cinco descensos consecutivos. A ello ha ayudado en gran
medida el efecto escalón, pues fue en este periodo de 2021 cuando los precios
saltaron del 2,7% al 6,5% con el que terminaron el año.
Solo Madrid baja del 5%
Del reparto de la inflación por comunidades,
únicamente Madrid, con el 4,9% consigue un registro inferior al 5%, mientras
que Cataluña y Cantabria, consiguieron tasas del 5,2% y 5,3% respectivamente.
Con tasa en torno al IPC nacional se sitúa la Comunidad Valenciana y las Islas
Baleares con el 5,5%, el País Vasco con el 5,4%.
En el lado opuesto está Castilla La Mancha, con la
mayor inflación del 6,8%, seguida de Melilla con el 6,6%. A continuación, se
sitúan Castilla y León y Extremadura con un registro del 6,5% y Navarra y
Galicia el 6,4%.
Previsiones para 2023
El susto que dio la inflación subyacente al cierre
de año ha tenido repercusiones entre algunas entidades encargadas que realizar
previsiones. Y es que el dato del 7% anticipa que el incremento de los precios
se mantendrá por un tiempo en el seno de la economía española. La primera en
reaccionar fue Funcas que procedió a una corrección de sus anteriores
estimaciones para 2023 en un doble sentido. Mientras que revisa a la baja la
tasa media anual en el indicador general del el 4,4% hasta el 3,8%, lo hace al
alza del 4,2% hasta el 5,6% la tasa media de la inflación subyacente.
En el caso de la general, esta entidad señala que
oscilará a lo largo del presente ejercicio entre un mínimo del 2,2% que se
alcanzará en los meses de julio y agosto y un máximo del 5,4% en diciembre.
En el primer trimestre, enero y febrero registrarán niveles por encima
del 5%, para moderarse hasta el 2,8% en marzo. Por lo que respecta a la tasa
subyacente, oscilará en el arranque de año entre el 6,7% y el 6,9%.
Los precios de los alimentos seguirán siendo a lo
largo de este año un motivo de preocupación. Para Funcas, tras un primer trimestre en el entorno del 17% para los
alimentos elaborados, tenderán a moderarse a posteriori, aunque estima que la
media anual se situará en el 13,5%. Tendencia semejante será la de los
productos frescos, donde tras un inicio de año entre el 11% y el 13%, se
moderarán hasta cerrar el ejercicio en una tasa media anual del 8,8% según las
estimaciones de Funcas.
El componente energético será el que dará alegrías
en este 2023, una vez digeridas
las tensiones derivadas del inicio de la guerra en Ucrania que acrecentaron las
tensiones de precios ya iniciadas en la última parte de 2021. De hecho, esta
entidad prevé un descenso del 11,5% en media anual, tras las importantes caídas
de hasta el 24% en marzo o cerca del 20% en verano.