La ley para
luchar contra el fraude fiscal sigue su trámite parlamentario, en la que se
plantea reducir el límite de los pagos en efectivo a 1.000 euros.
La Comisión de
Hacienda del Congreso de los Diputados ha aprobado la ley de lucha contra el
fraude fiscal con 21 votos favorables, 14 en contra y una abstención. Una de
las enmiendas introducidas en el debate en la comisión ha sido la de rebajar el
límite del pago en efectivo de 2.500 euros a 1.000 y que esta norma afecte a
particulares en sus pagos a empresas o profesionales.
La ley, que
continuará ahora su trámite en el Senado, es una medida que aprobó el
Consejo de Ministros el pasado mes de octubre en su objetivo de prevenir y
luchar contra el fraude fiscal, según planteó el Gobierno a la Comisión
Europea en el Plan de Recuperación. Se trata, además, de la trasposición de una
normativa europea del año 2016.
La norma ha
contado con la introducción de enmiendas de prácticamente todos los grupos
parlamentarios y entre ellas se encuentra la de rebajar el límite del pago
en metálico a 1.000 euros y que afecte también a particulares que tengan que
realizar pagos a empresas a profesionales. La última norma, aprobada por el
gobierno de Rajoy, estableció el límite en 2.500 y solo en operaciones entre
empresarios.
Bien recibido
por los Técnicos de Hacienda
La decisión de
aprobar esta rebaja ha generado el elogio de Gestha, el Sindicato de
Técnicos del Ministerio de Hacienda, que llevaba reclamando una medida similar
desde hace bastantes años. En 2012, su secretario general, José María Mollinedo señaló que si se limitaban los pagos en metálico de
facturas a 1.000 el Gobierno podría recaudar más del triple de lo que
podría ingresar.
En su
opinión, la limitación actuaría como una “medida disuasoria” frente al
fraude fiscal, ya que las empresas no podrían realizar deducciones de la parte
de las facturas pagadas en metálico.
En contra de
la política de la Unión Europea
Sin
embargo, la norma también ha levantado críticas ya que, según el
Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, va en contra de lo que
la UE pretende implantar, pues Bruselas tiene previsto presentar una
iniciativa legislativa para que el límite de los pagos en metálico sea de
10.000 euros.
La Comisaria de
Servicios Financieros de la UE, Mairead McGuinness, señalaba que este límite de 10.000 euros es
“suficientemente alto como para no poner en cuestión el euro como moneda de
curso legal ni afectar a la inclusión financiera", así como
"suficientemente bajo como para hacer más difícil que los criminales
blanqueen largas sumas de efectivo".
Además, el
pasado mes de marzo, el Consejo Económico y Social de la Unión
Europea aprobó un dictamen en el que indicó la necesidad de
“preservar el acceso al efectivo y garantizar la aceptación del mismo”. El
dictamen explicaba que, aunque la pandemia ha provocado el crecimiento de los
métodos digitales de pago, el “efectivo sigue siendo el medio de pago
preferido de los consumidores en sus puntos de venta y en las transacciones
minoristas entre particulares".
España es el
país de la Unión Europea que más utiliza el efectivo junto a Malta. El 83% de
las operaciones que se realizan en España se hacen en metálico que representan
un 66% del valor de las compras sobre el total, según los datos publicados por el Banco Central Europeo.
Fuente Gestha