El número de microempresas ha experimentado un
crecimiento sin parangón en 2020. España es uno de los países de Europa más capaces
de mantener un mayor número de empresas de menos de diez empleados a cinco años
vista, pero la tasa de supervivencia sigue baja, en torno al 52%.
En España y
resto de países del entorno europeo, la economía de las micropymes es
protagonista en el tejido empresarial. En el mercado español, el 40,5% del
empleo se concentraba en compañías de menos de nueve asalariados en tiempos
prepandemia, y el número de pequeñas empresas, especialmente de microempresas
con menos de 10 empleados, se disparó en 2020 a raíz de las restricciones
impuestas para intentar tener al virus bajo control.
La ola de
despidos y ERTEs también dio la oportunidad a muchas personas que disponían de
más tiempo a establecer pequeñas empresas , creadas desde sus propios domicilios. España es uno de
los países que ya antes de la pandemia lideraba la creación de micropymes que
son capaces de mantenerse cinco años después, aunque la tasa de supervivencia
sigue siendo muy baja.
"España
creó la impresionante cantidad de 55.329 microempresas en
2013", destaca un estudio realizado por Money.co.uk. Sin embargo, solo
28.612 sobrevivieron cinco años, lo que significa que las micropymes tienen
una tasa de supervivencia a cinco años de apenas el 52%, destaca el
informe, que sitúa a España como el quinto país europeo con mayor
número de microempresas que han sobrevivido cinco años.
El trabajo
analiza datos de 28 países europeos con el fin de determinar qué mercados
son más capaces de mantener microempresas duraderas, esto es,
qué países son capaces de producir la mayor cantidad de negocios que perduran
cinco años desde su fundación.
Los países con
más microempresas después de cinco años
Las tasas de
supervivencia fluctúan alrededor de una media del 30% entre el mejor y
el peor de los casos, según el análisis que recopila los últimos datos de
la estadística comunitaria Eurostat. Reino Unido, con 114,590
empresas, seguido a gran distancia de Turquía, con 114.590; Francia,
con 35.060; Italia, con 31.211, y en quinto lugar, España,
con 28.612 micropymes activas cinco años después de nacer, lideran el índice de
supervivencia. Entre los diez primeros, figuran también Alemania,
Polonia, Rumanía, Portugal y Eslovaquia, por orden descendiente.
Del estudio se
desprende que el país más capaz de asegurar la supervivencia de las
microempresas es Francia, que cuenta con una tasa de supervivencia
empresarial del 75% a cinco años. En 2013, este país produjo 46.549
microempresas, de las cuales 35.060 seguían funcionando cinco años después.
El segundo país
más exitoso es Suecia, con una tasa de supervivencia a cinco años
del 73%. En 2013, el país produjo 17.574 microempresas, de las cuales 12.908
sobrevivieron al periodo de cinco años. Eslovaquia, en tercer
lugar, cuenta una tasa de supervivencia del 70%, con 18.949 microempresas en
2013 de las cuales 13.328 aún existían en 2018.
Por contra, el
país con la tasa de supervivencia a cinco años más baja es Dinamarca,
donde se crearon más de 8.000 microempresas en 2013, pero solo 3.458
sobrevivieron al período de cinco años, lo que dejó a Dinamarca con una tasa de
supervivencia de apenas el 42%.
Tras Dinamarca, Reino
Unido ocupa penúltimo lugar con una tasa de supervivencia del 43%.
"Sin embargo, en este país residían la mayoría de las empresas que
sobrevivieron cinco años: la friolera de 114.590, el doble que
cualquier otro país", destaca el informe. La tasa de Polonia,
con el 44%, le sitúa a continuación con 36.000 microempresas, aunque menos de
16.000 sobrevivieron cinco años. El análisis no incluye a Irlanda, Grecia,
Chipre, Malta, Macedonia del Norte y Serbia por datos insuficientes para
contabilizar un periodo de cinco años.
Salman Haqqi,
experto en finanzas personales de Money.co.uk, señala en un comunicado que
"sin duda, muchas empresas han sentido el impacto negativo de la pandemia
en las ganancias, pero en los últimos 18 meses también se ha registrado
un aumento en el número de pequeñas empresas en todo el mundo.
"Nuestro
análisis de las últimas cifras de Eurostat muestra que hay un puñado de países
en Europa donde las posibilidades de supervivencia son más altas que en
otros, específicamente en Francia, Suecia y Eslovaquia. Las
pequeñas empresas en estos tres países tienen la tasa de supervivencia más alta
del continente, con más del 70% de las empresas activas superando
el periodo de cinco años, un indicador vital para muchas
empresas".
"Si bien
hay muchas maneras en que las pequeñas empresas pueden financiarse por sí
mismas, incluidos los inversores y los ahorros personales, algunos empresarios
pueden solicitar un préstamo comercial. Al igual que con todos los préstamos,
es importante recordar que cualquier dinero prestado debe devolverse, con
intereses, durante un período de tiempo determinado, y los pagos
atrasados pueden afectar a su solvencia".
CARACTERÍSTICAS
DE LAS MICROPYMES EN ESPAÑA
Un informe de la
Fundación BBVA-Ivie destaca las características más importantes de las empresas de
entre uno y cuatro y de entre cinco y nueve trabajadores en España en
comparación con sus socios europeos.
Empresas más
pequeñas que la media europea
El tamaño medio
de las empresas españoles es inferior a la media europea. Concretamente, en
España, el 40,5% del empleo se concentra en microempresas (empresas de menos de
10 trabajadores), un porcentaje que es 11,3 puntos porcentuales superior a la
UE-28. Si se analiza la situación española frente a otros socios europeos, las
diferencias son aún más pronunciadas. De esta forma, mientras en España el
40,5% del empleo se genera en las empresas pequeñas, en Reino Unido apenas
llega al 17,3% (23,2 puntos menos) y en Alemania al 19,2% (21,3 puntos menos).
De entre las principales economías europeas, sólo Italia supera a España en
este sentido, allí las microempresas concentran el 46,1% de los puestos de
trabajo. En cambio, la importancia del empleo en las empresas grandes (de más
de 250 trabajadores) en España es del 27%, frente al 33% en la UE-28, el 37,0%
en Alemania y el 46,1% en Reino Unido.
Baja
productividad
La primacía de
las microempresas en España limita la productividad porque representa un freno
para incorporar más capital humano y capital tecnológico, desarrollar procesos
innovadores o internacionalizar la actividad. De hecho, una de las principales
implicaciones del predominio de las microempresas es que la productividad media
del tejido económico español es sensiblemente inferior a la de los otros países
vecinos, superándola en un 42% Alemania, un 74% Reino Unido y un 51% Francia.
Respecto a la media de la UE-28, las microempresas españolas son un 29% menos
productivas, mientras que en las grandes la productividad en España es un 13%
inferior.
Baja supervivencia
El problema del
tamaño de las empresas en España empieza desde su origen: Se crean empresas a
un ritmo similar al de otras economías europeas, pero muchas son muy pequeñas,
acaban cerrando pronto y otras no generan empleo adicional. La menor supervivencia
empresarial se debe, en parte, a que la mayoría de empresas que nacen pequeñas
carecen de los recursos humanos y financieros adecuados para alcanzar tamaños
que les permitan aprovechar economías de escala y ser más productivas, explica
la Fundación BBVA-Ivie. Cuanto más grande es la empresa, mayor su
supervivencia, especialmente en España. De hecho, el 61% de los proyectos de
las empresas españolas sin asalariados no llegan a los cinco años, frente al
48% en Francia, el 54% en Italia o 58% en Reino Unido. En cambio, en las
empresas nuevas de al menos diez trabajadores las tasas de supervivencia son
superiores a las de los autónomos: 20 puntos más en España, 19 puntos en
Alemania, 6 puntos en Francia, 3 puntos en Reino Unido y 1,2 puntos en Italia.
Las
microempresas destruyen más empleo
Además, en las
microempresas se destruye un porcentaje mayor del empleo inicial, lo que frena
su crecimiento y su contribución al empleo. La elevada rotación empresarial
hace que el saldo del empleo creado cada año por las nuevas empresas y el
destruido por las que cierran tenga escasa influencia en las variaciones del
empleo total (3-4%). BBVA- Ivie apunta en su informe que para la evolución de
la ocupación lo más importante es el crecimiento o decrecimiento del empleo de
las empresas existentes que siguen vivas, si bien su dinámica resulta influida
por la fase del ciclo.
Baja formación
de los emprendedores
El estudio
destaca que el bajo perfil formativo de muchos de estos nuevos emprendedores
-solo uno de cada diez parados con estudios obligatorios realiza formación-
dificulta la supervivencia de sus proyectos que, en su mayoría, consisten en
actividades de escaso contenido tecnológico y bajo valor añadido. Para que
aumente la productividad hay que mejorar la preparación de los pequeños
emprendedores mediante la ampliación de la oferta de actividades de formación
continua y también promover el emprendimiento entre los titulados superiores.
Fuente Expasion