El
plan de recuperación español ya está en las oficinas de
la Comisión Europea en Bruselas. La presidenta del Ejecutivo comunitario ha
confirmado la recepción de la propuesta definitiva, que ahora deberá ser
analizada por los oficiales del Ejecutivo comunitario. Para ello, tienen
un plazo de hasta dos meses.
El
envío del plan español se ha hecho de rogar. A pesar de que la
intención del Gobierno era ser de los primeros países en enviarlo, con
antelación a la fecha límite orientativa marcada por Bruselas, la entrega no se
ha producido hasta última hora de la tarde del 30 de abril cuando la Comisión
ha confirmado la recepción.
"La
Comisión ha recibido los planes de recuperación y resiliencia de Dinamarca,
España, Letonia y Luxemburgo", ha señalado el Ejecutivo comunitario en un
comunicado en el que agrega que "la presentación de estos planes sigue a
un diálogo intenso con las autoridades nacionales de estos Estados Miembros en
los últimos meses".
De
este modo, el plan de España
Junto
con el de Dinamarca, Letonia y Luxemburgo que
también han sido remitidos en la tarde del viernes, se une a los cinco que ya
se habían entregado.
Portugal ha sido el primero en presentarlo, al final de la
semana pasada, mientras que Grecia, Alemania, Francia y Eslovaquia han
ido presentando sus propuestas a lo largo de esta semana. De los 27 países de
la UE, los oficiales comunitarios ya tienen 9 planes en su poder.
El
fondo de recuperación, dotado con 750.000 millones de
euros, reserva para España unos 140.000 millones en subvenciones no
reembolsables y créditos con condiciones de financiación favorables. "El
Next Generation financiará la recuperación del país con proyectos vinculados a
la transición verde y digital, la cohesión y la igualdad de género", ha
señalado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen tras la
recepción de la propuesta. De momento, en la propuesta remitida, el Gobierno de
Pedro Sánchez solicita los 69.500 millones en subvenciones no
reembolsables.
El
plan enviado, que tiene 348 páginas, está
compuesto por 212 medidas de las que 110 son inversiones y 102 son reformas. La
propuesta se destinará el 40% a la transición ecológica y el 29% a la
transformación digital, los dos grandes objetivos que ha fijado la Comisión en
la elaboración de los planes.
La
otra exigencia de Bruselas es acometer un plan de reformas
dirigido a atajar las recomendaciones específicas que elabora para cada país
cada año. Para España, Bruselas lleva años pidiendo una reforma del mercado
laboral que acabe con el alto nivel de desempleo y la temporalidad, junto con
la modernización del sistema de pensiones. El plan incluirá
ambas propuestas, aunque las reformas aún están por concretar. El objetivo del
Gobierno es finalizar la reforma laboral, la principal línea roja
marcada por Bruselas, antes de que acabe el año para lograr ponerla en marcha
en el marco del diálogo social que mantiene con los agentes sociales.
El
Gobierno de Pedro Sánchez prevé movilizar los primeros 69.500 millones,
correspondientes a la parte de ayudas no reembolsables, en los primeros tres
años de aplicación del fondo. Su previsión es que la plena ejecución de las
inversiones y reformas podrían suponer un impulso aproximado de 2
puntos porcentuales en promedio en el PIB, con la creación de más
de 800.000 puestos de trabajo en el periodo de ejecución del Plan.
A
partir de ahora, Bruselas tiene dos meses para evaluar la propuesta, un
plazo que los países consideran demasiado amplio y quieren recortar, aunque
desde la Comisión reconocen que será dificil acortar los plazos. Posteriormente,
el Consejo también abordará las propuestas nacionales en el plazo máximo de un
mes.
La
previsión es que los primeros planes se aprueben en el Ecofin
del 19 de junio, con una reunión extraordinaria posterior para finales de
ese mes para aprobar la segunda tanda de propuestas.
Sin
embargo, el dinero europeo no empezará a fluir a las capitales
hasta que todos los países aprueben la Decisión de Recursos Propios,
el mecanismo que permitirá a la Comisión salir a los mercados a financiarse.
Aún restan ocho países por ratificarlo y la previsión del Ejecutivo comunitario
es que todo esté listo para junio, porque hasta que esto no pase no
empezará a distribuir los fondos.
Bruselas
quiere empezar a colocar los primeros bonos, dentro de su nuevo
e histórico plan para colocar 800.000 millones de deuda, a primeros
de julio y empezar a entregar las primeras ayudas ese mismo mes y el resto en
septiembre. Los primeros planes aprobados serán los que reciban los primeros
desembolsos.
La
aprobación del plan permitirá a España recibir ya
unos 10.000 millones de euros de prefinanciación este verano,
aunque el Gobierno ya ha adelantado la cantidad con cargo a los presupuestos
generales de 2021 que ya recogen unos 26.000 millones de euros correspondientes
a la llegada de los fondos europeos de recuperación.