Los países de
la Unión Europea (UE) recaudarían 50.000 millones de euros más al año en
impuestos de sociedades si se aplicase a nivel global un tipo mínimo del 15% en
este tributo para las multinacionales, tal y como se debate actualmente en el
seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La recaudación
adicional aumentaría a 100.000 millones de establecer el tipo mínimo efectivo
en el 21% y a 170.000 millones de fijarlo en el 25%.
Es el cálculo
realizado por el Observatorio de Fiscalidad de la UE, un nuevo centro de
investigación financiado por la Unión y dirigido por el economista francés
Gabriel Zucman que fue presentado este martes en la Comisión Europea, aunque
tendrá sede en París.
Según el informe
publicado hoy, España podría aumentar su recaudación en 12.400 millones de
euros anuales, un 43,7% más, si se acuerda un tipo global del 25%, pero los
ingresos extra bajarían a 5.400 millones con el 21% y a 700 millones con el
15%, el umbral propuesto por Estados Unidos en la OCDE.
Hacia un
acuerdo en la OCDE
Los países de la
OCDE negocian el modo de que las grandes multinacionales, en particular las
tecnológicas, tributen de forma justa. Así, contemplan establecer un mínimo
global de impuesto de sociedades para evitar que trasladen sus beneficios a
jurisdicciones con tipos muy bajos, como es el caso de Irlanda, Luxemburgo y
Países Bajos en la UE, o a paraísos fiscales "off-shore".
Las discusiones
abarcan también el modo de asignar los beneficios para que las empresas
tributen dónde operan, aunque no tengan presencia física, y podrían desembocar
en un acuerdo en octubre, según indicó ayer el -desde hoy- ex secretario
general de la organización, Angel Gurría.
"Si hubiera
acuerdo sobre un impuesto mínimo sería extremadamente importante, cualquiera
que sea el tipo, porque sería la primera vez que hay acuerdo. E incluso si es
el 15%, que para mi es demasiado bajo, (...) podría allanar el camino para
tipos más altos en el futuro", dijo Zucman en la presentación del
Observatorio.
Para el
economista, el 15% es bajo desde una perspectiva internacional, puesto que el
tipo medio efectivo ronda el 23%, e histórica, ya que 15% era el nivel medio a
mediados de los años ochenta. "No es suficiente para restaurar el
equilibrio y asegurar que los ganadores de la globalización, en lugar de pagar
cada vez menos, pagan más impuestos", dijo.
Acción
coordinada o unilateral
Los autores del
informe han tomado como referencia un tipo del 25%, que consideran
"relativamente modesto", y calculado la recaudación adicional en tres
escenarios: que haya un acuerdo global, que la UE actúe por su cuenta o que
solo países individuales se decidan a dar el paso.
Las cifras
descritas arriba se recaudarían aplicando un acuerdo como el debatido en la
OCDE, que supondría que cada país recauda el déficit tributario -la diferencia
entre lo que pagan ahora y lo que abonarían con un impuesto mínimo global- de
sus propias multinacionales.
Con un tipo del
25%, la UE aumentaría su recaudación en un 50 %, de 340.000 millones a 510.000
millones, un incremento de 170.000 millones equivalente al 1,2% de su PIB.
Los bancos tendrían
que pagar un 42 % más de lo que abonan ahora si se aplicase este tipo, mientras
que las multinacionales, incluyendo todos los sectores, abonarían en torno a un
50% más.
En el segundo
escenario, si sólo la UE introduce un tipo mínimo, cada Estado europeo
recaudaría el déficit de sus propias multinacionales y una proporción del
déficit de las extracomunitarias en función de las ventas que realicen en su
territorio.
Con este método,
los ingresos adicionales serían de 200.000 millones de euros con un tipo del
25%, solo 30.000 millones más que recaudando exclusivamente el déficit de sus
propias multinacionales.
"Para la UE
hay, por tanto, un potencial mucho mayor de ingresos aumentando los impuestos a
las empresas de la UE que gravando a las extracomunitarias", apuntan los
autores.
Por último,
contemplan la posibilidad de que un solo país o grupo de países europeos
aplique unilateralmente el mínimo, lo que aumentaría la recaudación de cada uno
en un 70%. En el caso de España, en 16.700 millones.
Aunque la coordinación
internacional "siempre es preferible", un movimiento unilateral
podría llevar a otros países a recaudar también el déficit de sus
multinacionales. "Si no lo hacen, dejarían sobre la mesa los ingresos
fiscales para que los recojan los primeros en mover ficha", apuntan los
autores.
"Conforme
nos centramos en la recuperación tras la pandemia y las enormes inversiones
necesarias (...), la justicia fiscal es más importante que nunca. Tenemos que
reforzar nuestra armadura frente a abusos fiscales", dijo el comisario de
Economía, Paolo Gentiloni, quien advirtió, no obstante, que traducir un posible
acuerdo en la OCDE a la legislación comunitaria no será tarea fácil.
Fuente: Expansion