La ministra de
Trabajo pretende emular el modelo alemán de codecisión en los ámbitos
empresariales, "porque mejorará la productividad".
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MAYO CincoDias
La ministra de
Trabajo, Yolanda Díaz, ha puesto hoy sobre la mesa un asunto espinoso, al
anunciar que en breve va a convocar a la patronal y los sindicatos para
"debatir" y "abordar" el desarrollo legal de la posible
participación de los representantes de los trabajadores en los consejos de
administración y órganos de toma de decisiones de las empresas. De salir
adelante una norma de este tipo "mejorará la productividad de las empresas
y de la economía en general", ha asegurado la titular de Trabajo.
Díaz ya había
anunciado durante su intervención la manifestación del Primero de Mayo en
Madrid su intención de negociar una Ley de Participación Institucional con los
agentes sociales, si bien no ha sido hasta hoy en un encuentro informativo
organizado por Europa Press cuando ha concretado qué persigue con esa
regulación.
Se trataría según
ha explicado, de aprobar una ley que desarrolle el artículo 129.2 de
la Constitución española que dice que “los poderes públicos promoverán
eficazmente las diversas formas de participación en la empresa y fomentarán,
mediante una legislación adecuada, las sociedades cooperativas. También
establecerán los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la
propiedad de los medios de producción”.
Esto se
traduciría fundamentalmente en la presencia en los consejos de administración de los
trabajadores a través de su representación legal, algo que según ha recordado
Díaz ya existe de forma regulada en 18 países del mundo. El modelo más antiguo
de este tipo de representación es la denominada fórmula codecisión de Alemania,
presente desde 1976. La norma alemana La ley permite a los trabajadores elegir
representantes (normalmente sindicales) para casi la mitad del consejo de
administración. Se aplica a las empresas públicas y privadas con más de 2.000
empleados. En el caso de las compañías con entre 500 y 2.000 trabajadores la
elección de esta representación se limita a un tercio del consejo.
Sin embargo, Díaz ha
reconocido que "la manera de trabajar en España no es la misma que en
Alemania" y por eso ha sugerido que el modelo germánico no es trasportable
directamente a la legislación española y, por eso, pretende primero escuchar a
académicos y técnicos legales y luego a los empresarios y sindicatos, para
negociar una regulación de esta participación laboral en las empresas.
"Esto
enriquecería a las empresas no solo porque las democratizaría, no hay ningún
otro lugar donde se ejerza la democracia de manera tan directa, sino porque
además, los trabajadores son una parte del talento de los consejos de
administración que no se puede perder", ha insistido la ministra.
En este sentido
ha recordado que ya hay empresas como Navantia o "muchas
empresas en el País Vasco" que ya tienen sentados a representantes de sus
trabajadores en los consejos de administración.
En
cualquier caso, ha recordado que, una vez se inicien las negociaciones para
regular esta cuestión, "si lo que pienso no funciona, no me da miedo
rectificar", dejando así abierta la posibilidad de que se trate de un
asunto tan espinoso que pueda no llegar a buen término.
Tras este anuncio
de la ministra, el líder de CC OO, Unai Sordo, se mostró de acuerdo con
que "la falta de democracia en los centros de trabajo es uno de los
grandes déficits del modelo laboral español". Por ello, ha añadido que
"sería muy importante que a la hora de determinar las decisiones
estratégicas que se toman en una empresa sobre inversión o sobre mejora de la
productividad, a los trabajadores no se les conciba como un sujeto pasivo, sino
como un sujeto democráticamente empoderado y esto es muy importante. Lo hacen
los países más avanzados del mundo. Es un elemento de mejora, no solo de la
calidad del empleo, sino de la productividad de las propias empresas", ha
coincidido con Díaz.
En ese punto, Sordo ha
apostado por la productividad "buena" que es, según ha explicado, la
que tiene que ver con la mejora en las formas de trabajo, con la cualificación
permanente o con la transición digital, "y ahí la participación de los
trabajadores es clave, porque nadie mejor que un trabajador para velar por el
futuro de su empresa, porque si pierde la empresa pierde el puesto de
trabajo", ha señalado. Por lo tanto, estos motivos calificaron de
necesarias medidas que amplíen la participación de los trabajadores en la
empresa: "El sindicalismo fue el pariente pobre de la transición y la democracia
se quedó en las puertas de los centros de trabajo. Esto es verdad y hay que
corregirlo en nuestro país", ha concluido.
Por otra parte, Díaz ha
anunciado que también en los próximos días convocará a los interlocutores
sociales para buscar soluciones a la existencia de unas 109.000 vacantes en
empresas que no encuentran trabajadores para cubrir esos puestos, algo que la
ministra ha equiparado, pero en mucha menor gravedad, a la denominada
"gran dimisión" que está experimentando el mercado laboral de Estados
Unidos.
Fuente: CincoDias