La autoridad fiscal pide más ambición al Gobierno
para reequilibrar las cuentas y le insta a no gastar la sobre recaudación que
deje la inflación. Estima que el equilibrio presupuestario no llegaría hasta
2035 aun acometiendo un inédito ajuste anual de 4.200 millones.
En su análisis sobre el Programa de Estabilidad
remitido a la Comisión Europea a finales de abril, la presidenta de la
Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal encuentra "graves
deficiencias", como por ejemplo la ausencia de explicaciones y medidas
ante las desviaciones detectadas frente a la edición anterior. Sin embargo, el
mayor agujero que el organismo ha detectado en el documento es la ausencia de
detalles en torno al impacto económico y fiscal del Plan de Recuperación
sufragado con las ayudas europeas, llamado a impulsar una ambiciosa batería de
inversiones y reformas estructurales que transformen el país.
El Programa apenas viene a detallar que el
Ejecutivo ha autorizado el uso de unos 30.000 millones de euros de los fondos
comunitarios, cerca del 60% de lo
presupuestado para 2021 y 2022, si bien limita los desembolsos efectivos a unos
12.000 millones, de los que buena parte son meras transferencias entre
administraciones. La Airef reclama datos sobre la llegada de fondos a la
economía real y alerta de que el ritmo de ejecución, unido a la incierta coyuntura
económica que generan la inflación y la guerra en Ucrania, amenazan con
aminorar el impacto positivo de los fondos europeos sobre el PIB hasta en 2,2
puntos.
La autoridad, que ya había rebajado del 1,2 al 0,9 el multiplicador que cada euro de
transferencias europeas tendría sobre la economía real, establece ahora dos
escenarios de ejecución. La proyección base, a partir de las cifras del
Gobierno, pasa por una ejecución de 25.000 millones en 2022 y otro tanto en
2023, arrojando incrementos del avance del PIB de 1,8 puntos en 2022, 2,3 en
2023, 1,9 en 2024 y 0,8 en 2025. El escenario severo, que reduce la ejecución a
15.000 millones este año, rebaja su aportación al PIB a 1,1 puntos, lo que
reduciría el crecimiento del PIB del 4,3% al 3,6% en 2022. A partir de ahí, el
Plan sumaría 2 puntos al PIB en 2023, 1,9 en 2024 y compensaría con 1,4 en
2025.
El nuevo cuadro macro
A falta de contar con más información, en todo
caso, la Airef considera "factible" el nuevo escenario macroeconómico
planteado por el Gobierno en el Programa de Estabilidad recientemente enviado a
la Comisión Europea. Advierte, sin embargo, de potenciales riesgos de
desviación a la baja y, sobre todo, de la amenaza de un empeoramiento del saldo
de las cuentas públicas ante la ausencia de una estrategia fiscal del
Ejecutivo.
En concreto, el organismo que dirige Cristina Herrero alertó ayer de que el agujero
presupuestario tenderá a estabilizarse en el entorno del 3% del PIB a partir de
2024 mientras que el déficit estructural se situaría en 2025 en el 4%, lejos
del objetivo de medio plazo del 0,4% que señala el Programa de Estabilidad y
seis décimas por encima de los niveles prepandemia. En consecuencia, alerta, si
el Gobierno no toma medidas para remediarlo, la deuda pública volverá a retomar
una senda alcista a partir de 2025.
El nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno rebajaba su previsión de crecimiento económico
para 2022 del 7% al 4,3%, pese a lo cual mantiene su objetivo de reducir el
déficit al 5% este año y por debajo del umbral excesivo del 3% en 2025, gracias
al rebote del PIB y la reducción del gasto asociado al Covid. En paralelo, la
deuda pública caería por debajo del 110% al final del lustro.
"Siendo un escenario macroeconómico
plausible, hay una serie de riesgos a la baja" que amenazan con empeorar
las cifras de partida, matiza la Airef. Alude a la ralentización en la salida
de la crisis del Covid; los problemas generados en las cadenas de valor
(agravados por la política de Covid cero desplegada por China); el alza de
precios (con una inflación media esperada para 2022 que se eleva del 1,6% al
6,5%), en especial en el caso de la energía; la invasión de Rusia sobre
Ucrania, y las restricciones impuestas por Occidente a Moscú en respuesta.
Proyecciones fiscales
A partir de ahí, la Airef coincide con Hacienda en
que la inercia económica permitirá reducir el déficit del 6,9% de 2021 al
entorno del 3% para 2025, si bien considera poco ambiciosa la previsión de que
cierre este ejercicio en el 5%, estimando que lo hará en el 4,2%. Después de
todo, recuerda, en 2021 el déficit culminó 1,5 puntos por debajo del 8,4%
esperado y la inflación está contribuyendo a incrementar la recaudación de 2022
(un 20% extra solo en el primer trimestre).
La Airef considera prudente además hacer un
esfuerzo adicional por si finalmente fuera necesario prorrogar el plan de
choque para paliar los efectos de la guerra en Ucrania, que de momento costará
6.000 millones hasta el 30 de junio, y que puede elevar el déficit entre 2 y 6
décimas.
En el caso de las estimaciones de deuda, las de
Airef son incluso algo más favorables que las del Gobierno, que espera una
reducción del 118,4% de 2021 al entorno del 109,7% para 2025. A partir de ahí,
sin embargo, en ausencia de medidas, el alto déficit estructural provocará un
nuevo incremento de la deuda pública que terminaría elevándola a niveles del
140% en 20 años.
Recomendaciones
Ante esta situación, la Airef volvió a subrayar la
necesidad de elaborar cuanto antes un plan de consolidación fiscal a medio
plazo, como lleva reclamando desde 2020. El Programa de Estabilidad, criticó
Herrero, sufre de "graves deficiencias", empezando porque no detalla
el impacto económico y fiscal del Plan de Recuperación.
Además, advierte, el horizonte de incertidumbres incluye
la reactivación de los objetivos de déficit en la UE y un aumento de los tipos
de interés que podría tener un coste acumulado sobre la carga financiera de
unos 20.000 millones de euros hasta 2025. En definitiva, la Airef cree que la
capacidad de gasto del Estado es ficticia. Así, aconseja "evitar
incrementos de gastos o reducciones de ingresos estructurales que no cuenten
con una financiación estructural" e insta a no gastar los ingresos extra
que deje la inflación para ir reduciendo el déficit estructural.
Según las simulaciones de la Airef, sería necesario acometer un inédito ajuste anual
de 0,35 puntos de PIB (unos 4.200 millones) para alcanzar el equilibrio
presupuestario en el año 2035. E incluso conteniendo el gasto en intereses en
el entorno al 2,5% del PIB, dicho ajuste tan solo permitiría rebajar la deuda
pública al 80% del PIB para 2040 (frente al tradicional límite del 60% que
fijaba la UE).