El secretario
general de la OCDE pide al país centrar los esfuerzos en salir de la
crisis, evitando “el error de 2008 iniciando la consolidación fiscal antes de
consolidar la recuperación”, para sanear luego sus cuentas públicas a fin de
compensar el envejecimiento de la población
España debe concentrar
sus esfuerzos en consolidar la recuperación económica de la crisis, aparcando
la consolidación fiscal hasta entonces, pero poniendo el foco luego en sanear
las cuentas públicas y en contrarrestar el envejecimiento de la población
vinculando la edad de jubilación a la esperanza de vida.
Así lo defiende
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el
informe anual sobre el país que han presentado este jueves su secretario
general, Ángel Gurria, y la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos
Económicos, Nadia Calviño.
“España se ha
visto gravemente afectada por la pandemia”, ha expuesto Gurría, subrayando
que la economía se ha visto duramente golpeada, especialmente en aquellas
regiones dependientes del turismo, que supone entre el 12% y el 13% del empleo
nacional.
Reacción a la
crisis
En el ámbito
laboral, los más golpeados han sido los trabajadores temporales y los menores
de 25 años, ha apunado Gurría. “La buena noticia es que el Gobierno reaccionó a
tiempo con medidas para apoyar a las empresas y el empleo, como los ERTE que
llegaron a beneficiar al 20% de asalariados en la crisis, o con medidas para
aportar liquidez” a las compañías, ha celebrado.
“Hablamos de
medidas sociales y económicas por alrededor del 20% del PIB sumando ayudas
directas e indirectas en apoyo de trabajadores, hogares vulnerables y
empresas”, lo que supone, ha destacado, “un enorme esfuerzo por parte del
Gobierno”. “Ahora comenzamos a ver algunas luces de esperanza, resultado de
estos apoyos. La vacunación está avanzando a gran velocidad, hablamos de
600.000 vacunados diarios. Podemos confiar en que la pandemia esté controlada
para el verano siempre que se mantengan las demás medidas de control”, ha
añadido Gurría.
El Plan de
Recuperación
A su vez, el
secretario general de la OCDE ha destacado que España será uno de los
principales beneficiarios de las ayudas europeas, con 70.000 millones de euros
en subvenciones, equivalentes al 6% del PIB del país. Sumado otro tanto en
préstamos, obtendrá unos 140.000 millones de euros, cerca del 12% del PIB español.
“Es una cifra enorme, que bien aprovechada” podría suponer un dique contra la
crisis y un fuerte impulso a su transformación económica.
Sobre el Plan
de Recuperación remitido por España a Bruselas, Gurría ha dicho que es
“ambicioso y está bien encaminado”. “Es alentador ver que la transición
ecológica y la transformación digital representan cerca del 70% del total”, y
que buena parte de las actuaciones “están en línea con las que pedimos en el
informe de hoy y otros anteriores”, ha valorado.
Gurría ha aseverado
que será necesario acometer todas las medidas necesarias para aprovechar al
máximo, y con la mayor celeridad, los fondos europeos, a la vez que no se
descuida la fiscalización de su buen uso. “Desde la OCDE estamos listos para
apoyar la implementación del Plan”, ha dicho.
“Si la pandemia
se controla progresivamente hablamos de una sólida recuperación del
crecimiento, del PIB, mundial, europeo y en el caso de España de un 5,9% en
2021 y del 6,3% en 2022. Más del 6% en promedio por año”, ha cifrado Gurría,
destacando que “es uno de los niveles más altos de recuperación en la OCDE
apoyado tanto en la demanda reprimida” durante la crisis, que permitirá
reactivar el consumo; las inversiones del Plan de Recuperación y el regreso
gradual del turismo.
“Esto no quiere
decir que España no tenga riesgos. Una crisis como la que hemos vivido arrastra
muchas secuelas y será esencial contrarrestarlas, pero hay que decir que el
apoyo de Europa y los cambios económicos que se han operado durante la pandemia
hay que transformarlos en oportunidades para abordar algunos de los desafíos
que España tiene pendientes y que ya tenía pendientes antes de la pandemia”, ha
advertido.
Cuatro
prioridades
Gurría ha
señalado cuatro prioridades concretas para España. “El país debe mantener las
medidas de respuesta ante la pandemia hasta que se consolide la recuperación”,
poniendo el foco en los hogares y empresas más perjudicados, y en las de
control sanitario. “No cometamos los errores que cometimos en 2008 y 2009, en
donde iniciamos la consolidación fiscal antes de que estuviera consolidada la
recuperación”, ha advertido.
“Necesitamos
políticas que impulsen una recuperación inclusiva y sostenible”, ha dicho,
en segundo lugar, alertando de efectos adversos sobre temporales y jóvenes, que
ya eran colectivos vulnerables antes de la pandemia. “Pondría el énfasis en la
formación de los trabajadores menos cualificados”, ha destacado. El cambio
climático, de otra parte, es el gran desafío intergeneracional a medio plazo,
una vez superada la pandemia, ha sostenido el secretario general de la OCDE.
En tercer
lugar, según se consolide la recuperación “habrá que consolidar los
desafíos fiscales de medio plazo” dado el incremento de deuda pública y déficit
durante 2020, alcanzando el 120% y el 11% del PIB, respectivamente. En este
punto, Gurría ha destacado que el envejecimiento de la población española
amenaza con tensionar aún más las cuentas públicas. Desde la OCDE, ha dicho, se
insta a España a “vincular la edad de jubilación no a una cifra mágica, sino a
la expectativa de vida”, y a evitar en la medida de lo posible las jubilaciones
anticipadas.
En cuarto
lugar, Gurría pide reformas para incrementar la productividad, para
incrementar el crecimiento y generar empleos mejor remunerados. El informe destaca
dos vías clave para intensificar la digitalización, cubrir las lagunas en la
infraestructura digital y mejorar la capacidad de las empresas y los ciudadanos
para aprovechar las nuevas tecnologías.
Tipo mínimo
de Sociedades
Calviño, que ha
agradecido las recomendaciones de la OCDE y el papel de Gurría en apoyo de
España, ha aseverado que coincide con su análisis. “Es fundamental que no se
retiren los estímulos económicos hasta que nuestros países consoliden la
recuperación económica”, ha sostenido.
“Esperamos que
el intenso crecimiento económico nos permita reducir el ratio de deuda pública
y déficit sobre el PIB en 2021”, ha apuntado, sin embargo, confiando en que el
rebote de la economía baste para comenzar a sanear las cuentas públicas sin
entrar en medidas de consolidación propiamente dichas de momento.
El objetivo,
ha dicho Calviño, es “a finales de 2022 recuperar el nivel de PIB previo a
la pandemia y en 2023 recuperar la senda de crecimiento en la que nos encontrábamos,
pero con un crecimiento más sostenible e inclusivo, para que en definitiva
recuperemos en menos de tres años el impacto negativo de esta crisis en
comparación con los 10 años que tardamos en recuperarnos de la crisis
financiera anterior. En algunos ámbitos ni siquiera nos habíamos recuperado
aún, como en desigualdad”.
Calviño ha
despedido a Gurría agradeciendo su labor, que concluye en las próximas semanas
al terminar su mandato, y deseando un pronto acuerdo de fiscalidad global, que
incluye un tipo mínimo de Sociedades común.
En este sentido,
Gurría se ha mostrado confiado a que entre junio y julio se logre un acuerdo
internacional para imponer un tipo mínimo de Sociedades global, algo que la
OCDE viene reclamando, junto con la posibilidad de gravar a las empresas
digitales allá donde tienen su actividad en lugar de su sede, y que había sido
bloqueado por la Administración de Donald Trump. La llegada de Joe Biden a la
Casa Blanca, sin embargo, ha supuesto “un giro de 180 grados”, ha dicho Gurría,
lo que podría propiciar un consenso en la reunión del G-20 de junio y un
acuerdo en la de la OCDE en julio.