12
de abril Expansión
CaixaBank se une al Banco de España, la Airef, el
Consejo de Economistas, Funcas y BBVA Research al estimar que el avance del PIB
en 2022 rondará el 4%, lejos del 7% que todavía mantiene el Gobierno.
La previsión oficial del Gobierno de que la
economía española rebotaría un 7% este año apoyada en la inversión de las ayudas europeas del Plan
de Recuperación, con la que se elaboró el Proyecto de Presupuestos
Generales del Estado, se ha mantenido inalterada pese a la ralentización del
PIB, el galopante alza de los precios, o los atascos en las cadenas de
producción y distribución que comenzaron a hacerse notar el año pasado y se han
visto acentuadas tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Sin embargo,
una oleada de revisiones a la baja de las principales entidades de análisis
macroeconómico presiona ya al Ejecutivo para que admita un recorte cercano
a los tres puntos en la tasa de avance de la actividad de cara a la revisión
del cuadro macroeconómico que debe actualizar para Bruselas antes de fin de
mes.
La última gran casa de estudios en revisar a la
baja sus proyecciones ha sido CaixaBank, en cuyo último informe mensual de situación recorta en 1,3 puntos su
estimación de crecimiento del PIB español para 2022 hasta el 4,2%, frente al
5,5% que mantenía hasta la fecha. La revisión está fuertemente marcada por
el alza de la inflación, que asume que concluirá el ejercicio con
una media anual del 6,8%, 2,3 puntos por encima de su anterior estimación.
"La guerra en Ucrania tendrá un impacto
significativo sobre la economía española y ya se comienzan a manifestar algunos
efectos", reza el informe de CaixaBank Research que, aunque admite que los
datos todavía son preliminares como para calcular la magnitud del impacto
final, "confirman que la elevada incertidumbre y el aumento de los precios
son dos de los principales canales de impacto de la guerra en Ucrania sobre la
economía española".
Oleada de recortes
"Cabe destacar que los principales canales de
impacto directo del conflicto de Ucrania (aumentos en los precios del gas, que
se trasladan al precio de la electricidad, del petróleo y de los alimentos) ya
se han reflejado en el dato de inflación de marzo", cuando el Índice de
Precios de Consumo (IPC) protagonizó un repunte de 9,8% interanual, rozando ya
los dos dígitos, a su nivel más alto desde mayo de 1985. "Los elevados
precios de la energía han seguido filtrándose a los demás componentes de la
cesta de consumo al aumentar los costes de transporte y
producción. Esta tendencia seguirá empujando la inflación subyacente al
alza", advierte CaixaBank Research, sobre un indicador que avanza ya al
3,4%.
La valoración del servicio de estudios de
CaixaBank Research es solo la
última de una oleada de recorte de proyecciones emitida en los últimos días por
algunos de los principales analistas del país. La menos adversa es la del Banco
de España, que ha rebajado del 5,4% al 4,5% su estimación de crecimiento
económico para el año pese a temer que la inflación media del ejercicio se
acabará disparando al 7,5%, el doble de lo estimado hasta la
fecha y la previsión más dura de las publicadas en los últimos tiempos. En
líneas similares se ha pronunciado la Autoridad Independiente de
Responsabilidad Fiscal (Airef), que ha reducido el aumento de la actividad del
6,3% al 4,3% al disparar el alza de precios esperada del 1,8% al 6,2%. El
organismo que preside Cristina Herrero alerta además de que la coyuntura
restará empuje a los fondos europeos asociados al Plan de Recuperación, cuyo
efecto multiplicador baja ya de la unidad, pasando del 1,2 al 0,9, es decir,
que cada euro invertido dejará solo 90 céntimos en la economía.
La visión de las autoridades coincide a grandes
rasgos con la de los analistas privados. Así, Funcas ha recortado la estimación de crecimiento del PIB del 5,6 al
4,2% y elevado la inflación del 1,4% al 6,8% y BBVA Research
espera ya un avance económico del 4,1%, frente al 6,8% inicialmente planteado,
el más cercano al proyectado por Economía, asumiendo también que los precios
subirán un 6,8%. La visión más pesimista en cuanto a la ralentización del
crecimiento es la que aporta el Consejo General de Economistas, que apunta a
una horquilla de incremento del PIB de entre el 3,7% y el
3,9%, por debajo ya del 4%.
Riesgo de estanflación
Aunque la mayoría de los expertos rechaza de
momento que España afronte el temido escenario de estanflación (en el que
confluye un estancamiento del crecimiento con una elevada inflación), el riesgo
será creciente si la tendencia no se ve corregida y la economía sigue perdiendo
velocidad mientras los precios siguen escalando posiciones.
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia
Calviño,ha descartado tajantemente el escenario de
estanflación, si bien ha admitido ya que la guerra en Ucrania y la coyuntura
inflacionista tendrán un impacto relevante en la recuperación económica de la
crisis desatada por la pandemia de Covid.
En todo caso, Calviño ha dejado claro que la
revisión a la baja que inevitablemente tendrá que realizar sobre el cuadro
macroeconómico oficial no se realizará hasta finales de mes, coincidiendo con
el envío anual a la Comisión Europea del Programa de Estabilidad. Será entonces
cuando el Gobierno ponga sus propias cifras al impacto de la guerra y la subida
de precios sobre la economía española o estime el efecto balsámico que tendrá
su plan de choque contra la nueva crisis.
Fuente Expansión