El Banco de España calcula que el 59,3% del
incremento récord de los ingresos públicos registrado el año pasado, unos
18.000 millones de euros, es directamente achacable a la escalada de los
precios.
3
de marzo 2023 Expansión
El ascenso vertical registrado en la recaudación
tributaria durante el año pasado, hasta la inédita cota de los 254.000 millones
de euros, estuvo principalmente propiciado por el efecto arrastre de la
escalada de los precios. Así lo ha dictaminado el Banco de España en un
análisis sobre la evolución de los ingresos públicos que concluye que seis de
cada 10 euros adicionales logrados por Hacienda durante 2022 fueron
directamente generados por el aumento de la inflación.
"El efecto estimado de la inflación en la
evolución reciente de los ingresos públicos es notable y ha ganado peso en los
últimos trimestres", relata el supervisor en el informe Los ingresos
públicos tras la pandemia: residuos fiscales e inflación, publicado ayer. En
este sentido, detalla, "en los tres primeros trimestres de 2022 el crecimiento
de los precios habría supuesto 7,3 puntos porcentuales de los 12,3 puntos
porcentuales de incremento de los ingresos públicos observado en este período.
Esto es, más de la mitad" de todo el aumento de la recaudación cosechada.
Las cifras implican, concretamente, que la subida de los precios fue
responsable directa del 59,3% de los ingresos fiscales adicionales obtenidos
por el Estado español durante los tres primeros trimestres de 2022.
Conviene recordar que, en el marco del repunte de
la demanda tras la parálisis del COVID, los cuellos de botella en las cadenas
de producción global, la crisis energética y la invasión rusa sobre Ucrania, la
inflación llegó a dispararse a doble dígito en España el pasado año, alcanzando
tasas de variación interanual del 10,8% desconocidas en los últimos 40 años.
Aunque el Índice de Precios de Consumo (IPC) fue
moderándose en los últimos meses del año, arrojando una tasa de inflación media del 8,4% en el ejercicio,
extrapolar el cálculo del Banco de España al conjunto de 2022 permite estimar
que su aportación a las arcas públicas fue de varios miles de millones. A falta
de los datos oficiales de cierre del ejercicio, el secretario de Estado de
Hacienda, Jesús Gascón, calculaba esta misma semana que la recaudación
tributaria del año pasado ascendió a un total de unos 254.000 millones, unos
31.000 millones más que el año anterior. Es decir, que la inflación habría sido
causante de 18.000 millones de la recaudación extra.
El informe del Banco de España detalla que "en 2022, el impacto de la inflación es
particularmente elevado en el IVA, por los aumentos en los precios al consumo,
y en el IRPF, por la progresividad en frío". Este último fenómeno, también
conocida como rémora fiscal, es la subida tributaria encubierta que se produce
cuando las tarifas del Impuesto sobre la Renta no se actualizan con la
evolución de salarios y precios.
En realidad, la tendencia se ha ido acentuando. De media, explica el supervisor, "se estima
que el repunte de los precios podría explicar aproximadamente el 46 % del
incremento de los ingresos públicos tras la pandemia", pero aunque
impuestos indirectos "se ven automáticamente afectados" por la
evolución del IPC, en otros casos el efecto puede tardar en demostrar su
calado. "En este sentido, y de cara al año en curso, cabe esperar una
menor contribución de la inflación sobre el IVA como consecuencia de la
desaceleración esperada en los precios. Sin embargo, es probable que el impacto
sobre el IRPF y las cotizaciones sociales se incremente en la medida en que se
produzca una cierta aceleración del crecimiento de los salarios y como
resultado de la indicación de las pensiones con la inflación del año
precedente", anticipa el informe.
En este sentido, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) estimó que
la inflación causó el 50% del alza de recaudación de 2022 y será el 75% en
2023.
El Banco de España destaca que la recaudación
resistió mejor que la economía a la embestida del Covid por las medidas de
protección de rentas como los ERTE y que en 2022 "superó el nivel que
habría alcanzado de mantenerse la tendencia previa a la pandemia",
mientras que el PIB ni siquiera ha recuperado el nivel precrisis.
Con todo, y aun reconociendo el influjo de la recuperación del empleo junto al de
la inflación, el supervisor destaca que "un tercio del aumento de ingresos
fiscales" es de origen desconocido. Aunque Hacienda achaca parte de esos
"residuos" al afloramiento de economía sumergida, el Banco de España
pide "prudencia" y no considerar estructural este alza de ingresos.