Las
patronales de la distribución, textil, electrodomésticos y comercio
advierten de que esta medida que introduce la Ley Antifraude supone un serio
perjuicio para el sector en el peor momento y reclaman que se modifique en el
Senado.
La rebaja del
límite de los pagos en efectivo de 2.500 euros a 1.000 euros también
para los particulares que incluye la Ley de Lucha contra el Fraude Fiscal
aprobada el martes en el Congreso ha puesto en pie de guerra a
las principales asociaciones del comercio en España. Las patronales de la gran
distribución (Anged), textil (Acotex), electrodomésticos (Anfel) y comercio
(CEC) clamaron ayer en contra de esta limitación, de la que advierten que
supone un serio perjuicio para el sector y que llega en el
peor momento y reclamaron que se modifique en el Senado.
En rueda de
prensa, subrayaron que, según datos del BCE, el 83% de las operaciones de
compra en España son en efectivo, diez puntos más que la media europea, y
representan el 66% de todo el volumen de las ventas del sector del
comercio (frente al 48% de zona euro). Asimismo, esgrimieron que más
de un 40% de los españoles considera muy importante el acceso y el uso de
efectivo.
En este sentido,
el portavoz de la CEC, Carlos Moreno-Figueroa, afirmó que, sólo en el ámbito de
los electrodomésticos, más de un tercio de los usuarios paga en efectivo para
compras de gama alta a menudo superiores a 1.000 euros en un segmento en el que
además es habitual financiar la compra. Y puso de relieve que las operaciones
con tarjetas conllevan un coste en comisiones y la cesión de datos.
Aunque no hay
datos desglosados del número de compras superiores a 1.000 euros, desde
Anged señalan que son habituales en electrónica y tecnología,
electrodomésticos, ropa y lujo, los segmentos que se verán más afectados por
la limitación.
Esta iniciativa,
que promovía desde 2016 el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro
-que ya rebajó el límite a 2.500 euros en 2012-, se va a materializar cuando el
comercio ha sido uno de los sectores más castigados por la crisis del
coronavirus. Las ventas del comercio minorista se desplomaron un 6,8% en 2020,
el mayor descenso desde 2012, con una caída de facturación acumulada de entre
el 20% y el 25% de media (unos 20.000 millones), con cerca de 50.000 afiliados
a la Seguridad Social menos en el primer cuatrimestre de 2021 y un elevado
porcentaje de tiendas cerradas. Los comercios han cerrado entre 90 y
225 días.
El director
general de Anged, Javier Millán-Astray, subrayó que el Gobierno "debería
centrarse en medidas para favorecer el consumo y no en otras, como ésta, que
hace todo lo contrario, que es poner palos en las ruedas de la
dinamización del sector".
El presidente
de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex),
Eduardo Zamáloca, mostró su "sorpresa" por la aprobación de esta ley
ya que, detalló, algunos partidos políticos aseguraron que iban a votar en
contra y luego cambiaron el signo de su voto, lo que atribuyó a un
"intercambio de cromos" y a razones ideológicas". Zamácola
explicó que el sector "obtuvo la empatía y el apoyo" en reuniones
previas de algunos partidos. En privado, esos mismos representantes políticos
admitieron a las patronales del sector que la medida de limitar aún más los
pagos en efectivo "no tenía sentido alguno ni iba a alcanzar los
objetivos" de lucha contra el fraude fiscal. La propuesta, que sumó
sólo los votos en contra de PP y Vox, "no va a rebajar el fraude
fiscal y frenará el consumo", avisó.
La mayoría de
países europeos no han establecido límites al pago en efectivo y, de los
que lo han hecho, solamente Francia lo ha fijado en 1.000 euros. No han
logrado, según las patronales de comercio, reducir la economía sumergida de
forma significativa mientras que países que carecen de límites para los pagos
en efectivo, como Alemania, Finlandia, o Austria, cuentan con niveles
de economía sumergida muy reducidos. Sin embargo, Italia, aunque rebajó el
límite a 1.000 volvió a subirlo a 3.000 en 2016, recientemente ha aprobado una
reforma que sitúa el límite en 2.000 euros en 2021 y para 2022 será de 1.000.
En cualquier
caso, tanto el BCE como la Comisión Europea y el Consejo Europeo coinciden
en favorecer el acceso y la utilización de la moneda de curso legal por parte
de los ciudadanos. Así, el Consejo Europeo reconoce "que el efectivo sigue
desempeñando un papel esencial en los pagos minoristas, en
particular para la población que se encuentra en situación de exclusión
financiera o digital y, en determinados contextos, como salvaguardia en caso de
mal funcionamiento de los sistemas e infraestructuras de pago, y que tanto los
pagos en efectivo como los pagos digitales deben ofrecerse y aceptarse de
manera general, en respuesta a la demanda y las preferencias de los
usuarios".
El BCE ya ha
advertido a España de que imponer un límite de 1.000 euros al pago en efectivo,
como medida de lucha contra el fraude, podía ser desproporcionado.
Fuente:
Expansion