La campaña de
la Renta del ejercicio 2020, que arrancó este miércoles, tendrá como
grandes protagonistas a los afectados por expedientes de regulación temporal
del empleo (ERTE), muchos de los cuáles se verán obligados a presentar
declaración del IRPF pese a sus bajos ingresos por haber tenido un segundo
pagador, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Pero este no será el
único colectivo en dicha situación. En total, en España hubo 4,34 millones de
contribuyentes con un segundo pagador público en 2020.
En concreto,
según los datos recopilados por los técnicos del Ministerio de Hacienda
(Gestha), hubo 4.340.312 contribuyentes. El grupo incluye 261.494 trabajadores
que pasaron a cobrar una pensión de jubilación; a 37.261 que accedieron a
pensiones de clases pasivas; y 4.041.557 que percibieron prestaciones
contributivas de desempleo. En este último grupo se encontrarían los 3,5
millones de afectados por ERTE, así como algo más de medio millón de nuevos
parados.
Contar con un
segundo pagador, en todo caso, no supone pagar más impuestos ni,
necesariamente, tener que presentar declaración de la Renta. El umbral general
que marca esta obligación es superar unos ingresos de 22.000 euros anuales. La
cifra, sin embargo, se rebaja a los 14.000 euros al año si el segundo, o
terceros pagadores, aportan al menos 1.500 euros. Esta circunstancia obligará a
hacer la declaración a 327.000 afectados por ERTE que, si solo fuera por sus
ingresos, no tendrían que hacerla, estima la Agencia Tributaria.
En esos casos,
Hacienda exige la declaración para ajustar cuentas porque el empleado que cobra
solo de su empresa ve sujeta su nómina a retenciones mensuales, pero estas son
inferiores cuando hay más de un pagador porque cada uno aplica solo el
porcentaje que corresponde a la parte que abona o incluso no retiene nada, como
ocurre de serie con el SEPE.
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Así, un
trabajador que percibe 21.000 euros de su empresa sufre retenciones por 2.578
euros, pero el que cobra 16.000 de su empresa y 5.000 del SEPE solo ve
retenidos 859,2 euros por parte de su compañía mientras que con la declaración
acaba alcanzando el pago de 2.504 euros.
Eso en general,
si bien los tipos autonómicos le harán pagar más si declara en Aragón,
Baleares, Asturias, Navarra, Extremadura o Murcia (y en Cataluña, pero ha
tomado medidas para evitar esta penalización).
Dada la
situación, Gestha insta a Hacienda a facilitar a todo el colectivo, y no
solo a los afectados por ERTE, la posibilidad de fraccionar en seis meses el
pago de la deuda a pagar.