La vicepresidenta ignora el programa de gobierno
con el PSOE de equiparar el Salario Mínimo Interprofesional al 60% del salario
medio. La propuesta del 3% de CEOE le parece insuficiente.
24
de Noviembre Expansión
Una vez más, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía
Social, Yolanda Díaz, dio ayer una larga cambiada a los empresarios
en el diálogo social. Díaz explicó que su criterio para subir el
Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2024 es su
equiparación con la inflación. Si, tras dialogar con la patronal y los
sindicatos, la vicepresidenta consigue su objetivo, probablemente, colocará
está renta por encima del 60% del salario medio. Es decir, con un claro
incumplimiento del programa de gobierno pactado entre el PSOE y Sumar.
"El SMI seguirá creciendo a lo largo de la
legislatura para asegurar su poder adquisitivo, garantizándose en el Estatuto
de los Trabajadores que aumentará acompasado al 60% del salario medio", dice el acuerdo.
Pero Yolanda Díaz respondió así a la
propuesta que CEOE y Cepyme hicieron el miércoles al Gobierno y los
sindicatos sobre el SMI. Los empresarios plantearon a sus interlocutores una
subida del 6% en los dos próximos años. Un 3% en 2024 y 2025. Y,
además, plantearon una revisión salarial adicional de hasta un 1%, en el caso
de que al final de año, el Índice de Precios de Consumo supere el 3%. Con ello,
la renta pasaría en 2024 de 1.080 a 1.112,40 euros al mes que, por catorce
pagas, ascendería a 15.573,6 euros anuales. Y en 2025, la oferta de
los empresarios elevaría el SMI a 1.145,77 euros al mes, que, por catorce
pagas, se convertiría en 16.040,78 euros.
Convenios
Es el mismo modelo que pactaron los empresarios y
los sindicatos para la negociación colectiva del trienio 2023-2025.
Incrementos salariales en cada uno de los años correspondientes del 4% y el 3%,
más la cláusula de revisión citada.
Bien es verdad que CEOE y Cepyme ponen como
condición sine qua non para su propuesta sobre el SMI que el
Gobierno permita a las empresas trasladar este incremento del coste
laboral a sus precios en los concursos públicos.
En este contexto, Díaz dijo ayer que para subir el
Salario Mínimo Interprofesional tendrá en cuenta la propuesta de la CEOE y de
Cepyme, pero advirtió que esta renta "debe mantener el poder
adquisitivo". Es decir, que no valora lo que digan los empresarios en este
sentido.
Es más, si ya ha tomado una decisión al
respecto, la posición de Díaz es incongruente con solicitar a
su comisión de expertos que plantee una subida del SMI de acuerdo con el
60% del salario medio. Este año, está en 1.080 euros mensuales y 15.120
euros anuales por catorce pagas. Es decir el equivalente al 60% del salario
medio proporcionado por el Instituto Nacional de Estadística a la citada
comisión.
La vicepresidenta explicó que la inflación
interanual de final de año oscilará entre el 3,7% y el 3,8%. Por lo tanto, por encima de la oferta del 3% que
plantea la patronal para subir el SMI. Es una renta que afecta a entre 2,1 y
2,5 millones de trabajadores. Cada vez afecta más a la negociación colectiva.
Pero, la vicepresidenta explicó sus intenciones: "Ante una crisis de la inflación sin
precedentes como tenemos en nuestro país, vamos a emprender la subida del
salario mínimo interprofesional", dijo Díaz.
Durante su participación en un acto por la
igualdad de las mujeres gitanas, la vicepresidenta advirtió a los empresarios
de que el Gobierno "no quiere una sociedad basada en salarios bajos, como
se ha tenido en España hasta ahora", sino que quiere que sea también
europea en materia salarial. "Tenemos un diferencial negativo de
25 puntos con Europa en materia salarial" y, por ello, señaló que
"la herramienta fundamental" para reducir este diferencial y para
avanzar en igualdad es el SMI. "No hay mejor herramienta en las sociedades
contemporáneas", recalcó.
Claro que CCOO y UGT secundaron a Díaz en subir el
salario mínimo interprofesional con la inflación. "Para garantizar los niveles europeos de
dignidad y suficiencia también ha de tenerse en cuenta la evolución de
los precios de los productos básicos, como la alimentación.
"Constituyen la parte fundamental de la cesta de la compra de quienes
perciben la renta básica para garantizar que este salario cubre las necesidades
básicas de las personas trabajadoras y sus familias". La vicepresidenta
reiteró que convocará "con carácter inmediato a los agentes sociales para
la subida del SMI".