En un sólo mes España suma casi 17.000 millones de
euros para alcanzar un récord histórico absoluto, un problema ante el mayor
endurecimiento de las condiciones de financiación.
23 de Abril 2022 Expansión
La deuda de las administraciones públicas
españolas escaló un 1,2% en febrero, hasta los 1.441.784 millones de euros, en
lo que supone un nuevo máximo histórico absoluto, según los datos facilitados
ayer por el Banco de España. En sólo un mes aumentó en casi 17.000
millones y ya supone un 119% del PIB, aunque esta ratio se ha moderado
desde que marcara un 125,3% en marzo del año pasado. En el interanual, la deuda
aumentó un 5,4%, la tasa más baja desde mayo de 2020.
La administración que más aportó al incremento de
la deuda pública fue el Estado, con 19.600 millones más sólo en febrero, hasta
alcanzar los 1,26 billones, que, de nuevo, supone un récord histórico. Le sigue
la Seguridad Social, con 2.002 millones más, y los Ayuntamientos, con 346
millones más. Las comunidades autónomas sí consiguieron disminuir su
deuda, aunque en el dato interanual hayan de anotarse una subida del 2,2%.
La previsión de los Presupuestos Generales del Estado es finalizar 2022 con una
deuda del 115% sobre el PIB.
Hasta ahora, el crecimiento de la deuda pública
encajaba en una coyuntura afectada por la Covid, con una expansión del gasto
público. De hecho, desde marzo de 2020 hasta febrero de este año ha crecido un
17,7%. A esta situación le acompañaba la política de tipos de interés mínimos.
También influía positivamente en las cuentas de la administración
pública la inflación, que en los últimos meses ha conseguido diluir la
ratio de la deuda. Esto se debe a que la escalada de los precios influye en el
PIB nominal y en la recaudación, y de este modo la deuda pública española se ha
alejado en este último año del máximo ratio marcado en marzo.
Fin a los estímulos
Sin embargo, pronto comenzarán las curvas. La
mencionada política económica favorable está a punto de acabar. Tanto es
así que el mercado ya cuenta con que se producirán tres subidas de tipos a lo
largo de 2022, la primera en julio.
"Ahora que van a subir los tipos, no nos van
a permitir endeudarnos tanto", señala Daniel Rodríguez Asensio, Consultor
Estratégico y Presidente de Acción Liberal Think Tank For Freedom. Y, pese a
que la inflación ha ayudado, no se han aprovechado sus efectos. "Seguimos
aumentando deuda incluso en máximos históricos de recaudación por la
inflación", recuerda Rodríguez.
Además del cambio de políticas en cuanto a los
tipos de interés, tendrá una importante influencia la relajación del programa
de compras de deuda del Banco Central Europeo, ya
insinuada por su presidenta, Christine Lagarde, para la segunda parte de
este año. Todo parece indicar que la mayor dificultad para colocar los
bonos españoles provocará un crecimiento de la rentabilidad, de modo que
sean más atractivos para los compradores, lo que a su vez motivará un
incremento de la prima de riesgo española. El coste para financiarse va a ser
mayor y, a su vez, los plazos para devolver el dinero se verán recortados.
"Todo este montón de deuda nos va a costar, el coctel molotov es
importante", comenta Rodríguez.
Los datos de la deuda de las administraciones
españolas contrastan con los del conjunto de los países de la zona euro, publicados también ayer por el Eurostat. La deuda
pública de la zona euro llegó al cierre de 2021 al 95,6% del PIB, frente al
97,2% de finales del año anterior. España, con su 118,4%, terminó 2021 entre
los países con una mayor ratio, sólo superado por Grecia (193,3%), Italia
(150,8%) y Portugal (127,4%). Estonia, Luxemburgo y Bulgaria finalizaron el año
en el extremo opuesto. Con respecto al déficit, en la zona euro llegó al 3,6%,
por el 4% español.
En los próximos meses, a los factores mencionados cabe añadir
también el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, aunque los expertos
no se ponen de acuerdo sobre cuál será su influencia en España. La escasa
relación comercial entre España y Rusia es un factor favorable, pero el efecto
arrastre que ejerza el conflicto en otros países con relaciones más estrechas
con España sí puede resultar determinante.
Fuente: Expansión