El Gobierno
prevé poner en marcha una reforma fiscal integral en 2023 que adapte las normas
tributarias a la economía digitalizada, elimine beneficios fiscales ineficaces,
mejore la progresividad del sistema y sobre todo, incremente los ingresos, pero
¿qué sabemos de esta reforma fiscal?
Tal y como se apunta en el Plan de Recuperación, Transformación y
Resiliencia, el Gobierno ha creado un Comité de Personas Expertas para la
Reforma Fiscal que elaborará y presentará, en febrero de 2022, un Libro Blanco
de propuestas que el Ejecutivo tendrá en cuenta para su reforma.
Así, el
calendario prevé revisar las recomendaciones de los expertos y aprobar las
medidas a lo largo de 2022 para implementarlas en 2023, aunque la ministra de
Hacienda, María Jesús Montero, ha puntualizado que la puesta en marcha podría
retrasarse si para 2023 aún no se ha recuperado el PIB previo a la pandemia.
Sin embargo, el
Ejecutivo sí prevé empezar a aplicar algunos "pequeños ajustes" de
impuestos antes de esa fecha, sobre todo aquellos con fines sanitarios o
medioambientales, y da por reformados algunos tributos con los cambios ya
implementados.
Esto es lo que
sabemos hasta ahora de cómo afectará la reforma fiscal a los principales
impuestos.
IRPF
Los Presupuestos
de 2021 aumentaron en dos puntos el tipo del IRPF para rentas de trabajo
superiores a 300.000 euros y en tres puntos para rentas del capital superiores
a 200.000 euros.
Además, bajaron
la reducción máxima por aportaciones a planes de pensiones de 8.000 a 2.000
euros en los individuales y subieron de 8.000 a 10.000 euros en los de empresa.
En principio, el Gobierno no prevé realizar más cambios en el IRPF aunque
analizará posibles propuestas del grupo de expertos.
Así, por
ejemplo, la memoria de impacto de género del Plan apunta a la posibilidad de
eliminar la reducción por tributación conjunta, una opción que el Gobierno
asegura que no está comprometida con Bruselas pero que revisará en línea con la
recomendación ya formulada por la AIReF.
Sociedades
El impuesto de
sociedades es una de las piezas clave de la reforma fiscal, sobre todo porque
en los últimos años ha perdido capacidad de recaudación.
El Presupuesto
de 2021 ya obligó a tributar una parte de los beneficios de las filiales en el
extranjero, pero el Gobierno quiere ir más allá, especialmente después de que
la administración estadounidense haya planteado un impuesto de sociedades
mínimo global.
Tal y como
avanzó antes de la pandemia, el Ejecutivo prevé establecer un tipo mínimo
efectivo del impuesto de sociedades del 15 % (el nominal es del 25 %) que
supondría, en la práctica, limitar las deducciones que pueden aplicarse las
empresas.
IVA
La revisión de
beneficios fiscales prevista en el Plan también supondrá examinar los tipos
reducidos del IVA, algo reclamado insistentemente por la Unión Europea, aunque,
ha insistido Montero, esto no implica necesariamente que se vayan a eliminar.
En ese sentido ya se ha suprimido el IVA reducido para las bebidas azucaradas y
edulcoradas.
Patrimonio
Los Presupuestos
de 2021 incrementaron en un punto el tipo máximo del impuesto de patrimonio
para las fortunas de más de 10 millones de euros.
El Plan no
contiene ningún otro compromiso relativo a este impuesto, aunque Montero ha
abogado en varias ocasiones por establecer algún tipo de armonización para
evitar competencia fiscal entre comunidades autónomas, una armonización que
también pretende extenderse al impuesto de sucesiones y donaciones.
Hidrocarburos
El Plan de
Recuperación prevé revisar las bonificaciones del impuesto de hidrocarburos, lo
que afecta principalmente al diésel.
El Gobierno ya
planteó elevar la tributación del diésel, que es menor a la de la gasolina pese
a ser más contaminante, en las cuentas de 2021, aunque finalmente retiró la
medida en el marco de las negociaciones parlamentarias.
Impuestos
medioambientales
La reforma
fiscal pretende mejorar la tributación ambiental, que en España es una de las
más bajas de Europa, más allá del impuesto de hidrocarburos.
Por el momento,
se han aprobado los nuevos impuestos sobre residuos en vertedero y plásticos de
un solo uso. Además, el Plan alude directamente a la modificación del impuesto
sobre los gases fluorados de efecto invernadero y del impuesto de matriculación
de vehículos para adaptarlo al estándar medioambiental, al tiempo que sugiere
la posibilidad de aprobar nuevos tributos.
Nuevos
impuestos
Por el momento,
ya están en vigor los nuevos impuestos sobre determinados servicios digitales y
las transacciones financieras, aunque el Gobierno prevé adaptarlos si
finalmente se alcanza un consenso internacional para gravar estas materias.
El Plan también
aboga por revisar la fiscalidad del sector aéreo, una propuesta que encaja con
la consulta pública abierta a comienzos de 2020 sobre la imposición de una tasa
a los billetes de avión.
Fuente:
Expansion