La Autoridad Fiscal rebaja una décima, al 4,2% del
PIB, el crecimiento para este año, pero alerta de que los precios recortan ya
el poder de compra de las familias.
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de Julio Fuente Expansión
El impacto de la elevada inflación sobre la economía española será demoledor, si las
medidas del Gobierno no consiguen atenuarla. La Autoridad Fiscal (AIReF) elevó
ayer su previsión de inflación para este año, desde el 6,5%, que había
calculado en mayo, al 7,8%. 1,3 puntos más que, entre otras cosas impacta sobre
el coste en pensiones. Así se desprende del Informe sobre la Ejecución
Presupuestaria, Deuda Pública y Regla de Gasto 2022 de las Administraciones
Públicas, que presentó ayer Cristina Herrero, presidenta de la AIReF.
La Autoridad Fiscal calcula que la tasa del 7,8%
en los precios va a suponer un gasto adicional para la Seguridad Social de
15.000 millones de euros en la
subida de las pensiones del próximo año. El dato refleja que cada décima de
subida de los precios son 192 millones de euros, y un incremento del 10% del
gasto en pensiones contributivas.
No obstante, la AIReF considera posible que el
Gobierno cumpla su previsión del 0,5% del déficit de la Seguridad Social,
debido al fuerte incremento del empleo. La cifra de 20,3 millones de afiliados
es la más alta en la historia de la Seguridad Social.
No obstante, la elevada inflación amenaza la evolución positiva del empleo y el
desarrollo económico. La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, alertó ayer
de que la escalada de los precios ya se está notando en la evolución del
consumo privado. "Se aprecia una merma de la capacidad adquisitiva de los
hogares, en un contexto de condiciones financieras menos favorables, con una
disminución del ahorro generado con la pandemia [del coronavirus], y un
deterioro de la confianza de las familias".
Las condiciones financieras para las familias van
a empeorar porque el Banco
Central Europeo (BCE), ya ha anunciado que este mismo mes subirá un 0,25% los
tipos de interés, y en septiembre hará otra subida, aunque no ha especificado
cuánto. También ha finalizado los programas de compra masiva de deuda de los
estados. Por todas estas razones, la Autoridad Fiscal alertó de que "los
riesgos a la baja" se intensifican para final de año y el primer trimestre
de 2023, definido por la guerra en Ucrania y la escalada inflacionista. Un
escenario que ya sería muy malo si Rusia cortase totalmente el suministro de
gas, lo que provocaría una recesión en la Unión Europea.
Esto sería un problema para España, porque, paradójicamente, la Autoridad Fiscal, como
el Banco de España, prevé un crecimiento importante de la economía a partir del
segundo trimestre del año y, sobre todo, hasta diciembre. Todo ello gracias,
fundamentalmente, al impulso del sector turístico, y al impacto de los fondos
europeos de recuperación en la inversión y el empleo. La AIReF calcula que los
fondos europeos van a añadir al PIB 1,8 puntos, hasta elevar este año el
crecimiento total de la economía al 4,2%. Una décima menos que en la última
previsión de mayo. No obstante, Herrero se quejó de que su institución no está
recibiendo información suficiente del Gobierno sobre la aplicación de los
fondos de recuperación.
En este escenario, la Autoridad Fiscal estima que el déficit de las
administraciones públicas será del 4,5% del PIB. Es decir, tres décimas que en
el informe de primavera. Esto se debe a la prórroga de las medidas del Gobierno
para afrontar la crisis energética. Solo esta decisión del Ejecutivo supone un
incremento del déficit público de 6 décimas de PIB. Y ello, a pesar del fuerte
incremento de la recaudación fiscal por el crecimiento económico, la elevada
inflación y la creación de empleo. Las comunidades autónomas cerrarán el año
con un déficit del 0,9% del PIB, tres décimas más que el 0,6% previsto. También
es preocupante la evolución de la deuda. A medio plazo, la Autoridad Fiscal
proyecta una disminución sobre el PIB de 9,6 puntos en los próximos cuatro
años, hasta el 108,8% en 2025. No obstante, y a partir de ahí, sin reformas que
rebajen el déficit estructural, de fondo, la deuda "retomará una senda
ascendente", hasta una horquilla de entre el 125 y 140% del PIB para 2040.