La fusión de las dos entidades suma 4.109 millones
en préstamos fallidos. Su exposición total al ladrillo tóxico alcanza los 6.610
millones
4
de mayo CincoDias
BBVA y Sabadell fueron los dos bancos que en
2023 más vieron engordar sus créditos dudosos con garantía
hipotecaria. Como consecuencia, la posible fusión anunciada este martes provocará que el banco
resultante sea el que más préstamos fallidos tenga, con 4.109 millones de euros
de exposición a este tipo de créditos, por delante de CaixaBank y Santander,
según se recogen en las cuentas de las entidades del pasado año.
En el ejercicio de 2023, CaixaBank fue la entidad
con mayor volumen de crédito dudoso con garantía hipotecaria, es decir,
préstamos impagados por parte del cliente y que cuentan con un inmueble como
garantía de pago. La entidad presidida por José Ignacio Gorigolzarri tiene
3.346 millones de estos fallidos (ver gráfico).
Le sigue BBVA, ya que el banco presidido por
Carlos Torres dispone de 3.228 millones en este tipo de fallidos con garantía
hipotecaria (31,5% más en un año). Si se le suma el caso de Sabadell, que
cuenta con 727 millones (13,4% más), lo que suman los citados 4.109 millones.
Santander fue la que más redujo el volumen de estos créditos dudosos, ya que
cerró con 908 millones (11,9% menos frente a 2022), muy por debajo de sus
grandes rivales.
Los seis grandes bancos españoles (Santander,
BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) acumulan
en conjunto 9.290 millones en créditos ligados a la compra de vivienda con
garantía hipotecaria, un 9,4% más.
Tercera en exposición total
En cuanto a la exposición total, que suma los
créditos dudosos, el valor de adjudicados y la financiación a promotores, el
nuevo BBVA-Sabadell suma 6.610 millones, de los que 4.746 millones corresponden
a BBVA (un 6,9% menos en un año) y 1.864 millones (5,5% menos) a la entidad
catalana presidida por Josep Oliu.
De esta forma, el grupo financiero resultante
estará por detrás de CaixaBank (7.759 millones) y de Santander (6.834
millones), ya que ambas entidades sufren un gran volumen de inmuebles
adjudicados -que pasa a propiedad del banco tras ejecutar una hipoteca-.
Concretamente, el grupo catalán cuenta con 4.118 millones en adjudicados y la
corporación presidida por Ana Botín dispone de 5.506 millones en este tipo de
activos.
La banca se sacudió el pasado año 3.000 millones
vinculados al ladrillo tóxico. Las seis entidades cotizadas han
reducido un 11,5% su exposición al inmobiliario problemático. Aun así, los
seis bancos suman en conjunto riesgos por 23.500 millones.
Reducción en activos tóxicos de la banca
Los bancos españoles llevan años reduciendo su al
ladrillo, que además de los créditos fallidos se le suma el valor de inmuebles
adjudicados y la financiación dudosa a promotores de vivienda. A partir de la
explosión de la burbuja inmobiliaria de 2008, los balances de bancos y cajas de
ahorro se llenaron de esta exposición tóxica, lo que se llevó por delante a
muchas entidades, fundamentalmente cajas de ahorro.
Desde entonces, ha habido diversas estrategias,
como la creación de la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la
Reestructuración Bancaria), en la que las cajas con problemas volcaron esos
activos y préstamos problemáticos, y el en caso de las grandes entidades
procedieron a la estrategia de venta de grandes carteras a fondos. Fue el caso
del Santander con Blackstone en el proyecto Quasar; y tanto BBVA como Sabadell
traspasaron gran parte de ese portfolio a Cerberus. Además,
cada año, los bancos siguen vendiendo carteras más pequeñas.
Habitualmente, estos créditos se venden a
inversores institucionales y fondos buitre con agresivos descuentos respecto a
su valor nominal. En los casos más exagerados, esa rebaja puede llegar al 90%,
pero los bancos prefieren deshacerse de las carteras dañadas para sanear su
balance y ahorrarse los recursos que deberían destinar en recuperar esos
créditos impagados.
El máximo en el acumulado de ladrillo tóxico en la
banca se dio en 2011, justo antes de la creación de Sareb. Bancos
y cajas cerraron 2011 con más de 180.000 millones en activos tóxicos, de los
que más de 100.000 eran créditos problemáticos y unos 85.000 millones
son pisos, oficinas, solares, promociones y otras propiedades adjudicadas por
impago de deudas.
Un gigante en activos
La fusión de BBVA y Sabadell, tal como se ha
publicado esta semana, dará como resultado un grupo financiero con 1,03
billones en activos, solo por detrás de los 1,8 billones de Santander, y a
distancia de CaixaBank, que tiene 613.000 millones. Esto le situaría en el top
10 de entidades europeas con activos con más de un billón de euros, en un ranking encabezado por HSBC, BNP Paribas y Crédit
Agricole.
En el caso del número de oficinas bancarias, la
entidad resultante dispondrá de 3.084 sucursales, de las que 1.881 corresponden
a BBVA. Se situará solo por detrás de CaixaBank (4.161 oficinas).
Además, la unión provocará que la nueva BBVA sea la única entidad con oficina
bancaria en 48 códigos postales, lo que le dejaría en una posición de
monopolio en esas ubicaciones, tal como publicó este diario el jueves.
Igualmente, el futuro banco sería el segundo en
depósitos de la clientela, con 338.660 millones, y también el segundo en
préstamos, con 281.586 millones, en ambos casos por detrás de CaixaBank.
ALFONSO SIMÓN RICARDO SOBRINO