El Gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso anunció
este lunes la deflactación del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas
“para contrarrestar” la subida de los precios.
26 de mayo
2022 Gestha
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel
Díaz Ayuso, anunció este lunes que el Gobierno regional adecuará el tramo
autonómico del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) a la
inflación para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo con el
objetivo de que entre en vigor en enero de 2023.
"De manera que, si una familia ingresa más
ese año, su tramo de renta será ajustado para que siga pagando los mismos
impuestos y no pierda su poder adquisitivo por culpa de la
inflación", ha detallado. La presidenta de la Comunidad ha remarcado que
la situación económica actual está “provocando por primera vez que
la clase media española no pueda llegar a fin de mes ni siquiera
teniendo un empleo”.
Esta rebaja, calculan desde el Ejecutivo regional, supondrá un ahorro de 334
millones a los contribuyentes: “Madrid se consolida como la región
con los tipos más reducidos del impuesto, situándose en un 8,5% el más bajo y
un 20,5% el más elevado”.
Esta medida, que ha adelantado Ayuso durante la
intervención en el desayuno informativo organizado por El Debate,
se encuadra dentro de las propuestas presentadas por el actual líder del
Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo. La presidenta de Madrid ha hecho
hincapié en que, en su opinión, esta decisión “se une al modelo económico que tanto ha beneficiado a Madrid en
las últimas dos décadas”.
¿Qué es deflactar el IRPF?
Esta medida económica, que puede aplicarse tanto a
nivel estatal como a nivel autonómico, busca que los impuestos directos
progresivos como el IRPF permitan mantener su capacidad económica al
contribuyente en un contexto de inflación. Un alza de los precios
puede suponer un incremento de los salarios, que no siempre tiene que ir
acompañado de un mayor poder adquisitivo.
Por ejemplo, un trabajador que disfrute de una
subida salarial por el actual contexto inflacionista podría pasar a
tributar en el siguiente tramo del IRPF. Esto incluso podría no sólo no ser
beneficioso, sino que mermaría su capacidad económica. El concepto de
deflactación del IRPF supone adaptar los márgenes de los tipos de este impuesto
a la actual situación inflacionista. Es decir, no sería una bajada de
impuestos, pero vendría a aliviar los bolsillos de los contribuyentes.
El presidente del Consejo General de Economistas
de España (CGE), Valentín Pich,
indicó en abril pasado que es "razonable" tener en cuenta la
subida nominal de rentas y la inflación en un impuesto progresivo como el
Impuesto sobre la Renta. Según los cálculos del CGE, los contribuyentes podrían
ahorrar entre 9 y 136 euros en IRPF si las tarifas se ajustan un 1,5%. El
ahorro podría ser aún mayor, de entre 109 y 263 euros, si además de la tarifa
también se ajustan a la inflación -en este caso, al 6,5%- otros componentes del
IRPF.
Por su parte, el Sindicato de Técnicos del
Ministerio de Hacienda (Gestha), se ha mostrado en contra de una bajada de
impuestos, pero sí es favorable a deflactar el IRPF. Desde Gestha estiman
que "el coste de deflactar las escalas estatal y autonómica y los mínimos
personales y familiares oscilaría entre los 4.600 y 5.000 millones de euros en
las comunidades de régimen común".