Ya era sabido que la Unión Europea había permitido la implementación de medidas tributarias en el ámbito de la fiscalidad de las economías digitales con una premisa previa clara: en el momento que se alcanzase un consenso las medidas serían derogadas.
Pues este consenso ha llegado. Publica hoy la Administración tributaria en su página web el acuerdo del pasado 8 de octubre de 2021 respecto de la derogación de las medidas individuales aplicadas y el compromiso de no imponer nuevas medidas, avanzando de esta manera hacía una solución global por parte de más de 130 países miembros de la OCDE.
Los últimos en incorporarse a este acuerdo han sido Austria, Italia, Francia, Estados Unidos, Reino Unido y España siendo la línea más importante, en el corto plazo, del acuerdo la siguiente:
«In line with this objective, Austria, France, Italy, Spain and the United Kingdom have agreed that as part of Pillar 1, they will withdraw all Unilateral Measures on all companies and refrain from imposing new Unilateral Measures. In general, Austria, France, Italy, Spain and the United Kingdom had preferred for withdrawal of Unilateral Measures to be contingent on implementation of Pillar 1, while the United States had preferred withdrawal of Unilateral Measures immediately as of October 8, 2021, the date political agreement with respect to Pillar 1 was reached.
Alineados con este objetivo, Austria, Francia, Italia, España y Reinio Unido han acordado, como parte de la aplicación del Pilar 1, que derogarán todas las medidas efectuadas de manera unilateral —sobre la fiscalidad de la economía digital— sobre todas las compañías y adquieren el compromiso de no imponer medidas nuevas. En general, Austria, Francia, Italia, España y Reino Unido han preferido que dicha derogación vaya de la mano de la implementación del Pilar 1 mientras que Estados Unidos ha hecho efectiva de manera inmediata la derogación de sus medidas a partir del 8 de octubre de 2021, fecha en la que tiene lugar el acuerdo político respecto al Pilar 1».
Es conveniente destacar que este acuerdo no supone efectos inmediatos para la fiscalidad española ni determina la efectiva derogación de ninguna normativa interna española pero sí permite entrever cual será el camino de la fiscalidad de las rentas generadas por la economía digital en años venideros.
Este acuerdo se enmarca dentro de las medidas BEPS (Base Erosion and Profit Shifting) que pretenden evitar la erosión de la base imponible por traslado a otras jurisdicciones con una fiscalidad más atractiva de las rentas generadas en el seno de la economía digital. Sin ánimo de entrar en un análisis de las diversas contenidas en los acuerdos sobre las BEPS, que aún se encuentran en desarrollo y son fuente de profundo e intenso debate, parece que el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales tiene los días contados.