Países Bajos presenta un esquema fiscal
particularmente atractivo para grandes holding empresariales y firmas
internacionales que repatrien dividendos del extranjero.
28
de febrero Expansión
El mayor atractivo fiscal del territorio es uno de
los incentivos que Ferrovial tiene para trasladar su
sede social de España a Países Bajos, como ha comunicado este martes que
planea hacer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El consejo de administración de la firma ha
propuesto una fusión entre la matriz del grupo y la sociedad
neerlandesa Ferrovial International, que ya es propietaria del 86% de
los activos de la compañía, mientras que prevé comenzar a cotizar en Estados
Unidos.
Ferrovial aduce, entre otros argumentos, que la mayor parte de su negocio se produce ya
fuera de España, siendo el negocio internacional responsable del 82% de sus
ingresos y el 90% de su valor bursátil.
El peso de la actividad global de la compañía es, precisamente, la que confiere un mayor
atractivo fiscal al traslado a Países Bajos, donde la repatriación de
dividendos conlleva menos peajes tributarios.
Así, de hecho, la tributación de Ferrovial por el impuesto de Sociedades apenas
variará entre un país y otro. El tipo nominal del tributo en España es del 25%,
mientras que en Holanda se abona un 19% por los primeros 200.000 euros de beneficio,
pero se aplica un 25,8% desde este umbral, explican desde el Registro de
Economistas Asesores Fiscales (REAF).
A partir de ahí, en 2021 Ferrovial abonó 44
millones de euros en tributos sobre su beneficio en España y 158 millones en
todo el mundo (sumando Sociedades, IVA no deducible, tributación local, etc).
Conviene tener en cuenta, en todo caso, que la compañía deberá seguir
tributando en España por su actividad en el país.
La gran duda en este terreno es hasta qué punto el
traslado de sede social supondrá un efecto arrastre sobre servicios generales u
otras unidades radicadas en España y sobre la alta dirección del grupo, lo que puede conllevar un traslado
de imposición societaria por el negocio desplazado, y por supuesto de
IRPF e IVA por el personal que pase a residir en Países Bajos.
Ante todo, España pierde la tributación de
los dividendos internacionales repatriados y de la actividad en paraísos
fiscales. Una cuantía no menor dado que el actual Gobierno endureció su
tributación al rebajar del 100% al 95% la exención sobre el cobro de dividendos
y plusvalías de filiales, lo que ha sido criticado por las empresas por
provocar una doble imposición sobre beneficios ya gravados en
origen. Ferrovial estima que la medida le supuso un impacto de 39 millones en
2021.
"Países Bajos atrae muchas sedes
empresariales porque tienen muchos incentivos", exención sobre dividendos y sistemas tributarios
específicos para holdings, explica Luis del Amo, secretario técnico del REAF,
que indica que por ello muchas multinacionales que aterrizaron en Irlanda
buscando baja fiscalidad han terminado desplegando allí una segunda pata.