La última semana, la gasolina ha subido 6,8
céntimos por litro y el gasóleo, 8,7 céntimos. El incremento desde marzo
multiplica por siete el alza en la eurozona.
16
de junio Fuente Expansión
El precio de los carburantes continúa su escalada
y lo hace, además, a un ritmo bastante más intenso que el promedio europeo. La gasolina y el gasóleo se sitúan ambos por
encima de los dos euros por litro por primera vez en la historia y con ello cada
vez parece más evidente que las medidas planteadas por el Gobierno para rebajar
no han surtido un efecto positivo, sino todo lo contrario, ya que la
bonificación fiscal ha sido engullida por completo por las subidas de precios.
De hecho, España ha pasado en los últimos años de ser uno de los países donde
más barato era llenar el depósito a uno de aquellos donde más caro sale
repostar, si bien hay que tener en cuenta que la distinta metodología en los
países europeos ha adulterado en cierta medida las estadísticas, ya que los
descuentos fiscales en España se aplican después del precio final y en Francia
o Italia, antes.
La gasolina subió 6,8 céntimos por litro en la
última semana, hasta alcanzar los
2,117 euros por litro, de acuerdo con los últimos datos publicados ayer en el
Boletín Petrolero de la Comisión Europea. Esta subida duplica el incremento
medio en la eurozona (3,6 céntimos) pero, todavía más significativo, el precio
se sitúa por encima de la media europea por primera vez en la historia. De
hecho, desde que el Gobierno lanzó su plan de choque contra los efectos de la
guerra en Ucrania, que tenía como uno de sus puntos fuertes la contención de
los precios del carburante, la gasolina en España se ha encarecido 30,4
céntimos por litro, seis veces más que en el conjunto de la eurozona,
comiéndose con creces la bonificación fiscal de 20 céntimos por litro al
consumo de combustible en estaciones de servicio.
Y algo muy similar sucede con el gasóleo. En la
última semana, el precio del diésel ha subido 8,7 céntimos, hasta alcanzar los
2,004 euros por litro. Con ello, acumula una subida de 20,6 céntimos desde las
últimas semanas de marzo, frente a un incremento de 2,9 céntimos en promedio en
la eurozona, siete veces más. Con los incrementos de la última semana, ambos
carburantes superan la cota psicológica de los dos euros por litro de forma
simultánea por primera vez en la historia, llegando a duplicar incluso las
cifras que se veían hace apenas dos años.
¿A qué se debe que los precios de venta hayan
engullido en menos de tres meses la bonificación fiscal implementada por el
Gobierno? Fundamentalmente, a su diseño. Por un lado, el Gobierno ofrecía un
descuento de 15 céntimos por litro en sus ingresos fiscales y reclamaba a las
estaciones de servicio un ajuste de 5 céntimos en sus márgenes, pero las
gasolineras no estaban en disposición de asumir este descuento, por lo que
pronto repercutieron sus 5 céntimos de descuento en los precios del surtidor. Y
el retraso en el pago de los 15 céntimos restantes por parte del Gobierno a las
estaciones de servicio ha obligado a muchas de ellas a elevar los precios para
compensar la rebaja posterior. Además, muchas han introducido descuentos a
posteriori sobre el precio en el surtidor. De hecho, la Asociación Española de
Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) señala que desde el 1 de abril el
margen de venta de las gasolineras españolas se ha reducido en 4 céntimos en el
caso de la gasolina y 12 en el del gasóleo.
Con estos incrementos, España ya se sitúa entre
los países más caros de Europa, cuando hace unos años era de los más baratos.
Por poner un ejemplo, el año pasado por estas fechas, España era el
decimoquinto país de la Unión Europea en el ranking de los precios de la
gasolina y el decimosexto en cuanto al diésel; en la última semana, en cambio,
ocupa el séptimo lugar en cuanto a la gasolina y el decimoprimero del diésel.