Hasta ahora el tipo máximo era del 26%, pero el
Gobierno lo ha elevado al 27% para las ganancias superiores a 200.000 euros y
al 28% a partir de los 300.000.
21
de abril Expansión
España sube puestos entre los países europeos que
más gravan las ganancias de las rentas del capital de las
personas físicas. El cambio introducido por el Gobierno a través de los Presupuestos
Generales del Estado de 2023 coloca a España como el octavo país que
aplica un mayor tipo impositivo máximo a las ganancias generadas por este tipo
de rentas, que incluyen los rendimientos en forma de intereses de cuentas
bancarias y dividendos de acciones, entre otros.
En concreto, en 2023 el tipo máximo aplicado
en este ámbito ha pasado del 26% con el que se gravaba las ganancias superiores
a 200.000 euros anuales, a uno del 28% a partir de los 300.000 euros, mientras
que entre los 200.000 y los 300.000 ahora se aplica un tipo del 27%.
Con este incremento España sube tres posiciones en
la escala de los países de Europa que gravan las rentas del capital con tipos
máximos más altos, pasando del undécimo puesto en el que antes empataba con
Italia (26%) a equipararse con Portugal (28%) en el octavo escalón, al
adelantar a Austria (27,5%) y Alemania (26,4%).
En cualquier caso, España se mantiene lejos de los
países con mayores tipos máximos en este tipo de tributación. El país que
cuenta con un tipo máximo más elevado sobre las ganancias del capital es Dinamarca (42%),
seguido por Noruega (37.8%) y Finlandia y Francia (34%).
Tras ellos, Irlanda (33%), Países Bajos (32%) y Suecia (30%) se sitúan también
por encima de España. Por otro lado, hay una serie de países europeos que no
gravan estas ganancias de manera específica. Se trata de Bélgica, Luxemburgo,
Suiza. República Checa, Eslovaquia, Turquía y Chipre.
En cuanto a los países que gravan estas ganancias
con un tipo máximo más bajo, son Hungría y Grecia, ambos con un 15%, seguidos
de Polonia (19%) y Reino Unido, Estonia, Letonia y Lituania, todos con un 20%.
La subida establecida por España en 2023 ha sido
la segunda en tres años, ya que en 2021 las dos formaciones que integran el
Ejecutivo de coalición acordaron aumentar el tipo máximo del 23% a partir de
los 50.000 euros al 26% a partir de los 200.000 euros vigente hasta el nuevo
cambio.
En total, en este tipo de tributación a través
del IRPF la tarifa del impuesto está compuesta por un total de
cinco tramos progresivos. Así, además de los ya mencionados por encima de los
200.000 y los 300.000 euros, en primer lugar se aplica un tipo del 19% sobre
los primeros 6.000 euros, otro del 21% desde dicha cuantía hasta los 50.000
euros; y un 23% desde los 50.000 a los 200.000 euros.
La estimación de Hacienda es que
la subida de la presión fiscal sobre el ahorro afectará a 17.814 contribuyentes
y que la medida aporte alrededor de 204 millones de euros, lo que supondría que
los contribuyentes afectados pagarán de media unos 11.500 euros más por los
rendimientos de su capital en el ejercicio 2023.
Esta tarifa se aplica sobre la totalidad de las
rentas del ahorro, lo que incluye tanto los rendimientos del capital mobiliario
como las ganancias patrimoniales, por lo que grava tanto la renta ingresada en
forma de dividendo como otras rentas del capital como son las ganancias generadas
por depósitos y cuentas bancarias, bonos, obligaciones, etc.