El ministro de Inclusión, Seguridad Social y
Migraciones, José Luis Escrivá, atribuyó ayer las críticas que su reforma de
las pensiones ha recibido del sector financiero al deseo de estas empresas de
"crear incertidumbre" en los ciudadanos sobre el futuro del sistema
público. Y, con ello, estimular la compra de sus productos financieros y de
ahorro. Por ejemplo, los planes de pensiones.
5
de mayo Expansión
En el VI Encuentro Economía Sénior, organizado
precisamente por CaixaBank, el ministro dijo lo siguiente: "Si se examina
de dónde vienen las críticas al sistema público de pensiones, en prácticamente
todos los casos estas provienen de instituciones, fundaciones o actores
relacionados con el sistema financiero o el sistema asegurador, que tienen un
interés común".
Desde que el Gobierno comenzó a hacer la reforma
de las pensiones en 2021 se han sucedido las críticas a las mismas desde el
BBVA, Unespa, la patronal de las aseguradoras, o Fedea, que tiene a varias
entidades financieras como patronos de esta. También desde Inverco, la patronal
de los fondos de inversión y de planes y fondos de pensiones.
Escrivá dijo que "cuesta encontrar a alguna
institución o persona que no tenga ningún interés en estos sectores y que
manifieste su opinión sobre la sostenibilidad del sistema".
Las primas de ahorro
El ministro, que tiene un largo recorrido
profesional en el sector financiero, explicó que "el valor de estas
empresas depende de los depósitos y de las primas que se gestionen". Y,
por lo tanto, "si existe incertidumbre sobre el sistema de pensiones, la
propensión del ciudadano será ahorrar más en productos financieros".
Escrivá pidió tranquilidad a los pensionistas, que son diez millones de personas, aunque
reconoció que, desde este mismo momento hasta 2050, el sistema tendrá que hacer
frente a la jubilación de los que nacieron en la explosión de la natalidad que
tuvo lugar entre 1955 y 1977 del siglo pasado.
Esta es la razón principal de que la última de las
reformas de pensiones que ha
aprobado el Gobierno haya aumentado los medios de recaudación con un incremento
continuado hasta 2050 de las cotizaciones sociales. Fundamentalmente, para las
empresas y los trabajadores más cualificados. Sólo con la subida del Mecanismo
de Equidad Intergeneracional, hasta un 1,2%, el Gobierno espera ingresar hasta
130.000 millones de euros hacia 2045 en el Fondo de Reserva de las pensiones.
Por esta razón, y porque para entonces descenderán
los trabajadores que se jubilen, Escrivá dijo que "pueden estar
tranquilas" aquellas personas que se jubilen más allá de 2050. La
generación que sigue a la de la explosión de la natalidad "es más
estrecha, por lo que el gasto en pensiones bajará significativamente" a
partir de 2050.
No obstante, Escrivá anunció que "en las
próximas semanas" se volverá
a reunir con la patronal y los sindicatos para explorar otras vías de
jubilación activa, con jornada completa o parcial.
El ministro recordó el acuerdo piloto que ya
existe en la sanidad para que los médicos de familia y pediatras puedan hacer
compatible el 75% de su pensión con el salario ingresado por su trabajo a
jornada completa o a media jornada. "Si da resultados, podríamos inspirar
una política general", explicó Escrivá, como posibilidad de ampliar esta
modalidad a todos los nuevos pensionistas.
El ministro explicó que ya están vigentes incentivos a la jubilación
demorada, como el abono de una prima única de hasta 12.400 euros por año de
retraso en la jubilación. Así, destacó que la Seguridad Social ya ha pagado
primas a los nuevos jubilados de hasta 200.000 euros.