La institución europea mantiene el crecimiento
español para este año, apoyado en la recuperación del turismo y la rápida
ejecución del Plan de Recuperación, pero se desinfla para el año que viene.
15 de Julio Fuente Expansión
Continúan acumulándose los correctivos a las
expectativas de crecimiento de la
economía española. El último viene a través de la Comisión Europea,
que en su informe de previsiones de cara a 2022 y 2023, hecho público ayer,
prosigue la senda de moderación de las cifras económicas españolas que ya han
dibujado otras instituciones, como el Banco de España, o el propio
Gobierno español, que, en palabras del presidente, Pedro Sánchez,
ya reconoce que las circunstancias actuales "harán que la economía
española crezca menos de lo esperado en los próximos meses".
Esos próximos meses de menor crecimiento no serán
los que quedan de año ya que, para este periodo, la Comisión Europea no ha
corregido sus previsiones con respecto a mayo: el crecimiento permanece
en el 4%, cerca de la previsión realizada por el Gobierno en abril, del
4,3%. El golpe llega en 2023, con una de las mayores revisiones a la baja de
toda Europa, de 1,3 puntos porcentuales: un crecimiento del 2,1% después
de que la propia Comisión estimara meses atrás que sería del 3,4%. Para este
periodo, el Gobierno había estimado hace tres meses un crecimiento del
3,5%. El enfriamiento económico va en línea de lo que ocurre en toda
Europa, ya que en ningún país las previsiones mejoran. En concreto, la
economía de la zona euro crecerá un 2,6% en 2022 y un 1,4% en 2023.
En una línea similar van las previsiones de BBVA
Research, también hechas públicas ayer y que apuntan a un avance
del 4,1% para este año y una mayor moderación para 2023, del 1,8%. Pese a
ello, el último trimestre de 2022 y el primero de 2023 podrían encadenar caídas
en el PIB, con lo que España entraría en una corta recesión técnica para salir
un trimestre después.
La contracción económica, aunque a nivel de la
zona euro, también la contempla la Comisión Europea, como su "escenario
más severo, que se ha convertido ya en algo más que algo hipotético. Una
tormenta es posible, pero no estamos en ese punto todavía", manifestó
ayer el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni.
Los motivos de esta preocupación se resumen en que
se han cumplido algunas de las señales de alerta del informe anterior de la
Comisión Europea: los "shocks de una impredecible evolución
de los mercados energéticos" por la guerra en Ucrania, las "condiciones
de financiación más duras, "una deceleración aguda en Estados
Unidos", "una actividad económica en China más baja de lo
esperado"... "Todo esos riesgos se ha materializado", afirmó
el comisario europeo de Economía.
"En España", continuó Gentiloni, "la
actividad económica de este año se sustentará en el retorno del turismo a
niveles prepandemia y en una más rápida implementación de las
inversiones bajo el Plan de Recuperación y Resiliencia. Hacia el
final del año y en 2023, se prevé que la actividad económica frene, como
consecuencia de que los hogares ajusten sus decisiones de consumo a la
incertidumbre económica y la subida de precios".
La subida de precios mencionada por Gentiloni es
otra de las malas noticias para España. La nueva revisión de la Comisión
Europea vaticina una inflación media hasta finales de año del 8,1% y
no será hasta 2023 cuando los precios se estabilicen un poco
más, con una inflación media del 3,4%. En la zona euro
alcanzará el 7,6% y el 4% en 2022 y 2023, pero además, se prevé que el
tercer trimestre del año marque un nuevo récord histórico, del 8,4%.
"Pese a una economía que se va debilitando, las presiones inflacionarias
permanecen fuertes, pero tras el récord declinará", subrayó Gentiloni.
Precisamente ayer, la vicepresidenta primera del Gobierno y
ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia
Calviño, anunció una revisión al alza de las previsiones de la
inflación en el contexto de la preparación de los Presupuestos Generales del
Estado de 2023. Por el momento, los meses de verano se prevén de altas
tensiones inflacionarias. Un informe de Funcas, publicado el
miércoles alertó de que la inflación, situada en junio en el 10,2% interanual,
no dará tregua en julio y agosto, puesto que permanecerá por encima del 10%, y
cerrará el año en una media del 8,9%.