Considera que
se evitaría un impulso fiscal generalizado, así como el empleo de las cláusulas
de indexación automática.
7 de julio Fuente: CincoDias
EL gobernador
del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, considera que el pacto de rentas
debería incluir al sector público, evitando tanto un impulso fiscal
generalizado como un uso generalizado de las cláusulas de indexación automática
en las partidas de gasto en este contexto de escalada inflacionista.
El gobernador
del Banco de España, al igual que el Gobierno, ha vuelto a insistir este
jueves en el impulso de este pacto de rentas, que pasa por que empresas y
trabajadores, en el marco del diálogo social, acuerden compartir la "inevitable"
pérdida de renta nacional que supone el aumento de los precios de las
importaciones de productos básicos.
"Evitar
este bucle es precisamente el objetivo prioritario del acuerdo de rentas que
venimos defendiendo en los últimos meses en el Banco de España", ha
remarcado el gobernador durante su intervención en la primera Conferencia anual
sobre Economía Española organizada por el Banco de España.
Y es que, en
este incierto escenario ante la guerra en Ucrania, uno de los principales
puntos preocupantes está siendo el significativo aumento de la tasa de
inflación a nivel mundial, europeo y español. En concreto, la inflación en
España aumentó significativamente en 2021 y se aceleró aún más a principios de
2022, alcanzando 10% en junio.
Además, el
gobernador ha señalado que aunque las subidas de precios se concentraron
inicialmente en las materias primas y los alimentos y parecían tener un
carácter relativamente temporal, en los últimos trimestres su intensidad ha
sorprendido sistemáticamente al alza, extendiéndose al resto de bienes y
servicios de la cesta de consumo y mostrando signos de mayor persistencia.
Por ello, el
análisis del actual episodio inflacionista, Hernández de Cos ha remarcado a que
una dinámica de moderación de los salarios una reducción de los márgenes
comerciales evitará la aparición de un bucle de retroalimentación entre precios
y salarios.
Corte del gas
ruso
El gobernador ha
explicado que la recuperación que venía experimentando la economía española
tras la fase más aguda de la pandemia se ha visto atenuada por las
interrupciones en la cadena de suministro y, en la segunda mitad de 2021, por
el aumento de los precios de las materias primas energéticas agravado por la
invasión rusa de Ucrania.
Pese a esta
recuperación que se había iniciado, en el primer trimestre de 2022, el PIB de
España seguía estando 3,3 puntos porcentuales por debajo de su nivel
prepandémico, mientras que en la zona del euro se situaba 0,5 puntos
porcentuales por encima de su marca anterior a la crisis.
Según las últimas
proyecciones del Banco de España, publicadas el pasado mes de junio, en
ausencia de nuevos shocks o de una escalada de la guerra en Ucrania, se prevé
que la economía española siga una senda de recuperación gradual, que podría
alcanzar los niveles de PIB prepandémicos en el tramo final de 2023.
Pero las
proyecciones están rodeadas de una "incertidumbre extraordinariamente
alta", en particular relacionada con la evolución de la guerra en Ucrania.
Algunas de estas incertidumbres ya están teniendo un impacto negativo en la
economía mundial y tienen el potencial de afectar significativamente a las
perspectivas de crecimiento.
A modo de
ejemplo, una hipotética interrupción de las importaciones de materias primas
energéticas procedentes de Rusia golpearía duramente a la economía europea y
española. De hecho, últimas simulaciones Banco de España muestran que tal
escenario tendría un impacto negativo de entre el 0,8% y el 1,4% sobre el PIB
español en el primer año.
Plan
plurianual
Además, desde el
Banco de España han vuelto a advertir de que en los próximos años, el
endeudamiento público se mantendrá muy cerca o incluso superará los niveles
actuales, a menos que se aplique un ambicioso plan de ajuste fiscal.
En concreto,
varias simulaciones indican que si no se realiza ningún ajuste fiscal en España
en los próximos años, la presión ejercida por el envejecimiento de la población
sobre el gasto público hará que aumente la ratio deuda pública/PIB.
Por el
contrario, en un escenario alternativo en el que se realice un esfuerzo de
consolidación, coherente con el mantenimiento del saldo primario estructural
previsto en la última macroeconomía del Banco de España para 2024, la ratio de
deuda pública se situará en niveles cercanos al 120%.
Si se produjera
un mayor ajuste fiscal, por ejemplo, si el saldo primario estructural mejorara
en 0,5 puntos porcentuales cada año hasta alcanzar el equilibrio -una senda más
coherente con las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento-, la deuda
pública podría reducirse al 82% del PIB en 2040.
Si este ajuste
fuera acompañado de un ambicioso paquete de reformas estructurales, la ratio de
deuda pública podría situarse en torno al 79% del PIB en 2040.
Por ello, el
organismo insiste en que se debe diseñar cuidadosamente un plan plurianual de
consolidación fiscal y aplicarlo con rigor una vez que la economía española se
encuentre en la senda de la recuperación.
En este sentido
cree que cuanto antes se diseñe y anuncie dicho plan integral será mejor, ya
que esto ayudaría a aumentar la confianza y a reducir la incertidumbre, algo
especialmente importante en el contexto de la normalización de la política
monetaria.