El grueso de novedades fiscales para 2022 son a la
baja salvo en Cataluña, que las
intercala con alzas a rentas altas. Comunidad Valenciana y La Rioja aplican los
tipos marginales de IRPF más altos de toda la Unión Europea, según el REAF.
Las comunidades autónomas gobernadas por el PP, con Madrid a la cabeza, han sellado una suerte
de ofensiva fiscal a la baja de cara al ejercicio 2022, en el que el Gobierno
central tiene previsto articular una armonización tributaria entre las regiones
que podría obligar a varias de ellas a elevar la presión fiscal de determinados
impuestos o, directamente, a empezar a cobrarlos.
Así
lo refleja la información recogida en el estudio Panorama de la Fiscalidad
Autonómica y Foral 2022, publicado ayer por el Consejo de Economistas y el
Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). En general, de hecho, "la tendencia es de
bajada" de impuestos en todas las comunidades que han aprobado
modificaciones, expone Rubén Gimeno, director del servicio de estudios del
REAF.
Así, en el caso de la Renta, destaca la iniciativa de la presidenta de la
Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de aplicar de forma generalizada una
rebaja de medio punto en cada uno de los cinco tramos autonómicos, reduciendo
el tipo mínimo al 8,5% (18% agregando el tipo estatal) y el marginal máximo al
20,5% (45% en total). Un movimiento que la afianza como la región con menor
presión fiscal.
Siguen su estela Andalucía, que rebaja el tipo
máximo del 48,2% al 47%; Galicia, que pasa de siete a cinco tramos y reduce en
una décima el mínimo, al 18,9%; o Murcia, que también resta una décima al tipo
mínimo, al 19,1%, y dos al marginal, al 47,2%. Todas ellas gobernadas por el
PP. Más allá, Cataluña añade dos nuevos tramos, rebajando el tipo mínimo del
21,5% al 20% y elevando el gravamen a rentas altas, aunque mantiene el marginal
al 50%.
Tras estos movimientos, y con el nuevo tramo desde 300.000 euros
introducido en los Presupuestos de 2021, el tipo marginal de la Renta se sitúa
entre el 45% de Madrid, "en la media europea", y el 51,5% de La Rioja
o el 54% de la Comunidad Valenciana, "los marginales más altos de la
UE", destaca el REAF.
Las novedades fiscales para el año en los
impuestos cedidos también están protagonizadas por rebajas de las autonomías
gestionadas por el PP. Así, de una parte, Andalucía rebaja la tarifa de
Patrimonio, a la vez que eleva su mínimo exento en determinados casos, y
Galicia sigue los pasos de Madrid bonificando el tributo, si bien al 25% en
lugar de al 100%. Del lado de Sucesiones y Donaciones, destacan también las
rebajas de tarifa y mejora de mínimos exentos de Andalucía; la bonificación al
99% que Castilla y León aprobó el pasado mayo para los familiares más cercanos;
o la deducción del 99% que Murcia ha comenzado a aplicar entre hermanos.
Finalmente, en ITP y AJD, vuelven a registrarse rebajas en Andalucía, que baja
de una horquilla del 8% al 10% a un tipo único del 7%, y Galicia, que los
reduce del 10% al 9%. Solo Baleares incrementa este impuesto, que lleva del 11%
al 11,5%.
Una amalgama de reducciones que se aprobó
preventivamente ante la llegada del Libro Blanco sobre la reforma tributaria
del comité de expertos de Hacienda, que, como se preveía, aboga por establecer
un tipo mínimo común de Patrimonio y Sucesiones y Donaciones para todas las
comunidades autónomas. Un documento sobre el que Hacienda tiene previsto
articular una armonización fiscal que acabase con la "competencia fiscal a
la baja" en el primer trimestre de 2023, según comprometió con la UE.
A falta de ver cómo altera ese calendario la
crisis desatada por la invasión de Ucrania, las regiones del PP han movido
ficha tensando a la baja los umbrales que el Gobierno central aspira a
homogeneizar.
SOLO LAS REGIONES FORALES DEFLACTAN EL IRPF PARA
PALIAR LA INFLACIÓN
Los españoles están sufriendo una subida
encubierta de impuestos a costa de la inflación, con visos de empeorar. El alza
de los precios de 2021 (del 6,5% a cierre de diciembre y del 3,1% de media
anual) viene agravándose en los últimos meses por el efecto de la guerra en
Ucrania sobre los costes energéticos, y su ascenso no solo implica la pérdida
de poder adquisitivo para los salarios que no crezcan a la par. Aquellos
sueldos que se eleven en menor medida, corren el riesgo añadido de pasar de
tramo de IRPF y acabar pagando además más impuestos dado el rechazo de Hacienda
a deflactar la tarifa del IRPF, lo que ningún Gobierno ha aplicado desde 2008.
La responsabilidad, sin embargo, es parcialmente compartida con las comunidades
autónomas, según aclaró ayer el Registro de Economistas Asesores Fiscales
(REAF). "Las comunidades autónomas tienen plena capacidad normativa para
regular sus tarifas", explicó Luis del Amo, secretario técnico del REAF,
que detalla que al igual que los territorios forales han deflactado su tarifa
integral del IRPF, las regiones del régimen común "pueden hacer lo que
crean conveniente" sobre sus tramos autonómicos. "Cuando pedimos la
deflactación sería tanto estatal como en las comunidades autónomas",
aclara, resumiendo la petición que hacen el Consejo de Economistas y el REAF.
Así, explican, frente a la parálisis general, los territorios forales han
optado por actualizar sus tarifas con rebajas del 1,5% en las provincias del
País Vasco y el 2% en Navarra que se traducen en rebajas fiscales para paliar
la llamada progresividad en frío.
DIFERENCIAS DE 200.000 EUROS EN DONACIONES Y
100.000 EN HERENCIAS
El dispar aprovechamiento que cada comunidad
autónoma ha hecho de su capacidad normativa sobre los impuestos estatales
cedidos arroja diferencias abismales en la factura fiscal que afronta el
contribuyente según dónde resida. Así, por ejemplo, en el caso del Impuesto de
Sucesiones y Donaciones, una persona de 30 años que reciba de su padre una
herencia de 800.000 euros puede tener que pagar más de 200.000 euros de
impuestos en Extremadura, cerca de 177.000 en Aragón y Asturias, y no tributar
ni un solo euro en Cantabria, o asumir un coste de unos 2.000 euros en
Andalucía, Madrid, Castilla y León o Murcia, según las cifras del REAF. Otro
tanto ocurre en el caso de Sucesiones, pues una herencia de 800.000 euros
legada por un padre a un hijo soltero de 30 años puede pasar de costar 103.000
euros en Asturias o 63.000 en la Comunidad Valenciana, a no ser gravada en
absoluto en Galicia, Cantabria o Andalucía, pasando por liquidaciones menores,
de unos 1.500 euros, en Madrid, Extremadura o Murcia. En Patrimonio, de otra
parte, una fortuna de cuatro millones de euros abonará unos 60.000 euros en
Extremadura y 0 en Madrid.
Tambien interesa ver, el Cuadro de Competencias en IRPF de las Comunidades, publicado por CincoDias.
Fuente: Expansion