Expansión
18 MAR. 2022
España, Italia, Portugal y Grecia se unen para
reclamar a los 27 un plan de rebaja de precios energéticos que los desligue del
coste del gas y apueste por nuevas interconexiones.
El sur de Europa cerró filas el viernes para plantar frente común y solicitar que la
Cumbre comunitaria del próximo jueves y viernes se salde con un acuerdo que
permita rebajar "al día siguiente" los precios de la energía,
disparados en todo el continente tras la invasión rusa de Ucrania. El bloque
cristalizó en una reunión celebrada en Roma entre el presidente español, Pedro
Sánchez, que logra así el mayor éxito de su gira europea de los últimos días,
con los primeros ministros de Italia, Mario Draghi; Portugal, António Costas; y
Grecia, Kyriakos Mitsotakis (que intervino por videoconferencia al encontrarse
enfermo de Covid).
"Hoy, los gobiernos de España, Grecia, Italia
y Portugal les decimos al resto de colegas europeos que estamos trabajando de
manera conjunta de cara a la discusión del próximo Consejo Europeo en Bruselas
la semana que viene, en propuestas concretas, factibles y ejecutables, que
tengan efectos inmediatos de reducción de los precios de la electricidad",
declaró Sánchez en la comparecencia conjunta que ofrecieron tras la cita.
"Los cuatro países que hoy nos reunimos, ofrecemos al resto de la UE todo
nuestro esfuerzo para lograr, lo antes posible, la diversificación de las
fuentes de energía. Somos conscientes del papel que juega el sur del Europa
ante este reto y vamos a hacer todos los esfuerzos que sean necesarios",
agregó.
Aunque no entraron a detallar la batería concreta
de medidas que aspiran a conseguir, y que abarcaría desde la fijación de un precio límite para la
electricidad al plácet de la Comisión Europea para abordar rebajas fiscales
puntuales sobre los carburantes, los mandatarios sí señalaron algunos de los
objetivos que consideran claves. En concreto, apuntaron, ven necesario que el
Consejo Europeo se decida a desligar los precios eléctricos del coste marginal
del gas; a impulsar compras conjuntas; a elevar el peso de las energías
renovables; a diversificar las fuentes de suministro y a apostar por el
desarrollo de nuevas interconexiones energéticas dentro de la UE.
"Son propuestas concretas, factibles y
ejecutables de inmediato. No podemos esperar", defendió Sánchez, que
no dudó en subrayar la importancia que puede jugar la Península Ibérica en el
desarrollo de interconexiones a través de Francia que den acceso al resto de
Europa a fuentes de energía alternativas a la rusa. En este sentido, La Moncloa
recordó que "España cuenta con el 27% de la capacidad de regasificación y
el 30% de la capacidad de almacenamiento de gas natural licuado de la Unión
Europea", por lo que "el Gobierno de España se ha mostrado dispuesto
a explotar estas capacidades al máximo abordar las interconexiones pendientes
entre la Península Ibérica y el resto de los socios europeos".
Necesitamos "actuar ahora y dar respuestas
europeas a los problemas europeos" que "protejan a nuestras familias y empresas", defendió Sánchez,
que consideró necesario que la Cumbre que Bruselas acogerá el 24 y 25 de marzo
concluya con "una respuesta europea única, y no 27 diferentes que
fragmenten el mercado". "Ya vamos tarde" reconoció, recordando
que el sur de Europa lleva meses pidiendo medidas contra la inflación y
solicitando que el plan conjunto pueda estar operativo "al día
siguiente".
Él, en todo caso, se reafirmó en que esperará al
Consejo de Ministros del martes 29 de marzo para aprobar el Plan Nacional de
Respuesta al Impacto de Guerra, un paquete de medidas en el que aspira a
integrar las decisiones de la Cumbre comunitaria pero que se aprobará
igualmente con iniciativas en solitario para reducir el coste energético
(incluyendo rebajas fiscales y ayudas directas a los sectores de actividad más
afectados) si no se alcanzara consenso.
La aspiración de España y Portugal, en todo caso,
es que la UE acuerde limitar el precio eléctrico en los 180 euros el megavatio
hora. Un tope con el que ambos países ya contaban y que se vieron forzados a
eliminar por exigencia de las autoridades comunitarias.
SCHOLZ: "EL PROBLEMA DE LOS PRECIOS ES IGUAL
EN ALEMANIA Y ESPAÑA"
La gira europea protagonizada por el presidente
del Gobierno, Pedro Sánchez, para tratar de convencer a sus homólogos europeos
de la necesidad de impulsar un drástico paquete conjunto de medidas que
permitan recortar el precio de la energía tuvo el viernes su punto culminante.
Tras recibir en La Moncloa el miércoles al primer ministro croata, Andrej
Plenkovic; visitar luego al eslovaco, Eduard Heger; y desplazarse el jueves a
Rumanía para visitar a Klaus Lohannis, el viernes selló un bloque común con los
primeros ministros de Italia, Portugal y Grecia horas antes de viajar a Berlín
para encarar al canciller Olaf Scholz, uno de los más reticentes a los planteamientos
españoles.
"En una declaración conjunta, Scholz dijo
"alegrarse" de poder discutir con Sánchez qué medidas abordar para
que "la UE sea rápidamente independiente en todo lo que tiene que ver con
la UE", ya que la guerra en Ucrania ha provocado "una dificultad muy
concreta para los ciudadanos, por igual en España que en Alemania, que son los
elevados precios de la energía". "Debemos deliberar la mejor forma de
solucionar este problema e intercambiar estrategias", dijo antes de la
cena de trabajo que celebraron ambos.
Tras el encuentro con su homólogo alemán, Sánchez
proseguirá su ronda de contactos con líderes europeos la próxima semana con
encuentros telemáticos y presenciales en Francia, el lunes con Emmanuel Macron,
y Bélgica, donde se celebrará la reunión del Consejo Europeo, precedida de la
Cumbre de la OTAN. En ambos encuentros participará el presidente de EEUU, Joe
Biden.
En paralelo a esta ronda de contactos, el Gobierno
español mantiene una amplia agenda de negociación con los distintos partidos
del arco parlamentario; las comunidades autónomas; y los agentes sociales, a
fin de sumar su respaldo al Plan Nacional de medidas de freno al coste
energético que prevé aprobar en el Consejo de Ministros del próximo 29 de
marzo. La aspiración del Ejecutivo es que el programa se vea acompañado de un
pacto de moderación de rentas y beneficios sellado por sindicatos y patronales.