26
de Abril ELPAIS
El mercado de trabajo español afloja en los tres
primeros meses de 2024. El primer
trimestre es históricamente negativo por el fin de los contratos de la campaña
de Navidad y la baja temporada turística, pero este año el paro crece más de lo
habitual (en 117.00 personas, cuando en los últimos diez años lo hizo en 27.500
en promedio) y la ocupación también se contrae más de lo normal (en 140.000
personas, frente a una media de 93.400 en el mismo periodo). Así, según los
datos de la Encuesta de Población Activa del primer
trimestre difundidos este viernes por el Instituto Nacional de Estadística,
España registra 21,25 millones de trabajadores, más que nunca en esta época del
año, y 2,97 millones de parados, lo que deja la tasa de desempleo en el 12,29%.
Se trata del peor primer trimestre desde la pandemia, cuando la Gran Reclusión
paralizó la economía.
En los últimos diez años, sin tener en cuenta el anómalo 2020, la ocupación
se contrajo en promedio en 93.400 personas, por debajo de la bajada de este año
(-140.000). El dato es aún peor en comparación con el del año pasado, cuando el
primer trimestre fue particularmente positivo para esta variable: la ocupación
solo retrocedió en 6.500 personas.
El análisis es similar en un vistazo a los datos
de paro. En la última década, de nuevo excluyendo 2020, el desempleo creció una
media de 27.500 personas, mientras que este trimestre lo ha hecho en 117.000
personas. Tanto el año pasado como el anterior el paro subió con menos
intensidad, en 104.700 y 66.010 personas respectivamente. Desde el Gobierno
atribuyeron estos crecimientos tan destacados al aumento de la población activa
(la suma de los que trabajan y los que buscan empleo), que marca un récord en un
primer trimestre con 24,22 millones de personas.
Esta evolución del desempleo y de la población
activa sitúan la tasa de paro del primer trimestre en un 12,29%, lo que supone
un aumento de medio punto respecto al anterior trimestre. Es un salto superior
al de 2023 (+0,39 puntos) y al de 2022 (+0,29), el mayor desde el año de la
crisis sanitaria (+0,63). Sin tomar en cuenta ese ejercicio, hay que viajar
hasta 2013 (+1,17), en plena Gran Recesión, para encontrar un aumento mayor de
la tasa de desempleo en el primer trimestre.
Y, pese a estas cifras negativas, España emplea a más personas que nunca en un
arranque de año: son 21,25 millones, 616.000 más que en la misma época de 2023.
Esta subida anual es superior a la del año pasado (+438.000), un ejercicio
buenísimo para el empleo, pero no tanto como en 2022 (957.000), en pleno
acelerón pospandémico. También es un alza superior a la de 2019 (+597.000),
antes de la pandemia, y otro año robusto para el mercado de trabajo.
En la misma línea, España registra la menor cifra
de parados en un primer trimestre desde 2008, aún por debajo de la barrera de
los tres millones. La evolución del paro también ofrece un diagnóstico más
positivo en términos anuales que trimestrales: son 208.400 menos que en el
primer trimestre de 2023, una bajada muy superior a la que se notificó de 2022
a 2023 (-28.400). La caída sí fue mayor en años previos, tanto en 2022
(-488.600) como en 2019 (-441.900).
Desacople entre ocupación y tasa de paro
Estos datos contrastan con los de la última
EPA, la del cuarto trimestre de 2023, que fueron mejores de lo
habitual para el último cuarto del año. El próximo diagnóstico del INE del
mercado laboral llega en julio, con un análisis del periodo de abril a junio.
Entonces veremos si estos datos de enero a marzo son un bache o si avisan de un
retroceso en la buena marcha que venían marcando la ocupación y el desempleo.
El Ministerio de Economía reivindica en su
análisis de los datos que “se consolida el volumen de ocupados por encima de
los 21 millones de personas durante todo el último año”. Recuerda que el primer
trimestre se caracteriza por una “desfavorable estacionalidad” y celebra el
acelerón de la población activa: “Aumentó en más de 400.000 personas en el
último año, hasta superar los 24,22 millones de personas, reflejando la
confianza de los trabajadores en el dinamismo del mercado laboral”.
“Sabemos que normalmente el primer trimestre es
malo y este ha sido algo peor”, indica el coordinador de investigación del área
laboral de Fedea, Marcel Jansen, “pero conviene mirar las tendencias y las
cifras interanuales”. Ahí, en esa mirada con amplitud, este experto subraya que
el empleo sigue mejorando con fuerza, pero le preocupa lo poco que ese
crecimiento está arreglando la tasa de paro. “Dos tercios de los 616.000 nuevos
empleos del año se explican sobre todo por un aumento de la población activa relacionado
con la llegada de personas de fuera, no por la activación de personas en paro.
Debemos ser capaces de que el aumento del empleo vaya acompañado de una
reducción del desempleo mayor, que no sea normal el desfase respecto a Europa (es del 6%, la mitad que en España). Ahí se debe concentrar
las políticas”.
El centro de estudios de Adecco también pone el
foco en la evolución anual de la ocupación. “El empleo sigue creciendo de forma
superior al crecimiento del PIB y eso profundiza el descenso de la
productividad. El crecimiento del empleo fue de un 3% interanual, que es el
menor avance de los últimos cuatro trimestres”, dice el director del servicios
de estudios, Javier Blasco. Los analistas de BBVA indican que respecto al
último trimestre la ocupación se contrajo “más de lo esperado” por causas
estacionales, pero advierten un aumento en el número de horas efectivas
trabajadas (1,2% trimestral entre enero y marzo) debido al incremento de las
horas por trabajador (1,9%).
Menos temporalidad
El ministerio de Economía subraya la caída en la
temporalidad: la proporción de contratos temporales marca un mínimo en este
siglo del 15,7%, en una nueva bajada que empezó con la reforma laboral.
“Constituyen los mejores registros de la serie histórica”, defiende Economía.
Antes de la aprobación de esta norma, que limita los escenarios en que las
empresas pueden usar contratos temporales, el 25,6% eran de este tipo. Sin
embargo, esta mejora no termina de trasladarse al sector público, donde estos
contratos aún son un 29,5% del total, frente al 12,3% en la empresa privada, un
mínimo histórico. “La contratación indefinida explicó el crecimiento de la
ocupación”, insisten los analistas del BBVA.
Por otro lado, el retroceso en la ocupación se
explica principalmente por una caída considerable en el número de trabajadoras.
Son 86.800 menos que en el último trimestre de 2024, mientras que el número de
empleados cae en 52.900. La brecha es aún mayor si tenemos en cuenta que ellos
(11,39 millones) son más que ellas (9,85) en la fuerza laboral. La evolución
anual da otro panorama: las mujeres suman 314.000 empleos más, frente a los
301.800 de ellos. Es una tendencia de fondo: con baches en el camino, las mujeres
se acercan cada vez más al peso de los hombres en el mercado laboral. En número de
parados, ellos aportan más a la subida trimestral (77.600) que ellas (39.500),
pero en la mejora anual los hombres restan menos (-57.600) que las mujeres
(-150.800).
Por edades llama la atención la caída de la
ocupación de 40 a 44 años, el grupo que más empleos pierde en términos
absolutos tanto entre hombres (-33.800) como entre mujeres (-34.700). Estas
personas retroceden en el mercado laboral incluso respecto al año pasado, el
único grupo de edad que lo hace. Respecto a la tasa de paro, los que más
mejoran en comparación con el pasado trimestre son los jóvenes, pese a que
siguen notificando las cifras más altas: 41,06% de 16 a 19 años y 24,98% de 20
a 24.
El departamento de Carlos Cuerpo señala la caída
de estas variables como una de las mejores noticias de la EPA: “La tasa de paro
juvenil —que agrupa los grupos de edad mencionados, de 16 a 24 años— continua
su descenso, reduciéndose 2,2 puntos en el último año hasta el 27,7%, la más
baja desde 2008?.
Por nacionalidad, el único colectivo que crece en
número de trabajadores respecto al anterior trimestre es el de aquellos con
doble nacionalidad: suman 16.100 trabajadores más, hasta los 123.400. Tanto
españoles (123.000 menos, -0,7%) como extranjeros (32.900 menos, -1,1%)
retroceden respecto a los últimos meses de 2023. En comparación con el mismo
trimestre del año pasado la evolución es muy diferente: crece un 1,5% entre
españoles, un 3% entre extranjeros y un 13,9% entre aquellos con doble
nacionalidad.
El análisis por sectores muestra que las
actividades que han tirado de la ocupación este trimestre son educación (47.100
trabajadores más), información y comunicaciones (43.700) y hostelería (17.700).
En el otro lado de la balanza, las que más empleos destruyeron, fueron las
actividades financieras (-35.600), la administración pública (-42.800) y las
actividades científicas y técnicas (47.400). Este bajón trimestral no impide a
este sector situarse entre los que más empleados gana en términos anuales (70.600),
solo superado por las actividades sanitarias y de servicios sociales (150.600),
hostelería (133.000), información y comunicaciones (95.400) y construcción
(82.000). El sector que más retrocede respecto al mismo periodo de 2023 es la
administración pública, que pierde 26.500 trabajadores.
Por comunidades, la mayor contracción del paro respecto al pasado trimestre se da en
Canarias (de 16,06% a 14,88%), seguida de la Comunidad de Madrid (de 9,64% a
9,19%) y Navarra (de 9,25% a 8,82%). A la vez, la tasa de desempleo empeora con
fuerza en Baleares (de 11,16% a 15,48%), Castilla-La Mancha (de 12,33% a 15%) y
Euskadi (de 6,38% a 8,53%). Estos cambios se explican con ciclos estacionales,
pero más allá de ellos, en comparación con el primer trimestre de 2023, las
autonomías que más reducen el paro son Navarra (-3,4) y Canarias (-2,67),
mientras que La Rioja es la única en la que sube (+0,78).
Diagnósticos diferentes de los agentes sociales
Los agentes sociales hacen lecturas algo distintas
de los datos. CEOE los cataloga como “negativos” y subraya que muestran “la
mayor caída de la ocupación desde 2014, con la excepción de 2020”. La principal
patronal española cree que es “pronto” para confirmar un “cambio de tendencia
en el mercado laboral”. Pero vislumbran “factores que pueden estar empezando a
tener un impacto negativo, como la incertidumbre política y regulatoria, y el
aumento de los costes empresariales”. En la misma línea, Cepyme cree necesaria
una revisión de las políticas activas de empleo “para paliar el problema
generalizado de vacantes no cubiertas, con un 12,29% de tasa de paro”. Los
datos oficiales sitúan a España entre
los países europeos que menos sufren las vacantes de empleo, pero los
empresarios insisten en que afrontan muchos problemas para encontrar mano de
obra.
Por su parte, UGT considera que la evolución del
mercado laboral en el primer trimestre contiene algunos datos
"positivos", como la
subida del empleo indefinido, pero advierte de que otros aspectos requieren de
"una corrección inmediata", como el paro de larga duración, que sigue
en "valores muy altos". Es un diagnóstico parecido al de CC OO. El
sindicato destaca que, “pese a que en el primer trimestre de 2024 hay menos
población trabajando y se ha incrementado el paro”, en términos interanuales
“prosigue la creación de empleo, el descenso del paro y la mejora de la calidad
del empleo asalariado”.
EMILIO SÁNCHEZ
HIDALGO