Los precios mundiales de la comida ya estaban en
los niveles más altos de la última década. Los suministros de cereales y aceite
vegetal de Rusia y Ucrania añaden presión en productos básicos.
El conflicto de Ucrania viene a asestar un nuevo golpe a los
precios de la alimentación en el mundo, que ya venían subiendo desde
la pasada primavera por factores muy variados -el aumento de la demanda china
de muchos productos, el encarecimiento de los costes energéticos, la
subida de los fertilizantes por el coste del CO2...-.
Ahora se une el impacto especial en los
productos de los que la zona en conflicto es especialmente productora: trigo,
maíz y aceite de girasol, fundamentalmente. Los países que importan
estas materias primas van a tener que buscar nuevas fuentes de
aprovisionamiento y esto va a hacer subir aún más los precios en general.
El indicador de precios mundiales de la
FAO, que se revisa mes a mes, lleva desde el verano señalando que el
precio de la comida está en los niveles máximos de la última década. En el caso
de los cereales, se habían mantenido estables en los últimos dos meses, por la
incorporación de las cosechas del sur (Argentina y Australia) después de que en
la segunda mitad del año pasado tuvieran un incremento espectacular.
Los dos países en conflicto representan alrededor
del 29% de las exportaciones mundiales de trigo, el 19% de los suministros
mundiales de maíz y el 80% de las exportaciones mundiales de aceite de girasol.
Los más afectados
Este peso va a obligar a los grandes importadores
a replantearse sus compras. Los efectos más inmediatos se producirán en Oriente
Medio y África, que son los destinatarios del 70% de las exportaciones anuales
de cereales de Rusia. Son, además, las zonas más vulnerables a los precios de
la comida, por el peso del gasto alimentario en los presupuestos familiares.
Ayer, los puertos ucranianos estaban cerrados para
las salidas de mercancías.
Esto se reflejó en los mercados de futuros sobre
materias primas. Los futuros de trigo marcaban ayer su nivel
máximo desde mediados de 2012. También en los mayoristas de cereales,
que ayer en España se mantuvieron cerrados a causa de la fuerte incertidumbre
sobre los precios mundiales. El secretario general de Accoe -la patronal de los
comerciantes de cereales-, José Manuel Álvarez, afirmó que en los mercados de
cereal "no hay cotizaciones" y que en estos momentos cunde la
confusión sobre la situación en los puertos de Ucrania y sobre
el alcance de los bombardeos, así como por la inquietud por la posible la
limitación de tránsito en los puertos del este de Europa, informa Efe.
España es un país deficitario en cereales,
compra a Ucrania cerca de un 30 % de sus importaciones de maíz
y el 60 % de las de girasol, explica.
Tenemos 'stock' de trigo
En cuanto a la repercusión para las industrias
españolas que dependen de estos suministros, el director de Incerhpan
-interprofesional de harineros y productores de pan-, Ramón Sánchez, aseguraba
ayer a EXPANSIÓN que el sector español importa un 40% del trigo,
pero solo el 5% lo adquiere en Rusia y Ucrania. La
mayor parte procede de Francia. Eso no significa que no les afecte, ya que el
precio va a subir a nivel mundial y se encarecerá de todas maneras.
La dimensión del problema dependerá de cuánto se
alargue el conflicto. Sánchez señala que el sector realiza sus compras a medio
plazo y que cuenta con stocks de trigo para al menos dos o tres meses, que es
cuando termina la actual campaña.
En todo caso, la subida del trigo está
encareciendo la producción del sector desde mediados de 2020, reconoce, y este
es un factor más.
Peso en la exportación
Desde la patronal alimentaria Fiab destacan el
elemento de incertidumbre y las posibles sanciones que se puedan derivar, pero
también matizan que "Rusia y Ucrania no son nuestros principales mercados,
por lo que el impacto sobre el global de las exportaciones no sería demasiado
elevado".
En concreto, Ucrania ocupa el
país de destino número 36 en el ránking de las exportaciones españolas de
alimentos y bebidas, con una cifra de ventas de aproximadamente 140 millones de
euros en 2021.
En cuanto a Rusia, Fiab recuerda que
en 2014 el Gobierno ruso impuso un veto a ciertos alimentos y bebidas
de la Unión Europea, que redujo las ventas en este país. En 2021 las
exportaciones de España a Rusia se situaron en el número 27 del ránking de
países de destino de nuestras exportaciones, con un valor 196 millones de
euros.
Fuente Expansión