Los expertos para la reforma fiscal han propuesto
mantener el Impuesto de Patrimonio y el de Sucesiones y Donaciones y han
abogado por establecer un límite mínimo, para ambos tributos, ante el actual problema de competencia a la baja
entre comunidades autónomas.
Así lo ha explicado el presidente del Comité de
Expertos, Jesús Ruiz-Huerta, en una rueda de prensa para presentar el
'Libro Blanco' para la reforma fiscal.
Ruiz-Huerta ha explicado que, en la medida que las comunidades autónomas
tienen un problema de competencia a la baja, los expertos entienden que hay que
evitar el "vaciamiento" y la "desaparición" de estos
impuestos, por lo que han recomendado al Gobierno estudiar el establecimiento
de límites mínimos de gravamen efectivo, al tiempo que se mantiene la autonomía
y la competencia normativa.
En el último capítulo del Libro Blanco se analizan
los principales impuestos patrimoniales, así como la conveniencia y necesidad
de ordenar el ejercicio de determinadas competencias relativas a los impuestos
personales sobre la riqueza, cuya regulación ha sido en parte cedida a las
comunidades autónomas de régimen común y se proponen posibles reformas en este
ámbito.
En relación con los fundamentos económicos y
jurídicos de estos impuestos, los
expertos han recordado que, en España, al igual que en otros países del
entorno, la desigualdad de riqueza es más amplia que la de la renta. Además,
han apuntado que la brecha entre los extremos se ha hecho más profunda desde
los años de la crisis financiera, de manera que una proporción relevante y
creciente de la riqueza se concentra en especial en la parte más alta de la
distribución.
Entrando en detalle, sobre el Impuesto de Patrimonio, el comité
recomienda su mantenimiento. Además, se propone el mantenimiento del límite conjunto
IRPF-Impuesto de Patrimonio, con una posible elevación del impuesto mínimo a
pagar. En cuanto al mínimo exento, se considera conveniente establecerlo en un
millón de euros, para procurar concentrar la tributación en la parte alta de la
distribución de la riqueza. Por último, el comité aboga por una reducción de la
tarifa, manteniendo en todo caso su carácter progresivo.
En lo que se refiere a la necesaria reforma del
impuesto sobre sucesiones y donaciones, entre otras propuestas para ampliar la base imponible, el comité propone
mantener la reducción por adquisición de empresa individual, negocio
profesional y participaciones en entidades, aunque, al igual que sucede con la
exención del patrimonio empresarial y profesional en el impuesto de patrimonio,
urge a evaluar periódicamente la efectividad de este beneficio fiscal.
Además, el comité aconseja revisar la regulación
de los requisitos exigidos para su aplicación, en particular, el establecimiento de un importe máximo de base imponible
que pudiera beneficiarse de esta reducción. Y en la misma línea que en el
impuesto de patrimonio, el comité propone un mínimo exento alto y una escala de
gravamen moderada para los grupos I y II de parentesco.
Con todo, el comité sugiere al Gobierno que la
reforma de estos impuestos a la riqueza ha de acompañarse necesariamente de una
diferente delimitación de la capacidad normativa de las comunidades de régimen
común para asegurar el fortalecimiento de sus ingresos tributarios.
El comité se inclina por la conveniencia de avanzar
hacia una concentración de las competencias normativas de las comunidades, en el
ámbito del mínimo exentos, las escalas de gravamen y posibles deducciones o
bonificaciones de la cuota. Así, se mantendría la coordinación en todo el
territorio de las bases imponibles y liquidables y se aseguraría una cuantía
mínima de gravamen efectivo.