Gestha
16 de marzo 2022 DANIEL GHAMLOUCHE
El Gobierno ha prometido una rebaja fiscal a
partir del próximo 29 de marzo para paliar las subidas de precios de los
carburantes que afectan a los autónomos. Los economistas apuntan cuáles serían
los impuestos que tendría que bajar el Ejecutivo.
"Va a haber rebajas fiscales" entre
las medidas para responder al impacto económico y social de
la invasión de Ucrania. Así lo anunció el Presidente del Gobierno, Pedro
Sánchez, en una entrevista concedida este lunes a La Sexta, pocas horas
después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, asegurara
que se va "revisar a la baja la fiscalidad de algunos productos
o algunos sectores que estén claramente impactados por el incremento de la
inflación".
Ahora queda por saber cuáles serán estos productos
y cuánto se reducirán los impuestos que sobre ellos se aplican. Habrá que
esperar al menos hasta el 29 de marzo para saberlo, cuando
supuestamente se aprobará esta rebaja fiscal, tras las cumbres que se han
convocado en la Comisión Europea para el 24 y 25 de marzo, según aseguró el
Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A falta de que se apruebe la
esperada rebaja, todo apunta a que podrían - y deberían- ser los
carburantes, tanto el diésel como la gasolina, y algunos productos básicos
como el aceite de girasol y las materias primas que utilizan agricultores
y ganaderos, los principales objetivos de esta bajada impositiva.
Máxime cuando el diésel, se ha convertido en un artículo de lujo para
los transportistas, superando en este momento los 1,95 euros por
litro – un 40% más que en marzo de 2021-. Situación insostenible para los
taxistas, camioneros, agentes comerciales, o furgonoteros que ven cómo el
coste principal de su actividad se come prácticamente la totalidad de sus
ingresos. La asfixia llega hasta tal punto que algunos de estos trabajadores
por cuenta propia han visto dispararse más de un 60% los costes de su
actividad. Lógicamente, de no solventarse inmediatamente este
problema, advierten que no van a poder seguir transportando mercancías o
personas.
La situación tampoco es mejor para los
agricultores, ganaderos,
pescadores y demás autónomos del sector primario que no sólo ven subir sus
costes por el precio desorbitado del carburante, sino también por el aumento
que están sufriendo prácticamente todas las materias primas que necesitan para
desarrollar su actividad. Además, el impacto de la invasión también está
afectando al sector agrícola en lo referente a las exportaciones de productos
como cereales y fertilizantes. "Todo ello en un contexto en el
que el Gobierno, lejos de recaudar menos está prácticamente doblando la
recaudación vía impuestos indirectos. Mientras que para los autónomos y
consumidores vulnerables la inflación supone estar más ahogados, para el
Ejecutivo significa lo contrario, porque recauda más a través de la
tributación indirecta que se aplica sobre estos productos que no paran de
subir", explicó Antonio Pedraza, Presidente de la Comisión financiera del
Consejo General de Economistas (CGE).
Habría que rebajar los impuestos
indirectos porque el Gobierno ahora recauda más
Según Pedraza, son precisamente los impuestos
indirectos, principalmente el IVA, los que tendría que rebajar el
Gobierno. "Se tiende a poner el foco en los impuestos directos, como el
IRPF, pero dónde más margen habría ahora mismo sería en los impuestos
indirectos, porque es donde realmente el Gobierno está multiplicando
su recaudación, mientras que el contribuyente ha perdido cada
vez más poder adquisitivo. Es muy sencillo de entender. Imaginemos que el
carburante costase en diciembre un euro y ahora cuesta dos. Con el mismo 21% de
IVA, sin necesidad de subir impuestos, el Ejecutivo habría doblado la
recaudación. Esto no sólo ha sido en los hidrocarburos, sino en casi todos
los productos de consumo, que encarecen la cesta de la compra y suben el
precio. Es ahí donde se tiene que producir la bajada".
Según Pedraza, si se redujera al 10% el IVA en el caso de la gasolina, " el
impacto para el Estado, al haber subido tanto el precio, sería pequeño,
mientras que, para los consumidores, la reducción sería considerable".
Pero la rebaja fiscal, para los economistas, no
tendría que ir sólo enfocada al IVA, sino en general a los impuestos
indirectos, como puede ser el impuesto sobre los hidrocarburos, que es el
principal ingreso que llega a las arcas públicas en forma de tributos
especiales. Basta con decir que, en conjunto, estos
impuestos recaudaron en 2021 poco más de 19.000 millones de euros, y
más de 11.000 correspondieron al tributo especial que grava la gasolina y el
gasóleo.
De hecho, según calculó el presidente de la
Comisión financiera de CGE, "la gasolina y el gasóleo, sin la imposición
indirecta que tienen ahora mismo por IVA e Impuestos
especiales, estarían ahora mismo muy por debajo de 1 euro por litro. Por
lo tanto, la solución para bajar este precio desorbitado está muy clara. Hay
que reducir los tipos en estos impuestos en productos de energía, hidrocarburos
y otros bienes de consumo básicos que están encareciendo la cesta de la
compra -como el aceite de girasol-. Así se lograría aligerar la carga
impositiva que están soportando las clases medias y bajas, y los autónomos
y pequeños negocios".
Los técnicos de Hacienda avisan que la bajada del
IVA y los impuestos especiales depende de Europa
A pesar de la promesa del Gobierno, algunos
expertos avisan de que no va a ser tan sencillo reducir los tipos aplicables de
IVA e impuestos especiales. Según José María Mollinedo, secretario general
del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha),"tanto el IVA como el
impuesto de hidrocarburos se enmarcan en normativas europeas, que están
armonizadas para evitar, entre otras cosas, la competencia fiscal entre
los distintos países miembros. Hay diferentes directivas que hoy,
limitan los tipos y permitirían bajar muy poco estos dos tributos al
Gobierno español. En el caso del IVA, directamente no podría, y en el Impuesto
de hidrocarburos, tendría poco margen de maniobra".
Ante esto, caben dos posibilidades para
que el Gobierno cumpla con su palabra y, efectivamente, reduzca los
impuestos en "los productos que más se han visto impactos por la
inflación", como dijo la ministra de Hacienda. La primera sería que
los días 24 y 25, el Consejo Europeo decidiera de forma unánime entre los
27 países miembros una reducción temporal de los tipos aplicables del IVA,
por ejemplo, al 10% en carburantes y a un tipo super-reducido en otros bienes
de consumo. Esta alternativa sería la más sencilla para el Ejecutivo, ya que
cumpliría con la normativa europea y podría reducir de forma temporal la
presión fiscal sobre los productos que más están afectando el nivel de vida de
los autónomos y demás contribuyentes.
La segunda solución sería que España hiciera como
ha hecho Polonia y asumiera las sanciones por saltarse las directivas
sobre el IVA e impuestos especiales. Esta opción, según diferentes expertos
consultados por este diario, aunque tendría consecuencias claras, tampoco
sería descabellada, dada la difícil situación que están viviendo muchos
sectores. A veces es mejor pagar una multa que dejar desprotegido a
todo el tejido productivo.
Desde Gestha, sin embargo, creen que podrían ser
más "efectivas otras medidas más allá de las bajadas de
impuestos. Podemos entender que se pongan en marcha medidas paliativas que
la sociedad pide, pero vemos otras más eficaces, para que el ciudadano tenga un
kilovatio más barato o un litro de carburante menos costoso. A nivel
interno se pueden hacer cosas con el mismo dinero que supondría la bajada de
impuestos, por ejemplo, dedicar esa cantidad a invertir en desgravaciones
fiscales para fomentar el cambio de los motores que utilizan los
transportistas, agricultores y demás autónomos para que éstos sean más
eficientes".
Además, según recordó Mollinedo, "ayer la
OCDE propuso aumentar los impuestos a las eléctricas por sus ingresos
extraordinarios, y dedicarlos a los consumidores más vulnerables. También
podría ser una buena propuesta".
ATA también pide rebajar el IVA y aprobar una
moratoria de los créditos ICO
Así mismo, como avanzó Europapress, el presidente
de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos- ATA,
Lorenzo Amor, también pidió rebajar el precio del
carburante. Según Amor, España tiene margen para reducir casi treinta
céntimos el precio del carburante". Por ello, pide bajar
el impuesto de hidrocarburos y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA),
"como ya han hecho otros países, que han tomado esta determinación".
Lorenzo Amor explicó que dos de cada tres
autónomos no han recuperado los niveles previos a la situación anterior a la
pandemia y ahora, con la guerra, se han disparado aún más los precios
energéticos, que ya estaban bastante elevados, "así como los precios de
los carburantes, que ya habían subido desde junio del año pasado".
Por ello, el presidente de la Federación
exigió al Gobierno también que se apruebe una moratoria de
un año para que los 900.000 autónomos y pequeños negocios que tienen solicitado
un préstamo ICO y han de devolverlo a partir del mes de abril o de mayo.
Ampliar el plazo permitiría dar más tiempo para que "no se vean en la
complicación de tener que contar con un vencimientos de esos créditos
ICO y no tener la liquidez para poder afrontarlos"
Fuente
Gestha