Pese a la moderación del IPC por la electricidad y
los carburantes, la cesta de la compra sigue encareciéndose. Los productos que
más habían subido en marzo continúan escalando.
14 de Mayo Expansión
Puede que la inflación se haya moderado
ligeramente en abril a causa de la bajada en el precio de la electricidad y los
carburantes, pero la cesta de la compra sigue subiendo. El mes
pasado, el crecimiento interanual de 23 productos básicos habituales en los
lineales de supermercado ha superado el 10%, según detalló ayer el Instituto
Nacional de Estadística (INE). En lo alto del ranking de las categorías de
productos que más se encarecen, se encuentran otros aceites comestibles
(96,2%), el aceite de oliva (42,5%) y las pastas alimenticias (25%).
El motivo que explica este incremento es la traslación
del aumento de los costes de producción de las empresas al precio de venta al
cliente. El precio en aumento de las materias primas influye, pero también
la subida de los carburantes de los meses previos, febrero y marzo. La guerra
en Ucrania, que acentuó una creciente inflación que venía desde 2021 y que
tiene una influencia directa en el precio de los combustibles, sigue
descuadrando las cuentas de muchas familias.
Junto a los productos ya mencionados, destacan otros cuya subida es la más grande
respecto a marzo: el encarecimiento de los otros aceites comestibles es 50,1
puntos más alto, el de los huevos, 10,6, y el de las harinas y otras cereales,
9,1. Por otro lado, productos como el pescado fresco, el arroz y el
cacao y el chocolate en polvo moderan sus precios en abril.
En su dato global, la inflación en España alcanzó
en abril un crecimiento interanual del 8,3%, con lo que cae un punto y medio
con respecto al dato del mes de marzo y rompe una racha de 13 meses en
constante alza sin contar enero de este año. No se había producido una
subida de ese calibre desde enero de 1987, lo que da una dimensión de el
impacto de la espectacular subida de la energía y los carburantes en los gastos
mensuales de las familias españolas. Además, el núcleo duro de la inflación, el
índice subyacente, que no tiene en cuenta ni los alimentos frescos ni la
energía, continúa aumentando. Cerró en 2,1% en 2021 y en cuatro meses ya se ha
colocado en el 4,4%. Es el dato más alto registrado en 27 años.
La inflación subyacente, un indicador más
fiable para medir el impacto de los precios en la economía familiar a largo
plazo, llevó a modificar las previsiones para fin de año. Funcas calcula
que, con el barril de petróleo manteniéndose en el entorno de precios que tiene
ahora, sobre los 105 dólares, las estimaciones previas han quedado obsoletas:
la tasa media anual de inflación se situará en el 7%, dos décimas más que la anterior
previsión, mientras que la subyacente llegará al 4,6%. En diciembre, según
Funcas, la inflación interanual será del 4,8%. Para 2023, calcula una tasa
media anual del 3,1% en la general y del 3,6% en la subyacente. Además de los
productos mencionados, destacan las subidas interanuales de las salsas, con un
15,2%; la leche entera y la desnatada, ambas en el entorno del 14%; los
productos de panadería, que aumentan un 14,5%; la mantequilla, las legumbres y
las patatas chip, con un 12,8%, la carne de vacuno, con un 12,7% o las frutas
en conserva, que se anotan una subida del 12,6%. Por comunidades autónomas, la
inflación bajó respecto a marzo en nueve de ellas, mientras que se mantuvo
estable en otras cuatro.
DESCENSO EN LA ELECTRICIDAD Y LOS HIDROCARBUROS
Entre tantos datos de crecimiento de doble dígito
del precio de los productos, destacan otros que realizan el camino inverso: una
caída espectacular. La electricidad es el mayor exponente de las puntuales
bajadas de los precios registradas por el INE en abril. Con respecto al mismo
mes del año pasado, ha crecido un 34,9%; sin embargo, respecto a marzo de 2022
su precio se ha desplomado en casi 73 puntos porcentuales. Un camino similar,
aunque con descensos mucho más moderados, realizan el gasóleo y la gasolina,
tras el intento del Gobierno de contener unos precios que habían escalado en
los últimos meses. Los principales hidrocarburos por volumen de consumo han
disminuido 13 y 17 puntos porcentuales respectivamente. Los hidrocarburos
licuados, como el butano, se mantienen prácticamente en el mismo precio, al
anotarse una disminución de tan sólo 0,2 puntos. En el lado contrario se
encuentra el gas natural, que ha experimentado subidas de 7 puntos en un sólo
mes. También los combustibles líquidos, que han pasado de un crecimiento
interanual del 83% en marzo al 95,7% en abril.