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Caso práctico: Forma de regularizar en IRPF el exceso cobrado anticipadamente de la deducción por persona con discapacidad a cargo
Si un contribuyente cobra anticipadamente la deducción en IRPF por cónyuge no separado legalmente con discapacidad a cargo y percibe un importe superior al de la deducción a la que tiene derecho, ¿cómo debe regularizar esa situación ante la AEAT? ¿Lo hará del mismo modo un contribuyente obligado a presentar declaración que otro que no lo esté? Descúbralo a través de este caso práctico.
La AP de Bizkaia condena a un funcionario por acceder a datos tributarios y usarlos en beneficio de su asesoría
Un funcionario ha sido condenado por acceder y usar datos tributarios reservados para beneficiar a su asesoría. Se imputan los delitos de descubrimiento y revelación de secretos cometido por funcionario y actividad prohibida a funcionario.
Actualización de Directiva en la UE regulando el permiso único de trabajo y residencia para nacionales de terceros países
El DOUE de 30-04-2024, publica la Directiva (UE) 2024/1233 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de abril de 2024, por la que se establece un procedimiento único de solicitud de un permiso único que autoriza a los nacionales de terceros países a residir y trabajar en el territorio de un Estado miembro y por la que se establece un conjunto común de derechos para los trabajadores de terceros países que residen legalmente en un Estado miembro.



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El Gobierno y su trampantojo del PIB

El Gobierno se felicita de que la economía española ha crecido un 5,5% en términos reales o constantes en el año 2022, que le lleva a presumir de que el crecimiento español es fuerte y robusto y lidera el avance económico en la UE. Esto sería maravilloso de ser verdad, pero no lo es o, mejor dicho, es una media verdad que emplea para tapar la realidad.

27 de enero Expansión

Con ello, genera una ilusión con la que trata de engañarnos para hacernos ver una cosa distinta de la que es; es decir, emplea ese dato aislado del PIB como trampantojo en materia de crecimiento económico con la que distraer nuestra atención.

Sin embargo, los datos son malos, por mucho que se empeñe el Gobierno en decir lo contrario: aun siendo el punto de partida del PIB español más bajo que el del conjunto de nuestros socios europeos, nuestra economía pierde fuelle sin recuperar esa prosperidad previa a la pandemia: si analizamos los índices de volumen encadenado del PIB ajustados de estacionalidad y efectos de calendario, podemos observar cómo el índice del cuarto trimestre de 2019 era de 111,12 en base 2015=100, mientras que en el mismo periodo de 2022 se queda en 110,1406 en idéntica base. Es decir, todavía estamos por debajo del nivel de PIB en términos reales o constantes anterior a la pandemia, al menos ese punto, que si pudiésemos medirlo hasta febrero de 2020, cosa que no podemos hacer al tener la contabilidad carácter trimestral, todavía estaríamos más alejados.

En este contexto en el que no se ha recuperado el nivel de PIB real previo a la pandemia, el crecimiento se estanca en el último trimestre 2022, con un escuálido 0,2% de incremento trimestral, según los datos de avance de la Contabilidad Nacional, quedándose prácticamente plano y abriendo la puerta a que en la próxima revisión de marzo pueda ajustarse negativamente, cuando se cuente con todos los indicadores del trimestre, dada la aceleración en el empeoramiento de la mayoría de ellos, como, por ejemplo, muestran los datos de empleo de la EPA del mismo trimestre

Así, el PIB crece lo mismo que en el trimestre precedente, con fuertes caídas en consumo de los hogares e inversión. De esa manera, el consumo de los hogares se desploma y cae un 1,8% trimestral, mientras que cae la inversión un 3,8% trimestral. Especialmente fuerte es la caída de la inversión en bienes de equipo, que lo hace un 5,8% trimestral. Esto muestra la pérdida de confianza, el empeoramiento de expectativas y la pérdida de poder adquisitivo y aumento de costes empresariales.

Las exportaciones caen un 1,1% trimestral, que indican una pérdida de competitividad y una disminución por pérdida de renta de los extranjeros. Las importaciones caen un 4,2% trimestral, reflejo del descenso del consumo y de la merma en la renta disponible por pérdida de poder adquisitivo de los residentes.

La demanda externa en términos interanuales se queda en una aportación al crecimiento de 2,1 puntos, con un descenso de una décima respecto al crecimiento del trimestre anterior, donde, no lo olvidemos, fue la parte de la economía que mantuvo la actividad con más fortaleza. Eso es fruto de una reducción a la mitad del crecimiento de las exportaciones y de una reducción a la cuarta parte del crecimiento de las importaciones. Especialmente preocupante es la fuerte reducción en el crecimiento interanual de las exportaciones de servicios, que pasan de crecer un 51,5% a hacerlo un 13,9%. En los servicios es donde se concentra gran parte de la fortaleza exportadora de España, de manera que esta reducción es muy significativa y preocupante, en la que puede influir, además del descenso de la renta del exterior, también una pérdida de competitividad por incremento de costes, que puede llevar a perder mercados.

La industria apenas crece un 0,1% trimestral; la construcción cae un 0,3%; los servicios se estancan en un 0,3%, una décima menos que el ya exiguo 0,4% del trimestre previo. El comercio y hostelería caen un 0,6% trimestral y las actividades de ocio caen un 7% trimestral.

Este dato es todavía peor si tenemos en cuenta que se produce en un trimestre, el cuarto, en el que la campaña de Navidad tiene mucha fuerza, máxime cuando ya el tercer trimestre había sido un fiasco, pese a la gran temporada turística que se produjo, que mostraba que el resto de actividades están ralentizándose a pasos agigantados.

Por último, este crecimiento es inferior al previsto por el Gobierno en su cuadro macroeconómico en 1,5 puntos (diapositiva 10 de la presentación que hizo en octubre de 2022) donde estimaba un crecimiento del 7% para la economía española, con lo que ha crecido casi una cuarta parte menos de lo previsto. Además, ese menor crecimiento se da sobre un incremento en 2021 también muy inferior al estimado por el Gobierno entonces: en el plan presupuestario remitido a Bruselas en octubre de 2020 estimaba un crecimiento de la economía española para 2021 del 7,2% sin fondos europeos y del 9,8% al incorporar el efecto de dichos fondos (página 12 del plan) cuando la economía terminó creciendo también un 5,5% en dicho año, es decir, también casi una cuarta parte menos que lo previsto sin fondos europeos y casi la mitad que lo que el Ejecutivo previó sobre el dato en el que incorporaba los fondos europeos.

Esta intensa desaceleración -por mucho que el Gobierno trate de vender datos parciales- es fruto de la política económica equivocada del Gobierno, basada en incremento de gasto, aumento de impuestos, elevación de déficit y deuda e inseguridad jurídica, ahuyenta inversiones y dificulta la actividad económica, perjudicando la creación de puestos de trabajo, dejando maltrecha a la economía española, que sigue sin recuperar su nivel de crecimiento previo a la pandemia. El Gobierno mantiene anestesiada a la economía con el ingente gasto público para tratar de llegar a las elecciones con opciones, pero está provocando un peligroso daño estructural en la economía española.

José María Rotellar, profesor de la UFV









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