La petición del PP de deflactar el IRPF con la
inflación hasta los 40.000 euros decae pese al apoyo de socios tradicionales
del Gobierno como PNV y PDeCAT o la abstención de ERC. Génova estimó que una
deflactación al 5% ahorraría a los contribuyentes 1.500 millones.
16
de septiembre Fuente Expansión
El Parlamento estuvo a punto de torcerle el brazo
al Gobierno ayer pronunciándose a
favor de actualizar la tarifa de los tres primeros tramos del IRPF con la
inflación para evitar la subida fiscal encubierta que provoca mantener
inalterado el impuesto pese al alza de precios y salarios, el efecto conocido
como progresividad en frío. Finalmente, sin embargo, el Congreso de los
Diputados rechazó, por solo cuatro votos de diferencia, la propuesta del PP de
deflactar el tributo con el IPC para los primeros 40.000 euros de ingresos
anuales.
La votación aludía a la proposición no de ley del
PP "relativa a ajustar el IRPF a la inflación", que planteaba
actualizar a la evolución de los precios -que en agosto crecían al 10,5%
interanual- para los tres primeros tramos del Impuesto sobre la Renta. Además,
se instaba a fijar temporalmente un nuevo mínimo personal exento y a actualizar
la tabla de retenciones.
La propuesta fue la medida estrella del Plan en defensa de las familias y la economía
de España remitido al Gobierno la pasada primavera por Alberto Núñez Feijóo en
su estreno al frente del principal partido de la oposición.
Entonces, el PP abogó por deflactar la tarifa de
IRPF de los tres primeros tramos de renta, hasta los 12.450, 20.200 y 35.200
euros anuales, respectivamente, que sumando las cuotas a la Seguridad Social
engloban los primeros 40.000 euros brutos de salario de los españoles. Aunque
Génova no propuso una cifra concreta de incremento, estimó que deflactar el
IRPF al 5% para esos tramos supondría un ahorro fiscal a los contribuyentes del
entorno de los 1.500 millones de euros. Ambas cifras, sin embargo, habrían
quedado superadas por la escalada de los precios de los últimos meses.
Ante la negativa del Gobierno a aceptar la
propuesta, el PP acabó prometiendo
aplicarla en las autonomías que gestiona y registrando, en julio, una
proposición no de ley ante el Congreso para promoverla a escala nacional. Una
iniciativa que ayer rompió los tradicionales bloques del Hemiciclo, estrechando
las mayorías que suelen proporcionar al Ejecutivo de coalición sus socios de
investidura.
El texto llegó a la Cámara Baja el pasado martes,
cuando ya quedó claro que suscitaría una votación ajustada ante el apoyo
explícito de PNV y PDeCAT o la buena acogida que recibió inicialmente por parte
de Compromís, que dijo estar "básicamente de acuerdo" pero acabó
condicionando su apoyo a que el tributo se elevara para los tramos más altos de
salario.
Finalmente, el Congreso rechazó ayer la propuesta por 169 votos en contra, 164 a favor y 14
abstenciones. En concreto, votaron a favor de la deflactación el PP, Vox,
Ciudadanos, el PNV, el PDeCAT, Coalición Canaria y Foro Asturias. A su vez,
votaron en contra PSOE, Unidas Podemos, EH-Bildu, Junts, la CUP, Más País-Equo,
Teruel Existe, Compromís y el PRC. Resultaron claves para el resultado de la
votación las abstenciones protagonizadas por ERC y el BNG, así como la ausencia
de un diputado de Ciudadanos y, muy especialmente, el viraje de última hora por
parte de Junts desde la abstención al voto en contra.
Uno de los arietes de la propuesta popular para
presionar al Gobierno fue el hecho de contar con el apoyo del PNV, que calificó la medida de "razonable".
Después de todo, la formación que gobierna el País Vasco acaba de promover con
éxito una segunda deflactación del IRPF en este ejercicio. El territorio foral,
el único junto a Navarra que suele acomodar parcialmente el impuesto a la
inflación cada año, ya lo deflactó al 1,5% de cara a 2022 y acaba de decidir
agregar un aumento de 4 puntos sobre todos los tramos para actualizarlo al
5,5%. El paso contó con el aval socialista en el Parlamento vasco.
"No podemos entender que lo que el PSOE y el
PNV quieren para los 2,2 millones de residentes en el País Vasco se lo nieguen
a los más de 44 millones de españoles que residen en el resto de las
comunidades de régimen común", critica el PP, que ve "una clara
discriminación entre unas personas y otras en función de donde residen y, peor
aún, de los intereses partidistas del Gobierno".
Hacienda, que podría haber tratado de vetar la iniciativa del PP de haber
prosperado por afectar a sus ingresos, rechaza la deflactación alegando que
esos recursos son necesarios para dar respuesta a la crisis inflacionista
sufragando los apoyos a las empresas y hogares más afectados. Feijóo, por su
parte, defiende que la medida es asumible dado que la recaudación hasta julio
arroja ya 22.200 millones más que hace un año gracias al aumento del empleo y
los precios. Así, las regiones del PP se preparan para deflactar la escala autonómica
del IRPF para 2023, mientras Madrid anunciaba esta semana que adelantará la
medida para que tenga impacto sobre las rentas de 2022.