La ministra de Trabajo da dos meses y medio al
comité de expertos para que presenten propuestas de subida del salario mínimo
que luego debatirá con patronal y sindicatos. La CEOE pide bajar el IRPF para
reducir la presión sobre las alzas salariales en convenio.
3
de septiembre Fuente Expansión
El Gobierno apurará los plazos, pero se compromete
a aprobar una nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI) para el
año 2023. Así lo aseguró el viernes la vicepresidenta segunda del Ejecutivo y
ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que dio el pistoletazo de salida al
proceso dando dos meses y medio al comité de expertos formado por su Ministerio
para presentarle una horquilla de propuestas de subida que luego negociar con
patronal y sindicatos. Díaz aprovechó la ocasión para instar a la patronal a
sentarse a negociar alzas salariales en los convenios colectivos a lo que la
CEOE contestó que nunca se ha levantado de la mesa pero que conviene hablar con
más prudencia y menos crispación dada la incertidumbre económica.
Bajo la presidencia de Pedro Sánchez, el salario mínimo ha subido un 33,5%, pasando de
735 a 900 euros mensuales (en 14 pagas) en 2019; elevándose a 950 euros en
2020; a 965 euros el pasado septiembre y a 1.000 euros en 2022. El acuerdo de
Gobierno firmado por PSOE y Unidas Podemos incluía el compromiso de que el SMI
alcanzara el equivalente al 60% del salario medio a final de la legislatura. El
comité de expertos de Trabajo cifró en su día esa cota en una horquilla de
entre 1.011 y 1.049 euros. Lejos de renunciar a este objetivo ante la
incertidumbre económica que ha abierta la invasión rusa sobre Ucrania, el
Ejecutivo defiende la necesidad de elevar los salarios para compensar el fuerte
empuje de la inflación, que crece a doble dígito interanual, y no cierra la
puerta a ir incluso más lejos de lo inicialmente planteado.
A tal efecto, la ministra de Trabajo hizo un doble mandato el viernes al comité de
expertos sobre el SMI: en primer lugar, calcular una nueva horquilla de subidas
del salario mínimo, actualizando el objetivo del 60% del sueldo medio y
teniendo en cuenta el marco inflacionista. En segundo término, seguir la estela
de los análisis del Banco de España para evaluar el impacto de las subidas del
SMI más allá del mercado de trabajo, midiendo sus efectos sobre los umbrales de
pobreza y desigualdad.
"En cuanto los expertos terminen sus
tareas", a mediados de noviembre, "convocaremos la mesa de diálogo social" con patronal y
sindicatos para iniciar la negociación sobre la subida concreta a acometer
"y sí, subiremos el SMI para el año 2023", comprometió Díaz. La
vicepresidenta argumentó que es la misma política que están siguiendo los
países del entorno, que están impulsando alzas excepcionales del SMI "como
consecuencia de la elevada inflación". Así, citó Díaz, Alemania sube su
SMI un 15%; Bélgica, del 12% al 14%; Grecia, el 9,7%; Países Bajos, un 10%;
Polonia un 14,6% y Francia lleva 3 alzas en 2021.
La ministra de Trabajo aseguró, no obstante, que
no hará públicas posibles cifras sobre la nueva subida del SMI "hasta
escuchar a los expertos y a los agentes sociales".
En todo caso, Díaz secundó la petición sindical de
sellar alzas salariales generalizadas para paliar la inflación. "Los
sindicatos están defendiendo el interés general porque todos ustedes están
perdiendo poder adquisitivo y los convenios registrados día de hoy son pocos,
por tanto, vuelvo a pedirle con animosidad a la CEOE que vuelva a la mesa de
negociación" que, asevera, abandonó en mayo. "Siéntense a negociar
por el bien del país", dijo, aduciendo que la patronal "ha estado a
la altura" en los últimos años y debe volver a estarlo ahora.
La CEOE, a su vez, emitió un comunicado asegurando
que "nunca se ha levantado de ninguna mesa" y que si no hubo pacto de rentas es por la
exigencia sindical de ligar salarios al IPC, lo que podría desatar efectos de
segunda ronda y una espiral inflacionista, advirtió. "Sería deseable
generar desde las instituciones un entorno favorable a la consecución de
acuerdos de manera que se evite la conflictividad social y no hacer declaraciones
que favorezcan la crispación, que obviamente es perniciosa para la evolución de
la economía y del empleo", concluía la CEOE, en una clara crítica al apoyo
de Díaz a las movilizaciones de los sindicatos para exigir alzas salariales.
LA CEOE PIDE BAJAR EL IRPF PARA REDUCIR LA PRESIÓN
SALARIAL
"Los datos de desempleo y afiliación a la
Seguridad Social de agosto confirman la tendencia a la desaceleración del
mercado laboral, advertía el viernes la CEOE en un comunicado de valoración del
dato del paro que advertía al Gobierno de que dado el duro impacto de la
inflación sobre las empresas, "un estrechamiento de sus márgenes podría
desembocar en un deterioro aún mayor del empleo en el medio plazo".
"Para frenar este proceso y propiciar la recuperación es
fundamental", defiende, asistir a los sectores más afectados, como la
industria, con planes estratégicos y de rebaja del coste energético. Más allá,
la CEOE se muestra especialmente crítica con la decisión el Gobierno de
impulsar nuevos impuestos sobre la banca y las firmas energéticas, "ahondando
en la vulnerabilidad de la economía, al tiempo que aumenta aún más la carga
fiscal sobre las empresas". Después de todo, recuerda, "el aumento de
la inflación ya está produciendo una mayor recaudación por impuestos, que
acabará el año en máximos históricos". "Sería más aconsejable
aprovechar el mayor margen fiscal para reducir la factura del IRPF en favor del
bolsillo de los ciudadanos y de cara a aliviar también los costes para las
empresas", rebajando la presión sindical para que sean ellas quienes
compensen el alza de precios con subidas salariales y "evitando alimentar
la espiral inflacionista y favoreciendo los acuerdos sociales".