Hacienda quiere que
las facturas de los autónomos lleven códigos QR para que el cliente las
verifique.
El reglamento de facturación que propone Hacienda
pretende que todos los programas que usen los negocios para emitir facturas
deban incluir un código QR. A través de él, los clientes podrían verificar si
están bien contabilizadas y si el autónomo cumple sus obligaciones con
Hacienda.
Hacienda quiere que todos los sistemas que tienen
los negocios para emitir facturas incluyan en ellas un código QR para que el cliente pueda escanearlo
y verificar si el autónomo o empresario realmente ha cumplido
con sus obligaciones y ha comunicado correctamente la información de esa
operación a la Agencia Tributaria. Se trata de una de las propuestas incluidas
en el proyecto de ley para desarrollar el reglamento que deberán cumplir todos los sistemas informáticos de
facturación que utilicen los negocios y que está actualmente sometido a
consulta pública.
El proyecto de ley nace para atajar el uso de
programas que generan dobles contabilidades, es decir, que emiten tiques al cliente, pero, a la vez, no registran esas
operaciones y, por lo tanto, permiten al empresario no declarar una parte de
sus ingresos a la Agencia Tributaria. Con el objetivo de acabar con estas
conductas, el Gobierno quiere establecer unos requisitos que tendrán que
cumplir todos y cada uno de los sistemas informáticos que utilizan los
contribuyentes para emitir facturas.
Así pues, de salir adelante este reglamento, todos los sistemas de facturación que se utilicen
en España, para ser legales, tendrán que cumplir algunas características
como, por ejemplo, permitir que todas las operaciones que se
realicen se graben en el sistema informático" y posibilitar "la
legibilidad de los registros, el análisis automatizado y la simultánea remisión a la Administración tributaria". Una
de las condiciones más llamativas que recoge la propuesta legislativa es
que estos programas certificados deberán además incluir un código QR -u
otro sistema de verificación digital- en cada uno de los documentos que
generen para que el consumidor final pueda escanearlos y comprobar si
verdaderamente el autónomo o empresario ha contabilizado esa operación y
todos los datos son correctos.
Según fuentes de la Agencia Tributaria, el uso de
este sistema de verificación por parte de los clientes -consumidores y empresas-
se apoya, por un lado, en la voluntad de colaboración ciudadana cuando
haya sospechas de que un negocio podría estar ocultando parte de sus
ingresos a Hacienda. Pero, además, supone, según Hacienda,
"ventajas" ya que "facilitaría mucho las cosas a los
empresarios, al poder contabilizar la mayor parte de la información
de sus facturas tan sólo pasando el lector por el código QR. También supondría
una tranquilidad para los negocios al saber que la contraparte con la que
trabajan está haciendo bien las cosas".
Según Gestha esta medida tiene un carácter
disuasorio
Concretamente, el proyecto propone que todos los programas informáticos que
puedan tener los negocios para cumplir con su obligación de facturación
deban incluir un "código identificativo de carácter alfanumérico
o un código «QR»". De este modo, el receptor de la factura, es decir el
cliente -que puede ser un particular u otro
empresario- podrá proporcionar de "forma voluntaria
determinada información de la factura a la Agencia Tributaria de dos
maneras: facilitando el código identificativo de carácter alfanumérico", o
escaneando "el código «QR»" a través de un dispositivo que ofrecerá
la Agencia Tributaria para la lectura.
Esta lectura será posible a través
de "una ruta específica" que ofrecerá la Agencia
Tributaria en su sede electrónica o a través de la aplicación. Así,
el cliente podrá mostrar los datos del código y "esta remisión por
parte del receptor le permitirá verificar que la factura recibida ha sido
remitida a la Agencia Estatal de Administración Tributaria por el emisor
-en este caso, el autónomo o empresario- de la misma",
Según José María Mollinedo, secretario general del
Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), la idea tiene "un fuerte componente disuasorio y
de incentivo al cumplimiento voluntario de las obligaciones por parte de
los autónomos y empresas ya que, aunque previsiblemente muchos clientes no
vayan a verificar esta información ni a remitir la factura a la Agencia
Tributaria, siempre cabrá la posibilidad de que cualquier receptor de tus
facturas pueda hacerlo y detectar, tanto él como los técnicos, que no está
correctamente contabilizada".
El abanico de situaciones en las que un cliente
podría decidir remitir y verificar la factura que se le ha entregado es
extenso. Sin ir más lejos, podría darse el caso de un
consumidor que haya quedado insatisfecho y haya detectado algún error
en el documento, o incluso sospeche de que el negocio tiene una doble
contabilidad. "También podría ser el caso de un cliente que
esté inseguro con la compra de un producto que ya ha realizado porque no
recibió la garantía y quiere cerciorarse de que todo está en
orden. Con el código, existirá siempre la posibilidad de comprobar que
todo se ha registrado correctamente y el negocio tendrá la duda de si
un cliente podría remitir la factura a la Agencia, así que es más complicado
que se exponga a no registrar esa operación", añadió el secretario general
de Gestha.
Al menos dos formas en las que podría afectar este
sistema a los autónomos
Esta propuesta, que todavía tendrá que superar diversos trámites y filtros como
el Parlamentario, tendría "una doble vertiente para los autónomos. Una es
en su faceta de emisores de las facturas que pueden ser
comprobadas por los consumidores y remitidas a la Agencia. Pero
también les afectaría como clientes que compran a otras
empresas ya que, por ejemplo, podrán escanearlas e incluir en su
contabilidad todos los gastos que hayan realizado para su actividad. Y
además podrán asegurarse de que la contraparte hace bien las cosas",
explicaron fuentes de la Agencia.
De salir adelante el proyecto, posiblemente, se
modificaría el reglamento de facturación para que todas las facturas emitidas
en España tuvieran que llevar un QR. Por lo que los autónomos y empresas en general estarían sometidos a un
mayor control, ya que sus clientes tendrían la posibilidad de aportar
información de sus operaciones a la Agencia Tributaria y Hacienda
engrosaría sus bases de datos y tendría más conocimientos para comparar sus
operaciones realizadas con las que declaran.
Por otro lado, el autónomo también podría verse
implicado en la segunda parte, en su faceta de cliente de otras empresas.
"En este caso, los QR supondrían una ventaja para ellos, ya que harían más
fácil la incorporación de la información en sus sistemas
contables. Sólo con pasar el lector, el empresario ya incluiría la mayor
parte de los datos de cada factura de gastos. Esto redundaría en una mayor
agilidad y en un gran ahorro de tiempo", apuntaron fuentes de la AEAT.
Además, Hacienda explica que el autónomo como cliente también podría ganar
"en seguridad, ya que tendrá una manera de chequear esa
información y tener garantías de que su contraparte -la empresa a la que
compra los productos o servicios- cumple sus obligaciones. Esto daría una mayor
dosis de tranquilidad a los negocios en supuestos especiales. Por ejemplo, un
caso claro sería el de las tramas de falsa facturación. Remitiendo y
verificando las facturas, el empresario evitaría que, en caso de que su
proveedor esté implicado en este tipo de organizaciones, Hacienda
pueda dudar también de él".
Hacienda también propone que todos los software de los negocios puedan
enviarle las facturas en tiempo real
Además de la condición de que las facturas
emitidas incluyan un QR, la
ley propone otros requisitos que tendrían que cumplir estos programas y que
también aumentarían el control fiscal de los autónomos. Uno de ellos es que se
exigirá que estos software tengan la "capacidad de remitir
información a la Administración tributaria de forma continuada, segura,
correcta, íntegra, automática, consecutiva, instantánea y fehaciente todos los
registros de facturación generados por medios electrónicos".
En otras palabras, de salir adelante esta propuesta, uno de los
-muchos- requisitos que deberán cumplir todos los programas que utilicen
los autónomos y empresas para facturar es que permitan enviar en
tiempo real las facturas a la Agencia Tributaria para su control.
Y la ley deja muy claro que este reglamento
se aplicará a todos los autónomos que tengan un sistema para emitir facturas,
es decir, la mayoría de ellos.
Concretamente, la ley específica que los requisitos se aplicarán a los
obligados tributarios que se indican a continuación y que utilicen
sistemas informáticos de facturación, aunque sólo los usen para una parte de su
actividad:
- Los
contribuyentes del Impuesto sobre Sociedades.
- Los contribuyentes
del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que desarrollen
actividades económicas.
- Los
contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de no Residentes que obtengan
rentas mediante establecimiento permanente.
- Las entidades en
régimen de atribución de rentas que desarrollen actividades económicas,
sin perjuicio de la atribución de rendimientos que corresponda efectuar a
sus miembros.
Otros requisitos que deberán cumplir los nuevos
software y nuevas propuestas del reglamento
Según explica el apartado 8 de este proyecto de
ley para el reglamento de facturación, los requisitos que deberán cumplir ´los
software para ser legales -además de la posibilidad de remisión inmediata de
facturas- serán:
- Por cada entrega
de bienes o prestación de servicios deberá generar, de forma simultánea o
inmediatamente anterior a la expedición de la factura, un registro de
facturación de alta.
- Deberá
garantizar la integridad e inalterabilidad de los registros de facturación
de forma que, una vez registrados los datos de facturación, éstos queden
protegidos contra cualquier acción que comprometa la exactitud, autenticidad
y completitud de los datos almacenados, de manera que ninguno de los datos
registrados pueda ser alterado, ni por el propio sistema informático, ni
por el usuario ni por ningún dispositivo, sistema o programa informático o
electrónico externo.
- También deberá
garantizar la trazabilidad de los registros de facturación, que deberán
estar encadenados de manera que pueda verificarse su rastro siguiendo su
secuencia de creación desde el primero al último. El sistema
informático deberá proporcionar funcionalidades que permitan el
seguimiento de los datos registrados de forma clara y fiable.
- Contar con todos
los registros de facturación generados por el propio sistema
informático.
- Contar
con un registro de eventos que recoja automáticamente todas las
interacciones con dicho sistema informático, las operaciones realizadas
con él y los sucesos producidos durante su uso, como el arranque y parada
del sistema informático
- En los
sistemas informáticos que soporten los procesos de facturación, deberá
encontrarse debidamente disociada la información con trascendencia
tributaria de la posible información confidencial de carácter no
patrimonial, de forma que la Administración tributaria pueda acceder
directamente a la información con transcendencia tributaria.