La inversión del ahorro de las familias en
inmuebles y la vuelta del comprador extranjero revitaliza el ladrillo en el
litoral español. La costa mediterránea y las islas protagonizarán las mayores
subidas hasta final de año.
4
de junio Fuente: Expansión
Tras la tempestad, llega la calma al mercado
inmobiliario en costa español. La crisis del coronavirus paralizó, por razones
obvias, las compraventas en el litoral nacional, que se extiende a lo largo de
8.000 kilómetros frente al mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Un
mercado en costa históricamente empujado tanto por la demanda interna como por
la extranjera, un conjunto heterogéneo de compradores que durante 2021 y lo
que va de 2022 ha vuelto a recuperar la confianza en la vivienda cerca del mar
como opción de inversión, segunda residencia o incluso vivienda principal,
gracias a las opciones flexibles que ofrece el trabajo tras el confinamiento.
Por eso, cuando pase 2022, podremos definir este
año como el de la recuperación del mercado en el litoral tras el hundimiento en
el precio y en el número de operaciones surgido como resultado del parón total
de la actividad económica por el virus. Ningún dato tan elocuente como
el del precio por metro cuadrado, que culminará el año en niveles del 2019
y marcará así el reenganche de una tendencia al alza, que se espera no obstante
que se modere en los próximos ejercicios.
En el caso de los municipios de costa bañados por
el Mediterráneo, sumando también los de Cádiz, Huelva y las Islas Canarias, la
recuperación ya es completa: el metro cuadrado medio se situará a finales de
año en los 1562 euros, según estimaciones de la consultora experta en el
mercado inmobiliario RR de Acuña & Asociados. Esto es apenas dos euros más
que el 2019, pero también es casi 80 euros más que en 2020. La disparidad entre
estas dos cifras da una idea aproximada de la velocidad de recuperación del
tremendo socavón provocado por el Covid por parte del sector en tan sólo dos
años. Tan rápida que hasta los expertos se sorprenden.
"El mensaje es claro: el mercado se ha
recuperado con mayor brío del que esperábamos", afirma Yolanda Fernández,
directora de Estudios y Estadística de RR de Acuña & Asociados. La
explicación, a su juicio, hay que encontrarla en la liberación del ahorro
retenido por los compradores nacionales y extranjeros por la pandemia y que ha
ido buscando desde el pasado año opciones de inversión atractiva: la
incertidumbre de los mercados convierte a la vivienda en una de las más
socorridas. A cierre del pasado año, el 9% de las viviendas fueron
adquiridas por extranjeros, según asegura Fernández.
Dentro de las previsiones para finales de año con
respecto a 2019 realizadas por RR de Acuña, destacan Baleares y Alicante en el
plano positivo. Tanto es así, que el precio del metro cuadrado en
municipios de costa balear ya es 140 euros más que hace tres ejercicios,
mientras que en el Alicante es 50 euros más elevado. Por contra, Granada y
Almería están todavía bastante por debajo de los números previos a la pandemia
y puede que tarden varios años en recuperarse, habida cuenta de que los
vaivenes económicos se contagiarán más tarde o más temprano en el mercado
inmobiliario y los precios tenderán a la moderación en 2023 y 2024.
El ejemplo de Islas Baleares es especialmente
paradigmático. Si nos atenemos al informe de precios de Idealista, las
cinco ciudades costeras más caras de España para adquirir una vivienda se
concentran en el archipiélago mediterráneo: Formentera es destacada líder,
con 8.364 euros por metro cuadrado de media, y le siguen Sant Joan de Labritja,
Deyá, Santa Eulalia del Río y Sant Josep De Sa Talaia. Ninguno de estos
municipios registra un precio medio inferior a los 5.600 euros por metro
cuadrado.
"La costa española sigue en el primer lugar
del ranking de inversiones inmobiliarias del Mediterráneo, tanto para fondos de
inversión, deuda, ahorradores, particulares, lugareños o personas a dos horas
de vuelo", explica José Antonio Pérez Ramírez, profesor de Ecosistema
Inmobiliario y CEO de la Real Estate Business School (Rebs). Las
estimaciones de Rebs reflejan los mejores datos en Alicante, con un crecimiento
del precio del 7% respecto a 2021; Almería, con un 6,4%; y Valencia, con un
5,6%.
Lo cierto es que en el Mediterráneo se
concentran las zonas turísticas más deseadas por el visitante extranjero:
según el INE, en 2019, con el récord de 83 millones de turistas de fuera de
España, dos de cada tres se declinaron por Baleares, Andalucía, Cataluña o
Comunidad Valenciana. Cabe destacar que este año, el Ministerio de Industria,
Comercio y Turismo ya ha deslizado que es posible volver a batir el récord de
turistas extranjeros, por lo que aumentará el interés por adquirir una vivienda
en la zona.
La vivienda premium es muy
deseada por parte de un perfil concreto de comprador. Lola Benavente, directora de la inmobiliaria
Engel & Völkers en Castellón, explica que "se observa una
reactivación del mercado internacional con gran interés en la compra
de propiedades con terreno en la zona norte de la provincia, especialmente
Alcocéber, Peñíscola y Vinaroz, con los alemanes, franceses, belgas, holandeses
y suizos a la cabeza, principalmente extranjeros mayores de 50 años en busca de
segunda residencia con vistas a la jubilación". En la misma provincia, las
zonas primium de lugares como Benicasim se anotarán una subida en torno al 14%.
Lejos del Mediterráneo también hay oportunidades
diversas en destinos menos premium, como las citadas Canarias,
donde la estimación apunta a un cierre de 2022 con un coste del metro cuadrado
15 euros mayor que en 2019. También está la costa norte y noroeste,
destinos menos concurridos por turistas extranjeros, pero en los que la demanda
nacional sí busca una segunda residencia. Las estimaciones de Rebs son de
crecimientos interanuales de precio del 4,5% en A Coruña, el 3,9% en Asturias y
el 3,2% en Cantabria. Los datos más moderados se producen en Vizcaya y Lugo,
que no llegan al 1% de subidas, y Pontevedra y Vizcaya, por debajo del 1,5%.
Las distintas velocidades entre el norte y la
costa mediterránea se producen principalmente por dos factores. Según Pérez
Ramírez, "hay diferencias porcentuales dependiendo que zona de la costa
española se trata, incrementándose las operaciones en aquellas donde
hay más bondad climatológica o escasea la oferta". En cualquier caso,
el norte tampoco tiene un stock de vivienda muy boyante, sobre todo las
capitales de provincia costeras. En ellas se han registrado caídas notorias
como la de Santander, en la que el stock se desplomó un 27%.
Fin al desequilibrio
La situación que vivimos de efervescencia en el
mercado de la vivienda no es ni mucho menos habitual. Tampoco es lo
deseable, porque un sector en continuo y espectacular crecimiento sólo podría
culminar en la explosión de una burbuja inmobiliaria de temibles consecuencias,
con destacada afectación en la costa española. Esta necesidad de enfriamiento,
unida a la situación económica, provocará que el mercado abandone el
"desequilibrio" en el que se encuentra, en palabras de Yolanda
Fernández.
"En ningún caso hablo de burbuja, pero hay
riesgos. Ucrania va a tener un impacto directo limitado pero el indirecto de la
inflación se notará más", asegura Fernández. "La realidad y la
tendencia es de crecimiento moderado y prudencia ante las incertidumbres
actuales", coincide Pérez Ramírez.
En concreto, el efecto indirecto de la inflación se notará en el descenso de alemanes y
franceses interesados en adquirir una vivienda en España, debido a que la
situación económica de ambos países ha declinado en los últimos meses hasta tal
punto de que ha aparecido el fantasma de la recesión económica. "En
cualquier caso, los analistas vemos con más preocupación China", afirma
Fernández, que se refiere a que la política de Covid cero del país asiático es
capaz de causar auténticos estragos en la economía. Sin ir más lejos, Shangái,
la capital financiera de China, acaba de salir de dos meses de estricto
confinamiento.
También el comprador nacional acabará influyendo
en el descenso de la demanda: es igual de permeable a la inflación que un
ciudadano francés o alemán, por mucho que España tenga una dependencia
energética de Rusia menor que Francia o Alemania. La inflación mermará
igualmente los bolsillos de aquellos ciudadanos que están pensando acometer la
inversión de una vivienda en la costa española.
EL NÚMERO DE COMPRAVENTAS DE VIVIENDA NUEVA Y DE
SEGUNDA MANO CONTINUARÁ EN CRECIMIENTO
Puede que el crecimiento en el precio de la
vivienda sea un indicador atractivo para medir la salud del mercado
inmobiliario, pero la evolución de las compraventas también lo es, y su
análisis permite anticipar tendencias y puntos de inflexión. Mirar las
previsiones del número de compraventas en la costa española, no obstantes,
puede llevarnos a la sorpresa y al error: en 2022 se producirán 384.235
operaciones en ciudades costeras de España, o lo que es lo mismo, un 8,5% más
que en 2021, según previsiones de la Real Estate Business School (Rebs). De
ellas, un 19,1% serán sobre viviendas nuevas, una ligera caída respecto al
19,3% del año anterior. Aunque el dato concreto es anecdótico, es un señal más
de la escasez de vivienda de obra nueva. "Las operaciones de segunda mano,
y su rehabilitación seguirán creciendo, ante la falta de suelo urbano
disponible y mientras se intentan resolver puntos críticos de materiales,
suministros, costes y mano de obra especializada, que permitan crecimientos de
construcción industrializada y sostenible", destaca José Antonio Pérez
Ramírez, profesor de Ecosistema Inmobiliario y CEO de Rebs. Por provincias, las
que experimentarán un mayor crecimiento interanual son Valencia, Murcia y
Málaga. El caso de la provincia andaluza es llamativo, ya que se trata de uno de
los epicentros del 'boom' inmobiliario que vive el país en los últimos meses.
Allí, los problemas de obra nueva no son tan preocupantes y así lo atestiguan
las previsiones: en 2022 se cerrarán 9.700 compraventas de obra nueva. Sólo la
provincia de Barcelona tendrá más dinamismo en viviendas nuevas que Málaga. Por
contra, donde menos operaciones se producirán será en Asturias, Vizcaya y Lugo,
aunque todas esas provincias cerrarán el año con un crecimiento en el número de
compraventas superior al 3%. Con todo, estos altos crecimientos parecen la
antesala de la moderación en las operaciones inmobiliarias que los expertos
proyectan de cara a los próximos años. Así, las subidas son algo engañosas.