Hasta ahora
la defensa la asumía Antonio Camacho, exministro socialista. Hoy, la Audiencia
Nacional ha celebrado la vistilla en la que ha rechazado enviar a prisión al
cerebro del caso Nummaria, Fernando Peña. Los magistrados le
retiran el pasaporte.
10
JUL. 2025 Expansión
Los magistrados
de la Audiencia Nacional han acordado la libertad provisional para el asesor
fiscal de Ana Duato e Imanol Arias, Fernando Peña, tras cambiar su estrategia
de defensa y confiarla a Fuster-Fabra Abogados. El procedimiento lo han llevado los
letrados José Carlos Velasco, Juan Ignacio Fuster-Fabra y Miguel Chacón. Hasta
ahora la defensa la asumía Antonio Camacho, exministro socialista. Este
movimiento estratégico se produce justo en el día más decisivo para el
fiscalista desde que se conoció su histórica condena.
El auto de
libertad, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, obliga al procesado a comparecer
los días 5 y 20 de cada mes. También le ha retirado el pasaporte y le prohíbe
abandonar el territorio nacional.
Los
profesionales de Fuster-Fabra se han encargado de la defensa en el
procedimiento de hoy. La Audiencia Nacional ha celebrado este jueves la
vistilla en la que ha rechazado enviar a prisión al cerebro del caso
Nummaria, Fernando Peña, condenado a 80 años de cárcel por los
supuestos delitos fiscales cometidos a través de su despacho. Los magistrados
han desestimado la petición de las acusaciones para su encarcelamiento
inmediato, una medida cautelar prevista en el artículo 505 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal ante la gravedad de la pena y el consiguiente riesgo de
fuga.
Los abogados
Miguel Chacón, José Carlos Velasco y Juan Ignacio Fuster-Fabra
La vista llega
semanas después de que la misma Sala dictara la sentencia que condenó a Peña
como el supuesto arquitecto de una presunta trama de defraudación. En el mismo
fallo, el tribunal impuso una pena de dos años y dos meses de cárcel al actor
Imanol Arias, mientras que absolvió a la también intérprete Ana Duato de todos
los delitos que se le imputaban.
El fallo, de 275
páginas, acusa a Peña como el artífice y principal beneficiario de un complejo
entramado societario. Según los magistrados, la "única finalidad de esta
estructura era la de evitar la tributación de los ingresos" y
"mantener oculto el patrimonio acumulado". El tribunal tacha de
"incongruentes" las declaraciones fiscales de Peña al compararlas con
su verdadera actividad, su elevado patrimonio en España y el extranjero, y los
ingresos de 1.250.000 euros anuales que él mismo declaró percibir ante la banca
suiza UBS.
El fallo destaca
que Peña fue mucho más allá de la asesoría, ya que "participa activamente
en la aportación del entramado societario para la maquinación
fraudulenta", asumiendo un "auténtico protagonismo en los episodios
clave" del fraude. Por ello, la Audiencia Nacional le condena a 32 años
por sus propios delitos (fiscal, estafa procesal, falsedad e insolvencia
punible) y a otros 48 años como cooperador necesario en los delitos de sus
clientes.