La Agencia Tributaria dispara el control sobre la
residencia fiscal a través del uso de las nuevas herramientas de análisis
masivo y automático de datos de la AEAT. Estos expedientes son ya habituales.
25
de enero Expansión
La geolocalización del móvil, la vigilancia de las
redes sociales, los movimientos de las tarjetas, las facturas abonadas, o los
suministros de la vivienda. Son sólo algunos de los datos con los que
la Agencia Tributaria (AEAT) vigila ya a los contribuyentes de los que
sospecha que residen en un territorio distinto del que declaran.
EXPANSIÓN ha tenido acceso a expedientes emitidos
por la AEAT contra contribuyentes por la residencia fiscal. "A través de los movimientos de la tarjeta de
crédito, el consumo de teléfono y las compras de billetes queda
acreditada su permanencia en España los siguientes días", recoge un
documento.
A continuación, expone un calendario del año con un código de colores. En azul, los días
de permanencia en España; en rojo, los días en su residencia fiscal, y en
naranja, otros países. "Ha estado 282 días en España", concluye el
informe de la AEAT, por lo que exige aplicar la residencia fiscal.
"Además, el roaming de su teléfono confirma que las llamadas se hacían
desde España. Consideramos sobradamente probados los requisitos para
ser considerado residente en territorio español", concluye la Inspección.
Los servicios tributarios han intensificado las
comprobaciones por este concepto tal y como confirman los asesores fiscales, que notan el aumento de expedientes. "La
experiencia acumulada permite poner de manifiesto la existencia de conductas extremadamente
lesivas para los intereses de la Hacienda Pública, relacionadas con la
simulación de la residencia fiscal fuera del territorio español, especialmente
en casos de personas físicas, con la principal finalidad de obtener una
tributación efectiva inferior a la debida", apunta la Agencia Tributaria
en su plan de control anual.
Este tipo de comprobaciones son cada vez más
habituales. "Las actuaciones
que lleva a cabo la AEAT para determinar la residencia fiscal de las personas
físicas, como consecuencia de su presencia regular en nuestro país, vienen
resultando en los últimos meses cada vez más frecuentes, parece ser
que basadas en el análisis automático de ingentes cantidades de
información", explica Siro Barro, socio responsable del Departamento de
Derecho Fiscal de Escalona & De Fuentes. "Aunque desconocemos cuál es
exactamente la información utilizada, debemos recordar que las empresas que
facturan más de 6 millones de euros deben reportar a Hacienda información
detallada, casi de forma inmediata, sobre cada una de las facturas que emiten,
lo que incluye los datos identificativos del cliente y la compra de bienes o
consumos realizados (luz, agua, gas o teléfono)", añade Barro.
El Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de
2021 ya recogía expresamente la utilización del big data por parte de la AEAT,
con el objeto de, entre otros, detectar a falsos no residentes fiscales que,
en opinión de Hacienda, deberían tributar en España como residentes fiscales
tanto por sus rentas como por su patrimonio mundiales.
Más afectados
Alejandro del Campo, socio de DMS Legal
Intelligence en Mallorca, con una gran cartera de clientes extranjeros,
confirma el aumento de estas comprobaciones. "Al principio, sólo veíamos
estos análisis de residencia tan completos en casos muy concretos y
relevantes. Afectaban a gente con mucho patrimonio o famosos",
apunta el abogado. "Sin embargo, estamos observando que la Agencia
Tributaria cada vez pelea más la residencia fiscal con clientes modestos, a los
que apenas reclama unos 10.000 o 20.000 euros", añade.
El especialista confirma que, en este momento, tiene varios casos sobre la
mesa. "Son personas modestas, muchos jubilados que pasan parte del año en
España", indica. "Las comprobaciones son absolutamente
minuciosas, con calendarios muy precisos", añade. Alejandro del Campo
recomienda tener una residencia fiscal acreditada en otro país para evitar
problemas. "No vale sólo con pagar impuestos allí, hay que tenerla
activada y confirmada por las autoridades de ese país. En este caso, Hacienda
tendrá más difícil aplicar la residencia fiscal. Tendría que acudir a las
reglas internacionales de desempate del convenio de doble imposición
correspondiente", explica.
Siro Barro coincide: "Resulta muy
aconsejable que dispongan de toda la documentación posible que,
llegado el caso, les permita rebatir el posicionamiento que pueda tomar la AEAT
en base a la información obtenida a través del big data", concluye el
especialista.
Tras la pista de la 'huella digital'
La Agencia Tributaria cada vez cuenta con mayores
datos e información de los contribuyentes. Los informes tienen un grado de
detalle que sorprende a los especialistas. "Cada vez más, comprobamos que
hay un rastreo y seguimiento de la huella digital del contribuyente (redes
sociales, interacciones, comercio electrónico, geolocalización, etc.)y, en
ocasiones, me he encontrado con datos presuntamente suministrados por las
plataformas digitales", destaca Emilio Pérez Pombo, socio director de
Pérez Pombo, Abogados & Economistas.
"Esta cuestión es controvertida y, con el
tiempo, será una fuente de conflictos. En el ámbito digital no siempre es
posible identificar quién es el usuario real y final de la interacción",
explica el especialista. "Salvo en supuestos concretos que exijan una
identificación personal (por ejemplo, una red social privada), no siempre es
posible conocer que quien usa el dispositivo electrónico sea su titular o
propietario nominal", argumenta Pérez Pombo. "Pensemos en una tableta
que tiene una tarjeta SIM contratada por un profesional, pero que utiliza un familiar
para ver partidos de fútbol o para jugar online. Podría darse el supuesto de
que el uso del dispositivo por el hijo, que vive y reside en
España, sirva como base para cuestionar la residencia de un padre divorciado y
residente, laboral y fiscal, en Portugal, cuando, en realidad, salvo
determinados fines de semana alternos, por motivos de discordia, no está en
España", ejemplifica el experto. "Sin embargo, de forma creciente,
esta huella digital les sirve para acreditar la eventual presencia de una persona".