El
Banco de España constata la reactivación y eleva al 6,2% el crecimiento del PIB
este año. Calcula
que la subida del SMI pudo destruir hasta 173.500 empleos en 2019
La economía
española va a registrar durante los próximos trimestres fuertes tasas de
crecimiento que no nos deben "impresionar" por su magnitud de forma
que nos lleve a pensar que se han solucionado todos los problemas, señaló el
gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, para quien ahora es el
momento de "poner el peso de la atención en el medio plazo" y no en
el corto.
La sociedad
española se encuentra ahora en la tercera fase de la pandemia, explicó
el gobernador, diferenciándola de las dos anteriores en el sentido de que en
ellas lo importante había sido primero reaccionar de manera inmediata al hecho
de la paralización de la economía y en la segunda fase
mantener todos los estímulos puestos en marcha pero empezando a focalizarlos
sobre las personas y los sectores que más lo necesitaban porque en otros se
había empezado ya la recuperación de la actividad.
"En el
momento actual, aunque se va a producir un crecimiento vigoroso y
significativo, sigue siendo muy necesario el estímulo fiscal y
monetario, precisamente para no frustrar dicho crecimiento",
dijo Hernández de Cos, pero ya hay que "prestar atención a los
daños estructurales de la economía que van a empezar a dejarse sentir y hay que
poner el peso en el medio plazo" de forma que se garantice la
sostenibilidad del crecimiento poniendo en marcha las reformas estructurales
necesarias para conseguirlo.
El Banco
de España desde el inicio de la crisis señaló la necesidad de
implementar un programa de consolidación fiscal, para ponerlo en
marcha cuando la recuperación de la economía se haya consolidado, pero el
gobernador considera que ya es imprescindible que empiece a diseñarse aunque no
sea ejecutable todavía.
El gobernador
recordó que, según las previsiones del Banco de España, la
economía crecerá este año al menos el 6,2% y una cifra mayor en 2022
pero que no será, según sus cálculos, ni siquiera en 2023 cuando se recupere la
tendencia de aumento del PIB que se había dibujado en 2019 antes del estallido
de la crisis. Y eso se debe, en contraposición a lo que ocurre en otros países
de nuestro entorno, a que el crecimiento potencial de la economía
española "ya era muy bajo antes de la crisis y la pandemia no ha
hecho otra cosa que deteriorarlo". Por eso, en su opinión y para hacer sostenible
la recuperación, la puesta en marcha de reformas largamente aplazadas sería
imprescindible.
Aunque el
crecimiento a corto está asegurado, su magnitud sigue dependiendo de cómo se
comporten algunas incertidumbres que se mantienen, siendo la primera de ellas
la evolución de la pandemia ya que, aunque gracias al aumento de la vacunación la
situación mejora, aun puede provocar sobresaltos.
La correcta
utilización de los fondos europeos [se espera que contribuyan en los
tres próximos años con una aportación media al PIB de 1,5% puntos] es otra de
las cuestiones que pueden influir.
Lo mismo que lo
que ocurra con la evolución del consumo de los hogares y la posible utilización
del consumo forzoso embalsado durante la crisis y cómo evolucionará el sector turístico,
tan esencial para la economía española. Otra incertidumbre que se despejará en
los próximos meses es el alcance de la destrucción del tejido productivo.
En relación con
la polémica
creada por el inicio de expedientes a cuatro bancos por posibles irregularidades
en la concesión de créditos ICO, el gobernador explicó que es "el
ICO quien tiene que controlar la buena marcha de los mismos" y que
el Banco de España hizo un análisis sobre una pequeña muestra
de los créditos, a petición del propio ICO, de la que las escasas situaciones
no claras les fueron enviadas al instituto para que decida sobre la mismas.
Hernández de
Cos afirmó que la decisión del BCE de recomendar que
no se repartieran dividendos en 2020, al tiempo que pedía que se limitaran las
retribuciones variables de los principales ejecutivos de los bancos fue una
medida que ayudó a reforzar la solvencia de las entidades, algo imprescindible
para que las entidades pudieran seguir dando créditos, El gobernador recordó
que la práctica totalidad de los bancos limitaron, cuando no
eliminaron, la retribución variable de los ejecutivos y que ahora el
BCE discute si se mantiene o no la recomendación. Todo indica que esta será
levantada en los próximos meses.