Según el
sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), el Gobierno tiene
"voluntad" de agilizar los acuerdos para que el Congreso apruebe el
proyecto de ley de medidas contra el fraude fiscal antes de julio.
Hace ya siete
meses que el Consejo de Ministros aprobó el nuevo proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el
Fraude Fiscal que, de superar el trámite parlamentario, traería grandes
cambios en materia de control tributario para todos los contribuyentes, y
especialmente para los autónomos y empresas. Entre las principales medidas
que afectarían al colectivo están la limitación de los pagos en
efectivo entre profesionales de 2.500 a 1.000 euros; la prohibición
del ‘software de doble uso’ para ocultar los ingresos reales; o la
reducción de los recargos sobre las sanciones durante los primeros
meses por pagar impuestos a Hacienda fuera de plazo.
Desde el pasado
10 de octubre, cuando el Gobierno dio luz verde al paquete, este proyecto
quedó en un limbo legal, aprobado por Consejo de Ministros, pero pendiente de
su aprobación por el Congreso. Tras siete meses de espera, con todo un
paquete de medidas fiscales atascadas, el proyecto de ley podría convertirse
muy pronto en norma. Al parecer, el reciente envío del Gobierno a
Bruselas del componente de lucha contra el fraude enmarcado en
su Plan de Recuperación, que incluye estas medidas- y el fin del
periodo de sesiones en el Congreso a partir de julio, podrían acelerar los
acuerdos entre los grupos parlamentarios para la aprobación del proyecto.
Al
menos, esa es "la intención que tiene el Ministerio de Hacienda. Lo
que nos han traslado desde el mismo departamento es que quieren que este
proyecto de ley entre en vigor en el segundo trimestre del año. Es
decir, antes de julio. Para ello, se tendría que alcanzar un acuerdo
con los grupos parlamentarios para su aprobación en la Comisión de
Hacienda", explicó José María Mollinedo, secretario general del
Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha).
De momento, lo
cierto es que los acuerdos para sacar adelante la norma, aunque parecen
estar encarrilados, no se han cerrado. "Pero hay voluntad por parte
del grupo socialista para que se alcance ese consenso y haya una
mayoría parlamentaria suficiente para que el proyecto pase directamente,
aquilatado y revisado, de la Comisión de Hacienda al Senado para que lo
ratifique y se publique directamente en boletín. La voluntad por
parte del grupo mayoritario, el partido socialista, está ahí. Y nos consta
que estaría dispuesto a transigir en algunos puntos para llegar a un acuerdo
cuanto antes", añadió el secretario general de Gestha.
Medidas que
afectan a los autónomos y podrían entrar en vigor antes de julio
Si así fuera
finalmente, y el Gobierno cumpliera su voluntad de alcanzar un acuerdo en el
Congreso y aprobar el proyecto antes de que decaigan las sesiones
parlamentarias, "el grueso de las medidas entrarían en vigor antes de
julio, un día después de su publicación en el Boletín Oficial del
Estado. Esto es así por norma general, salvo en las disposiciones finales
que pueden entrar en vigor más tarde. Tal cosa podría ocurrir en algunos
preceptos, como por ejemplo los referidos a las SICAVS, cuya entrada en vigor
se podría posponer", apuntó el secretario del sindicato de técnicos de
Hacienda.
También sería
el caso de otras medidas como la limitación de los pagos en efectivo entre
profesionales, "que, aun aprobándose antes de julio necesitarían un
periodo de adaptación. Y, estando de por medio el verano, con la llegada de
turistas, es posible que se pospusiera su entrada en vigor a
septiembre, por ejemplo", dijo Mollinedo.
A expensas de
posibles cambios y la aprobación del proyecto por el Congreso,
éstas serían, en principio, las novedades en materia fiscal que
podrían afectar a los autónomos a partir de julio.
Los pagos en
efectivo no podrán superar los 1.000 euros
Entre las
medidas más importantes estaría la de rebajar el límite permitido en los
pagos en efectivo. La ley establecería un nuevo tope para las operaciones
entre profesionales y empresarios pasando de 2.500 a 1.000 euros. De la
misma manera que con la prohibición del software de doble uso, la intención del
Gobierno es restringir cualquier posible vía que facilite el fraude
fiscal. En este sentido, castiga los pagos con dinero efectivo por ser
operaciones “más difícilmente rastreables”.
Así que, de
aprobarse la nueva normativa, los abonos en metálico no podrán superar el
límite de 1.000 euros. Esto podría repercutir, por ejemplo, en los pagos a
los proveedores por parte de muchos autónomos que se verían obligados por la
nueva normativa a pagar mediante transferencias bancarias.
Precisamente
para no perjudicar a este colectivo, el Gobierno pretende “minimizar los daños colaterales”
de esta nueva imposición. Lo hará manteniendo el límite de 2.500 euros,
actualmente vigente, en aquellos casos en los que haya un particular de por medio.
Eso sí, también reduce el límite de pago en efectivo en el caso de particulares
con domicilio fiscal fuera de España, pasando de 15.000 a 10.000 euros.
Lucha contra
los softwares de doble uso
Los 'software
de doble uso' son programas informáticos que permiten a los
comercios y las empresas llevar una doble contabilidad, ocultando la
facturación real a Hacienda y, en consecuencia, tributando por una cantidad
menor a la que les corresponde.
El sistema es
incluso capaz de emitir tiques del importe íntegro de la compra sin que el
ingreso quede reflejado en las cuentas oficiales del negocio, por lo que el
consumidor tampoco percibirá que está pagando en “B”.
El nuevo
proyecto de ley del Gobierno traería nuevas medidas para reducir este fraude.
El Ejecutivo quiere reforzar las medidas de vigilancia y de sanción,
aplicándolas tanto a quien crea estas soluciones digitales – programadores
informáticos – como a quien las usa. Así, todos los sistemas informáticos
empleados para la contabilidad de empresas y negocios tendrán que contar con
una certificación del Ministerio de Hacienda.
Dicha
certificación incluirá una serie de especificaciones técnicas que todavía deben
ser regularizadas y que obligarán a que los sistemas informáticos de
contabilidad se ajusten a unos requisitos que “garanticen la integridad,
conservación, trazabilidad e inalterabilidad de los registros de operaciones”.
Reducción de
los recargos por presentar impuestos fuera de plazo
Otra de las
novedades más importantes que está actualmente recogida en el proyecto de
ley sería la reducción de las sanciones a los contribuyentes que
presenten fuera de plazo, pero sin requerimiento previo por parte de la Agencia
Tributaria, sus declaraciones de impuestos como IVA, IRPF o Sociedades, entre otros.
Esto afectará
especialmente a los autónomos que en algún momento sobrepasen la fecha
límite de presentación y abono de sus autoliquidaciones. De
entrar en vigor el artículo 27 del proyecto de ley contra el fraude, el
recargo pasará a ser "del 1% más otro 1% adicional por cada mes
completo de retraso con que se presente la autoliquidación o declaración
respecto al término del plazo establecido".
Es decir, se
pretende que no haya cambios tan bruscos como hay ahora mismo de un mes a
otro, ya que un autónomo que presente con un día de retraso su declaración
trimestral de IVA tendría el mismo recargo que uno que lo haga con dos
meses y medio de retraso. Sin embargo, si lo presentara a los tres meses y
medio pasaría a tener, de golpe, del 5% al 10% de penalización.
No obstante, con
el nuevo sistema, cada mes sería un 1% más durante los doce primeros meses, lo
que podría animar a los contribuyentes a no esperar y pagar más tarde sus
declaraciones porque les salga al mismo precio devolver los impuestos en el
primero que en el segundo mes.
Aumenta de la
reducción de sanciones por conformidad y pronto pago
Así mismo, el
proyecto eleva las reducciones a las que pueden optar los contribuyentes, tanto
por conformidad como por pronto pago. De este modo, se eleva del 50% al
65% la reducción de la sanción impuesta en el caso de que haya un acta de
acuerdo.
También se
aumenta del 25% al 40% la reducción cuando se realice el abono del importe
total de la sanción en periodo voluntario 'pronto pago'-.