Aunque la inflación general se moderó en marzo
hasta el 3,3% interanual, el coste de los alimentos se disparó otro 16,5%.
15
de abril Expansión
Malas noticias para las familias españolas.
Aunque el IPC general ha moderado de forma significativa su
ritmo de crecimiento, en buena parte debido al efecto base comparativo con el
año pasado, cuando la invasión de Ucrania disparó la factura
energética y con ella la tasa de inflación, el precio de los alimentos sigue
sin dar tregua al depauperado bolsillo de los hogares, para los que la cesta
de la compra representa el segundo mayor capítulo de gasto por detrás
de los gastos relacionados con la vivienda (alquiler, hipoteca,
suministros...).
Así, mientras que la inflación general se
frenó en marzo hasta el 3,3% interanual por el abaratamiento de la
energía y los combustibles, como confirmó ayer el INE, reduciéndose 2,7 puntos respecto
a febrero, el coste de los alimentos se disparó otro 16,5%, dos
décimas menos que el mes anterior, pero aun así en zona de máximos históricos y
el quíntuple que el IPC global.
Un nuevo mazazo para las familias, que encadenan doce meses consecutivos de
subidas de doble dígito en los alimentos y para las que hacer la
compra se ha convertido en una cuesta de enero permanente, obligándolas a
detraer consumo de otros bienes duraderos o de ocio.
Y ello a pesar de la rebaja o supresión
del IVA que entró en vigor a principios de año para determinados
alimentos básicos y que se ha revelado ineficaz para contener la escalada de
los precios. De hecho, el coste de los alimentos volvió a aumentar en tasa
mensual (un 1,1% respecto a febrero), con algunos de esos productos de primera
necesidad subiendo por encima del 30% pese al IVA recortado.
La organización de consumidores Facua denunció ayer que cuatro de cada diez productos
afectados por la rebaja se han encarecido desde que entró en vigor la
medida, dato que, junto a la abrupta subida del conjunto de los precios, dio
alas a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para reanudar su
presión sobre los grandes distribuidores, a los que instó a que "den un
paso adelante y empiecen a bajar los precios" y enfatizando, de cara al
Gobierno del que forma parte, que "hay que actuar en los precios del
mercado de la alimentación en nuestro país" y "favorecer un acuerdo
entre las grandes empresas de distribución que acote los precios de productos
básicos".
Todos los alimentos han vuelto a encarecerse en
mayor o menor medida, con alrededor de 50 productos subiendo a tasas de
doble dígito. En marzo, el azúcar lideró las alzas, con
un encarecimiento del 50,4%. El aumento de los costes de producción
y las malas cosechas por la sequía y el cambio climático, que están reduciendo
la producción en todo el mundo, han convertido este producto casi en un lujo.
Le siguen la mantequilla, que hoy es
un 37,7% más cara que hace un año y dos productos con el IVA rebajado: el aceite
de oliva, que se dispara un 32,1%, y la leche, que cuesta un
30% más que en marzo del año pasado.
Un amplio lote de alimentos sube más de un 20%,
entre ellos varios beneficiados por el recorte del IVA, como las legumbres
y hortalizas frescas, cuyo precio asciende de media un 27,8%; la harina,
que se ha encarecido otro 24,9%; los huevos (+24,5%), o
las patatas (+20,8%).
En el catálogo de alimentos protegidos por ser
considerados de primera necesidad figuran también el queso, un
19,6% más caro que en marzo del año pasado pese a la bajada del IVA; el pan,
que sube otro 13,4%; las pastas alimenticias, que cuestan un 10,5%
más; los aceites de semillas, que, pese a atenuar su ascenso, se
encarecen otro 7,2%, o la fruta fresca, que lo hace en un 5,6%.
También se encarecen de forma significativa la
carne y el pescado, que el
Gobierno mantiene fuera de esa lista con IVA rebajado o suspendido. Así,
la carne de cerdo se dispara un 19,6%, la de vacuno un 13,1%; la de
ave un 12,2% y la de cordero, un 10,3%, mientras que el pescado fresco lo hace
un 6,2%.