2020 y 2021
ha sido un periodo revuelto para la vivienda. Las ventas han caído por el
parón en la demanda, mientras que los precios, aunque sufren ajustes, no son
tan acusados como los que se esperaban.
Ya ha pasado
casi un año y medio desde la irrupción del Covid-19 y la declaración del Estado
de alarma en España, pero al echar la vista atrás no está muy claro qué ha
pasado en el sector inmobiliario. Unos dicen que 2020 fue un año estupendo para
la venta de vivienda y que los precios aguantaron. Otros, que eso es
imposible y raro el mercado que no sufriera el ajuste en ventas o precios. Lo
peor es que, al mirar los datos, uno se queda igual. Según el INE, en 2020 la
venta de pisos se desplomó un 21% interanual, pero los notarios dicen que las
operaciones subieron un 4%. En cuanto al precio, más de lo mismo: mientras
Tinsa calcula que la vivienda cerró diciembre de 2020 un 1,7% más barata que en
2019; portales como Idealista anotaron una subida del 0,6% y Fotocasa del 1,6%.
Entonces, ¿qué ha pasado?
2020 y
principios de 2021 ha sido un periodo turbulento para la vivienda. Las
ventas cayeron, en parte por el parón en una demanda afectada por la crisis y
temerosa ante el futuro de la economía. Pero parte del ajuste estuvo agravado
por el cierre de actividad, que provocó una acumulación de pisos sin vender que
han empezado a salir en meses posteriores. En cuanto a los precios, no han
caído como los más agoreros esperaban, en parte por la red de apoyo que el
Gobierno lanzó para hogares y empresas, pero también por un crédito que no dejó
de fluir, la fortaleza de la obra nueva y el aguante o reticencia de muchos
propietarios con recursos a aplicar descuentos.
Lo primero
que hay que tener en cuenta es que no todas las estadísticas miden lo mismo.
Tinsa, por ejemplo, valora el precio de tasación de vivienda nueva y usada,
mientras que los portales inmobiliarios solo tienen en cuenta la vivienda de
segunda mano y, más concretamente, el precio de oferta al que se anuncia la
vivienda, no al que finalmente se compra, que puede ser inferior en caso de que
se negocie. Esto explicaría algunas de las diferencias, pero no todas.
En el caso de
las compraventas, aunque efectivamente hayan caído, el desplome que
registra el INE podría estar sobredimensionado por el parón que hubo en los
registros durante el confinamiento y posterior cuello de botella en las
citaciones.
Eso
explicaría en parte las subidas de doble dígito que empiezan a verse este año.
"Las operaciones pospuestas desde el segundo trimestre de 2020 y la nueva
demanda movilizada por un cambio de preferencias explican las cifras
positivas", confirma Andrea de la Hoz, analista sénior del Servicio de
Estudios de Tinsa. Pero ni tanto ni tan calvo. En 2020, los notarios ya
hablaban de subidas a pesar de la crisis. El aumento, sin embargo, podría
explicarse por el maquillaje de la obra nueva. "El año pasado la venta de
vivienda se disparó por ejemplo un 66% en Boadilla (Madrid). Pero cuando miras
las razones, es porque hubo muchas promociones de obra nueva adquiridas en años
anteriores que se entregaron entonces", explica Gonzalo Bernardos,
profesor titular y director del Máster Inmobiliario de la Universidad de
Barcelona.
Un espejismo
parecido ocurre con los precios. Según el INE, que tiene en cuenta los
registros de las transacciones realizadas, los precios aumentaron un 0,9% en el
primer trimestre del año, mientras que portales como Idealista hablan de
caídas. Si el precio de oferta de los portales sube, puede ser que no esté
reflejando el valor final de la transacción, pero si cae en un momento de
crisis, es probable que se deba a que efectivamente hay descuentos en el mercado.
Bernardos explica que la diferencia entre las subidas del INE y las bajadas de
los portales podría deberse a que precisamente porque estamos en crisis, la
demanda de vivienda se reduce a quien puede permitirse esa compra, es decir,
inversores y compradores con alto poder adquisitivo. Una demanda que, además,
se ha concentrado en áreas de alto standing por el boom del teletrabajo y la
preferencia por casas más grandes con espacios ajardinados, muchas de ellas de
obra nueva. "La obra nueva se comportó el año pasado con fortaleza y no se
produjo bajada de precios", apunta Borja García-Egotxeaga, CEO de Neinor
Homes, que calcula una subida del 1% en 2020 y pronostica aumentos de precio de
hasta el 4% este año.
Si aumenta el
número de viviendas vendidas a mayor precio, es normal que el precio medio
suba, y no porque los vendedores apliquen alzas. "Puede que el precio
medio suba porque ahora, en lugar de venderse mucho en Vallecas, se vende en
Pozuelo", añade Bernardos.
Fuente: Expansion