Trabajo modifica
su propuesta tras el enfado de la patronal. Las compañías no tendrán que
justificar por qué el expediente temporal no soluciona sus problemas.
El Gobierno ha
rectificado ante las presiones de las patronales CEOE y Cepyme en
el diálogo social y ha restaurado la libertad de las empresas de presentar
un despido colectivo -un expediente de regulación de empleo (ERE)- por
causas objetivas, dentro de la legalidad vigente, si consideran que es la
mejor solución para resolver su crisis.
Dicho de otra
manera, el Ministerio de Trabajo ha suprimido la obligación de
las empresas de presentar un Expediente de Regulación Temporal de
Empleo, que a partir de ahora se llamará Mecanismo de
Sostenibilidad en el Empleo (MSE), antes que un despido colectivo. Por lo
tanto, las empresas ya no tendrán que demostrar y explicar a la autoridad
laboral por qué no les sirve el nuevo Mecanismo para resolver sus problemas.
Esta nueva fórmula es la que sustituirá a los ERTE en la reforma laboral que ha
planteado el Gobierno a la patronal y a los sindicatos. Así se desprende del
último borrador sobre la reforma laboral, que Trabajo entregó el pasado
miércoles a los agentes sociales, y al que ha tenido acceso EXPANSIÓN.
CEOE y Cepyme
habían apreciado en la propuesta la voluntad del Gobierno de restaurar la
autorización administrativa previa al despido colectivo, que había antes de la
reforma laboral de 2012. Incluso, el pasado martes, el presidente de
CEOE, Antonio Garamendi, comparó esta medida con la nueva propuesta
del Ejecutivo respecto al despido de los interinos que lleguen a los
tres años de ocupación de la plaza en la administración. En ese caso, el
trabajador es despedido con veinte días de salario por año de trabajo, igual
que el despido procedente, y ya está.
En la reforma
del Estatuto de los Trabajadores que el Gobierno había puesto
sobre la mesa hasta ahora y respecto al despido colectivo, el Ejecutivo
planteaba el siguiente párrafo, que ha tachado literalmente en la propuesta que
Trabajo entregó el miércoles a los agentes sociales: "El Mecanismo de
Sostenibilidad en el Empleo será preferente frente a las extinciones por causa
económica, técnica, organizativa o de producción, debiendo la empresa
motivar suficientemente en el caso de extinción por estas causas que el
mecanismo del presente precepto es inviable para resolver de modo proporcionado
y razonable la situación en la que se encuentra la empresa".
Por lo tanto,
como en los ERTE actuales, las empresas podrán negociar con sus comités
de empresa la reducción de la jornada de sus trabajadores, con el
consiguiente descuento del salario, complementado por la prestación por
desempleo. A cambio, como ocurre en los ERTE actuales, la empresa tendrá
que comprometerse a mantener el empleo de los trabajadores afectados por
la regulación temporal, en el momento en el que salga de la crisis.
En esta fórmula,
el Ejecutivo quiere potenciar la formación para facilitar que el
trabajador pueda encontrar empleo con mayor facilidad, si al final la
empresa tiene que prescindir de él. Por esta razón, los empleados que estén con
reducción de jornada, "tendrán la consideración de colectivo
prioritario para el acceso a las iniciativas de formación del sistema público".
No obstante, en los nuevos ERTE la Inspección de Trabajo y el Servicio Público
de Empleo aumentarán su control sobre las empresas. Incluso, podrán
llevar a la empresa ante la justicia, si apreciasen "fraude, dolo,
coacción o abuso de derecho".
Es importante
destacar que la nueva fórmula de ERTE se aplicará "en el centro de
trabajo". No necesariamente en el conjunto de una empresa con varios
centros. Este es un dato importante para la obligación que tendrá el empleador
de conservar los puestos de trabajo al acogerse al mecanismo. Pendiente de
desarrollo reglamentario, significa que el compromiso del empresario para
conservar el empleo, y recibir las ayudas, se refiere sólo a la plantilla del
centro cubierto por el MSE.
FONDOS
EUROPEOS PARA FINANCIAR LOS NUEVOS ERTE
Para financiar
los nuevos Mecanismos de Sostenibilidad en el Empleo, el Gobierno creará un
fondo que podrá dotarse de las siguientes fuentes: en su caso, y con
crecimiento económico, los excedentes de cotizaciones sociales que pueda haber
cuando crezca el empleo entre los ingresos por la cuota de desempleo y el pago
de las prestaciones. El fondo también se dotará de las cuantías que pagan al Tesoro
las empresas con beneficios, de más de cien trabajadores, por despedir a
empleados mayores de 50 años. Además, el Gobierno también ha previsto que, a
corto plazo, los Mecanismos de Sostenibilidad en el Empleo puedan financiarse
con los fondos europeos provenientes del acuerdo de Transformación,
Recuperación y Resiliencia, y también del fondo SURE, que es específico para
sostener los ERTE. En el primer caso, el Gobierno espera, en un primer tramo,
70.000 millones de euros hasta 2023. En el segundo, ha recibido hasta ahora
21.300 millones de euros, que son claramente insuficientes para los 30.000
millones que va a gastar el Gobierno hasta el 30 de septiembre con los ERTE
para hacer frente a las consecuencias de la pandemia. El Ejecutivo también ha
previsto la participación de los empresarios y de los sindicatos en este fondo.
En la propuesta de reforma del Estatuto de los Trabajadores, el Gobierno
también plantea una reforma importante de la contratación. El Ejecutivo limita
a un año la duración máxima del contrato temporal, y restringe de forma
importante su utilización por las empresas. En realidad, Trabajo plantea que el
contrato indefinido fijo discontinuo sustituya al temporal en muchos cometidos
de las empresas, para reducir la precariedad laboral. Por ejemplo, en el
turismo, o el comercio, para atender las temporadas y las campañas que se
producen en las sucesivas estaciones del año.
EL 29 DE
JULIO, ÚLTIMA REUNIÓN DE LA REFORMA LABORAL ANTES DE LAS VACACIONES
El Gobierno, la
patronal y los sindicatos se reunirán el próximo 29 de julio, para intentar
acercar posiciones con los empresarios. Hasta ese momento, el secretario de
Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, quiere que los agentes sociales le hagan
llegar sus propuestas sobre la modificación de los capítulos del Estatuto de
los Trabajadores sobre los que, según parece, el Gobierno ha acotado la reforma
laboral que quiere hacer: la contratación, la actividad de las subcontratas y
contratas y la negociación colectiva. Es decir, lo que el pacto de Gobierno
entre el PSOE y Unidas Podemos denomina la necesaria corrección de "los
aspectos más lesivos" de la reforma laboral del Ejecutivo del PP. Bien es
verdad que el Partido Popular no tocó la actividad de las contratas y
subcontratas. Por lo tanto, tal parece que el Gobierno va a cambiar la
indemnización por despido, cuya rebaja fue uno de los grandes cambios que hizo
el Ejecutivo del PP. En todo caso, hoy por hoy, los empresarios rechazan de
forma contundente el conjunto de las propuestas de Trabajo. Todo ello, a pesar
de que el Gobierno tiene prisa por cerrar la negociación, y cumplirlo plazos
comprometidos con Bruselas. Inclusó, el borrador de real decreto ley presentado
a los empresarios y los sindicatos tiene fecha de septiembre.