El Gobierno llega a un acuerdo con el PDeCat para
sacar adelante una reforma de la ley del mecenazgo que amplía su definición,
mejora las deducciones fiscales y permite contraprestaciones.
22
de abril Expansión
Dos años. Este es el tiempo exacto que ha estado bloqueada en el trámite
parlamentario una proposición de ley presentada en marzo de 2021 por el PDeCat
para modificar los incentivos fiscales al mecenazgo y que este
próximo miércoles será aprobada para su entrada en vigor a partir del 1 de
enero de 2024.
A lo largo de la legislatura tanto el ministro de
Cultura y Deporte, Miquel Iceta, como el presidente del Gobierno, Pedro
Sánchez, habían señalado la intención del Gobierno de tramitar una nueva
ley de mecenazgo con novedades fiscales para incentivar lo que la Real Academia
Española de la Lengua define como "protección o ayuda dispensadas a una
actividad cultural, artística o científica".
Finalmente, el pasado jueves los diputados del PDeCat Sergi Miquel y
Ferran Bel anunciaron un acuerdo con el Gobierno para sacar adelante una
iniciativa que llevaba desde el 21 de abril de 2021 congelada en una infinita
ampliación del plazo para presentar enmiendas, una práctica parlamentaria que
eterniza los procedimientos dejando en barbecho las iniciativas a la espera de
que llegue el momento para abordarlas.
El texto impulsado por el PDeCat reformará una ley
de 2002 ampliando los incentivos
fiscales y añadiendo la prestación de servicios a la definición del
mecenazgo, que hasta ahora la ley limitaba a la financiación monetaria.
La Comisión de Hacienda del
Congreso aprobó el jueves el informe de la ponencia y este miércoles aprobará
la iniciativa sin pasar por el Pleno, al tener competencia legislativa plena, y
enviarlo directamente al Senado para encarar la recta final de su tramitación
parlamentaria. El portavoz del PDeCat en la Cámara Baja ha celebrado que
"se trata de la primera proposición de ley de toda la legislatura que se
convertirá en ley y que no proviene de los dos grupos que apoyan al
Gobierno". Por su parte, Miquel destacó que la reforma va a ver la luz
"21 años después de la aprobación de la ley 49/2002 y después de cuatro
intentos fallidos".
Novedades
"Mejora las deducciones fiscales y actualiza
distintos conceptos para equiparar la ley actual a las mejores legislaciones
europeas, como la francesa y la italiana", subrayó Miquel sobre la nueva
ley.
Una de las principales novedades es la mejora de
los beneficios fiscales, incentivando el micro mecenazgo y elevando
los porcentajes de deducción. Por un lado, se aumenta en 100 euros, desde los
150 euros actuales a 250, la base sobre la que se puede deducir el 80% de la
donación en el IRPF, mientras que el resto tendrá un 40% de
deducción, en lugar del 35% vigente.
En el caso de las personas jurídicas las
deducciones en el Impuesto
de Sociedades también pasan del 35% al 40%. Además, en ambos casos se
premiará el mecenazgo sostenido aumentando la deducción al 45% en el caso de
las personas físicas y al 50% en el de las jurídicas, si en los dos años
anteriores ya se ha realizado la misma donación.
"Hoy un ciudadano que colabora con una
aportación media de 12 euros al mes a una ONG termina pagando alrededor de 150
euros que es el techo que marca la ley y, de estos, recupera 120, con lo cual
el coste total, la aportación final son 30 euros. Con nuestra ley, sumando a
estos 30 euros solo 20 euros, pagando 50 euros, se triplica la aportación a la
entidad", explicó Miquel.
En segundo lugar, se actualiza el concepto de donativos y donaciones, incorporando
las donaciones de servicios -en forma de asesoramientos y
consultoría, espacios de publicidad en medios de comunicación, donaciones
destinadas a la rehabilitación arquitectónica de bienes de interés cultural y
donaciones de espacios naturales protegidos o de bienes culturales de autores
reconocidos- como nuevo mecanismo de colaboración, ya que hasta ahora solamente
era considerado mecenas quien realizaba una aportación económica.
Ahora, con este cambio, según explicó Sergi Miquel, un despacho de
arquitectos, un estudio de diseño o un gabinete de comunicación podrán prestar
sus servicios altruistamente a una entidad sin ánimo de lucro, en lugar de
hacer una aportación monetaria.
Por otra parte, la reforma de la ley también permitirá una contraprestación "simbólica"
de bienes o servicios hacia el mecenas, siempre que no representen el 15% del
valor de la donación y con un tope máximo de 25.000 euros. A este respecto, el
diputado del PDeCat señaló que "hasta ahora había mecenas que aportaban
dinero a festivales o eventos culturales y no se les podía dar ni una sola entrada
como agradecimiento", por lo que "muchas entidades no podían utilizar
la ley de mecenazgo para establecer un vínculo con sus patrocinadores".
Por último, la nueva ley también amplía las
modalidades de explotaciones económicas exentas cuando sean desarrolladas por
entidades sin ánimo de lucro. En concreto se incluyen la investigación,
desarrollo e innovación; servicios de inserción sociolaboral de personas en
riesgo de exclusión social; y enseñanza y formación profesional vinculadas a
estudiantes de altas capacidades.