El IPC escala al 7,6% en febrero, dos décimas más
de lo esperado, hasta su tasa más alta en 36 años.
Madrid
11 MAR 2022 CincoDias
La inflación cerró el mes de febrero en su nivel
más alto en 35 años, al situarse
en el 7,6%, dos décimas por encima de la estimación avanzada por el Instituto
Nacional de Estadística (INE) hace dos semanas y 1,5 puntos superior al dato
interanual de enero. Se trata de la tasa más alta del IPC en España desde
diciembre de 1986, con la electricidad, la gasolina y los alimentos como los
componentes del índice que mayor peso tuvieron en este repunte.
De los 1,5 puntos que ha subido la tasa de IPC, más de la mitad (8,3 décimas) han venido del
apartado de vivienda. Los precios de los suministros para el hogar han
acelerado su escalada y son un 25% más altos que el año pasado. Alimentos y
transporte (donde se encuadran las gasolinas) aportan algo menos de dos décimas
cada uno, con subidas interanuales del 5,6% para la alimentación y del 12,8%
para el transporte.
El precio de la electricidad ha subido en los
últimos 12 meses un 80%, según el
INE, y otros suministros básicos han arrojado también fortísimas alzas. Las
gasolinas son un 52% más caras que en febrero de 2021, el butano, un 33% y los
aceites para consumo doméstico, un 30%. De hecho, buena parte de los productos
que más se han encarecido tiene un gran peso en la cesta de la compra. Además
de los ya mencionados, el gas natural sube el 12% en un año (gracias a la
limitación de tarifas del gobierno, puesto que el precio de mercado ha subido
más), las pastas alimenticias el 20%, la leche el 9%, el arroz el 9,5% y las
harinas y cereales, el 11,7%.
Prueba de ello es
que de las 200 categorías de productos que calcula el INE, 180 suben más en un año que el IPC general, lo
que indica que las 20 que más suben tienen mucho peso en la composición de la
cesta de la compra y, por tanto, de los precios. Así, la inflación subyacente,
que elimina los componentes más inestables (alimentos y productos energéticos)
está ampliamente por debajo del IPC general, en un 3%, 4,5 puntos por debajo.
Pero el aumento ha sido el más elevado desde que
empezó el episodio inflacionista, seis décimas en un mes (el doble que en
enero). Ello indica que la tensión de precios más severa se concentra en un
puñado de categorías, pero que se está filtrando, con tasas más moderadas, al
resto de los bienes y servicios. Solo 60 categorías de productos suben menos
del 2% interanual.
Los datos de febrero, además, apenas incluyen el impacto de la
invasión rusa de Ucrania, iniciada el 24 del mes, y que exacerbará las subidas
de precios, tal y como anticipan los mercados internacionales de materias
primas. En marzo se han registrado máximos históricos en el precio del gas y de
la electricidad, con el petróleo Brent rozando los 140 dólares. Los alimentos
también se han visto afectados por la invasión, puesto que Rusia y Ucrania son
grandes exportadores de cereal, y los precios en los mercados internacionales
han subido con fuerza. Otras materias primas como el níquel o el aluminio están
también en máximos históricos.
Con todo, la principal merma de renta para los hogares viene con la tarifa de la luz
y ese 80% de aumento. La cifra está condicionada por el hecho de que el INE
recoge solamente el impacto de la subida de la electricidad sobre los clientes
del mercado regulado, a cuya factura se traslada directamente el precio del
mercado mayorista. Los clientes del mercado libre, en torno a dos tercios del
total y que no están sufriendo la subida de precios de forma tan aguda, no
computan a efectos de IPC.
En todo caso, la rebaja de impuestos aplicada por el Gobierno desde otoño pasado ha
mitigado el impacto. Según el INE, el precio de la luz habría subido un 107% de
no ser por las ayudas fiscales. Sin éstas, el IPC interanual alcanzó en febrero
el 8,5%, nueve décimas más que la tasa general del 7,6%.
En tasa mensual, el IPC aumentó un 0,8% respecto al mes anterior, en contraste con el
retroceso del 0,4% que experimentó en enero, por la subida de los precios de
los carburantes, de los combustibles para calefacción, de las frutas y otros
productos alimenticios, y de la restauración.