21 de abril
2022 Gestha
Todos deberíamos arrimar el hombro ante las
incertidumbres económicas, y el
debate sobre los impuestos que Feijóo ha puesto encima de la mesa es clave para
diferenciar las políticas económicas de Gobierno y oposición. Pero antes de la
discusión sobre si subirlos o bajarlos, o a quién subirlos, mantenerlos o
bajarlos habría que hacerlos más justos y una de las medidas que propone
Feijóo, y que ni PSOE ni PP han llevado a cabo en los últimos años, deflactar
la tarifa del IRPF, va en ese sentido.
DEUDA
Resulta preocupante que el Fondo Monetario
Internacional (FMI) haya advertido que España arrastrará un déficit cercano al
4% y una deuda del 114% del PIB hasta 2027. Todos deberíamos ser conscientes,
el Gobierno que es a quien corresponde tomar las medidas adecuadas el primero,
del riesgo que supone para la economía española mantener tales niveles.
Resolver el problema solo puede hacerse por dos
vías: gastar menos o recaudar
más, o una combinación de ambas. En cuanto a lo primero, los Presupuestos de
este año incorporan un gasto público récord de 458.970 millones, un 0,6% más.
Los mismos cuentan con un aumento espectacular de los ingresos tributarios: un
8,1% hasta los 232.352 millones.
Independientemente de estos datos sean papel
mojado, ya que el cuadro macro está hecho con una previsión de crecimiento del
PIB desfasada del 7% cuando todas las previsiones apuntan a un 4-5%, los
contribuyentes están cansados de que se carguen las tintas sobre los ingresos.
INFLACIÓN
Libres de sospecha, los Técnicos de Hacienda
(GESTHA) han
avalado la deflactación de la tarifa del IRPF que ya venía
reclamando el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). ¿Qué
significa esto? Algo tan de sentido común y de justicia como adaptar los tramos
del impuesto teniendo en cuenta la subida salarial media para que un salto no
producido por un aumento de renta real por culpa de la inflación no suponga
mayor recaudación.
Además, se debería adaptar el mínimo exento a la
subida de precios. Todo esto no parecía crucial con los precios estancados,
pero lo es con subidas cercanas al 10%, como se están produciendo.
IRPF
Llevado a datos, tomando los
tramos que ha calculado el REAF, a cada contribuyente le supone unos 256
euros solo este año. Y, según, un
estudio de la Fundación Disenso sería más de 14.000 millones acumulados desde
2008. Porque no solo la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero,
está escatimando a los contribuyentes este derecho. Tampoco Cristóbal Montoro
tuvo a bien desde esa fecha actualizar la tarifa, aunque en esos años la
inflación se mantuvo bastante plana y nunca superó el 3%, pero debería haberse
hecho.
Por eso, el REAF pide que "se deflacten las
tarifas del IRPF, estatal y autonómicas, de territorio común, y que se
actualicen otros parámetros como dietas y gastos de kilometraje", algo en
lo que coinciden los Técnicos de Hacienda. Puestos a entrar en el debate de si
es conveniente subir o bajar los impuestos -GESTHA rechaza que haya una bajada,
como sí piden otras instancias, entre ellas el PP de Feijóo- lo suyo sería que
el Gobierno empezara por deflactar la tarifa del impuesto, porque al
final, como
explicaba aquí, inevitablemente con los desequilibrios económicos y
la política fiscal actual todos acabaremos pagando más impuestos, y más las
clases asalariadas.
Fuente: Gestha